Locos
Llevamos a las chicas a la manada, Saíd lleva a su mate en el lomo, ya que se convirtió en lobo y no cargaba ropa, tiene que llevarla a si y a la otra chica la lleva mi lobito. La iba a llevar la beta, pero mi querida amiga Yassi no lo dejó con la tonta excusa de que estaba cansada y quería que su mate la llevará y a si ahora mi lobito la carga en brazos que sí, ¿Estoy celosa?
No, porque sé que esta chica no sabe quién la lleva, ya que hace algunos minutos se estaban despertando y las tuve que inducir en un sueño profundo, por lo menos hasta que lleguemos a la manada. Yo jamás sería celosa, confió en mi lobo, lo sé, soné como una hipócrita si, pero cómo podrían culparme.
—Esto no es nada raro, dos chicas desmayadas, una encima de un lobo y la otra la carga un desconocido —habló Yassi.
—No sé ustedes, pero esto parece un secuestro —claro y ella es mi amiga, no tan optimista como siempre.
—No estamos secuestrando a nadie —le digo— las estamos ayudando, no sabemos si ese lugar es seguro para ellas — no sé qué le pasa, creo que se enojó porque la idea de que su mate llevará a la chica fue mía.
—La Luna tiene razón amor —le indica César a Yassi —Aparte una de ellas es mate de Saíd, no podíamos dejarlas solas — este chico es tan tranquilo, todo lo contrario, a su lobo.
—Bueno, pero, cuando despierten tendremos que preguntarles por qué ese brujo oscuro estaba atrás de ellas —para ser sincera, yo también tengo la duda, aunque se nota que ellas no son malas, solamente son humanas.
—Bueno, bueno, bueno, igual cuando llegamos que ya estoy cansada— eso nos hace reír a todos porque ella la llevan en brazos.
—Amor ya estamos llegando —le indica César.
—Tranquila, que cuando lleguemos yo te hago cariñitos.
Esto lo dice como si le dijera aún niño pequeño.
Al escuchar eso Saíd mi lobito y yo nos reímos hasta casi llorar, una porque Yassi está roja como un tomate y dos porque César no planeó que lo escuchábamos y también está rojo. Llegamos a la manada y apenas entramos a la casa, veo una sombra pasar enfrente de mí cercándose a mi lobito y quitándole a la chica de sus brazos, cuando me di cuenta Yack estaba con la chica en los brazos.
—¡Amore della mia vita! —exclamó, eso me dejó un poco en shock, aunque también feliz, mi amigo al fin encontró a su alma gemela, aunque no sabía que el peliblanco sabía italiano.
—Ya la sanguijuela despertó —el beta trata de calmar el ambiente, ya que todos nos quedamos callados y no decíamos nada. Creo que ya debo decirlo por su nombre, es la pareja de mi mano derecha y amiga.
— ¿Por qué no despierta? —pregunta Yack sacudiendo a la chica. La mira como si tuviera miedo de romperla, se ve tierno haciendo eso.
—Es que, la tengo en un sueño inducido.
—Pues despiértala quiero conocerla, saber su nombre, saber todo de ella —eso es tierno, siempre supe que cuando encontrará a su predestinada iba a hacer así, pero no pensé que me causaría tanta ternura.
—Creo que será mejor que las recostemos en el sofá y ahí mi querida Eli las despertara —Yack se da cuenta de la chica en los brazos de Saíd— Como te darás cuenta son humanas y puede que no reaccionen bien a lo que les diremos, así que cálmate.
—Está bien, yo me calmo —mi amigo está nervioso, eso es nuevo en él, la coloca en el sofá delicadamente y la tiene sostenida de la mano al igual que Saíd a la otra chica.
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La chica Fénix [EN EDICIÓN]
LobisomemElisabeth es una chica común y corriente, al menos es lo que ella piensa nuca conoció a su padre y su madre nunca le quiso decirle quien es. Ella tiene dos mejores amigos, Aldo y Karla. ¿Qué pasa cuando ella se entera de que sus amigos son hombres l...