tulipán

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Chan expulsó el aire retenido

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Chan expulsó el aire retenido. Si creyó que las cosas mejorarían había sido una vil mentira a sí mismo, todo era un desastre y a pesar de su puesto bajo, el peso caía al menos en un sesenta por ciento sobre él. Todos sus superiores se desquitaban con el desafortunado rubio.

—Ordena estos documentos —ordenó, irónicamente era la única forma en que ella usaba el verbo, su supervisora, arrojando una pila de papeles bruscamente sobre el pequeño escritorio de su cubículo.

Soltó un suspiro, era jueves y al día siguiente tendría que estar de nuevo ahí por un problema que hubo referente a su equipo de trabajo; a alguien se le había ocurrido la brillante idea de competir con una de las más grandes empresas de publicidad del país y aparentemente estaba ganando.

Había desencadenado la forzosa necesidad de trabajar el triple de parte del departamento de finanzas, bien, estaba siendo infantil. La verdad todo pintaba excelente, la pequeña empresa estaba creciendo y eso era bueno para todo el personal, incluso tenía la posibilidad de ser ascendido si solicitaban más empleados, el lado malo era sólo uno.

No vería a JeongIn ese día. Y probablemente tampoco al siguiente ni el otro después de ese.

Estaba molesto.

Había estado con JeongIn al menos diez veces en las últimas dos semanas (no contaba las veces en que se veían, solamente tenía buena memoria), rodeados de libros llenos de números. Chan había sido fiel a su intención de explicarle ciertas cosas al menor referentes a sus clases, habían conseguido hacer coincidir sus horarios y a pesar de estar cansados al terminar sus jornadas siempre lograban sacarse sonrisas por encima de las explicaciones expertas de Chan y las preguntas torpes, aunque ya acertadas, de Yang.

Tenía un fin de semana ocupado en casa con más gráficos y ayudando a su nuevo compañero de piso a mudarse, MinHo había estado increíblemente emocionado con la idea de volver a vivir con él y Chan no estaba tampoco muy lejos de eso, se habían separado al terminar la Universidad y aunque pasados dos años en los que MinHo vivió con su novia y no funcionó, sabía que sería como los viejos tiempos.

Bueno, estaba bien, él amaba a su amigo y toda la cosa pero este podía mudarse solo, no era necesaria su presencia. Él estar con JeongIn.

Soltó una queja incluso al imaginarlo esperándolo en su recibidor, sólo porque su mente era dramática puesto que ya había avisado al chico en cuestión de las horribles noticias por mensaje. Aún le parecía divertido su tartamudeo al pedir su número, ¡Bang Chan no tartamudeaba!

Desordenó su rubio cabello pensando seriamente en dejar plantado a su amigo de años por ese maratón de anime que tenía planeado para el sábado. Por más perdedor que pudiera sonarle a cualquiera.

Un golpe seco lo distrajo, sobre el escritorio había un café con leche, marrón (no muy blanco), estaba en este envase de las cafeterías de ciudad, tenía escrito un meloso Channie, era blanco (el vaso), tenía adornos negros y él se estaba concentrando tanto en el café porque no quería levantar la mirada y encontrarse con quien lo había puesto ahí.

origami.     折り紙    °'chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora