Esa misma noche Da Vinci ya estaba en su habitación: acostada en boca arriba mirando el decorado techo con manchas de pintura colorida, con una sonrisa en su rostro por el sentimiento amoroso con su hermano Dawkins. Sintiendo reiteradamente la lamida en la mejilla del cachorro como si fuera la primera vez. Completamente conmovida estaba con la muestra de afecto que le mostró al dálmata. Teniendo un excelente día como conclusión en sus pensamientos.
Antes de que conciliara el sueño decidió comentar este sentimiento nuevamente con su diario que lo guardaba personalmente debajo de su cama. Tomó un lápiz de carbón, hojas de papel y un borrador en caso de errores; y comenzar a escribir con letra legible y lacónica.
Querido diario:
Nuevamente estoy escribiéndote después de lo ocurrido, que mi hermano supiera de mi sentimiento hacia él. Y aunque tonto sea lo que debo decir no puedo de dejar imaginar su hermoso rostro y actitud que tiene Dawkins. Sin duda he tenido la conclusión que es el can de mis sueños: lo que realmente he deseado. Aún titubeo si esto es lo correcto. ¿Qué quiero decir?: si es bueno enamorarme de mi hermano. No me imagino como mis padres e incluyendo el resto de mis hermanos se enteren de la noticia de que completamente estoy enganchada en deseos de amar a Dawkins, con el corazón.
Sigo en dudas si él también siente lo mismo que yo, predigo que será imposible que un perro de alto interés en la ciencia y tecnología se fije en una hembra como yo. Tal vez no sea suficientemente para él con mi interés artístico y la forma en que expreso las cosas del mundo. Pero aun así, nadie me quitará el deseo de soñar con la persona que más amo en el planeta: mi hermano.
Y hasta yo misma me hago la pregunta que me provoca un abismo para pensarlo y concretarlo: ¿si lo nuestro no funciona en caso de noviazgo? No debería pensar en eso, pero como un individuo hasta los canes tenemos el derecho de titubear los sentimientos e intentar encontrar la respuesta exacta.
No importa lo que me pase aunque Dawkins no sienta lo mismo. Seguiré enamorada de mi hermano que para mí es lo más especial en mi vida. Daría lo imposible para que se sienta con armonía y felicidad a mi lado. No quisiera alargarme, así que hasta aquí le doy un punto y aparte. Mañana será otro día, y espero mejor.
Atentamente:
Da Vinci.
Terminó completando más de media cuartilla de una hoja de papel escrito. Cada vez se sentía con más compromiso de conceder el deseo a su voluntad. No tenía la mayor idea de quien tan confiable fuera para comentar sus sentimientos hacia Dawkins, esperando un consejo para liberarse de dudas. Dejando las hojas de papel debajo de su cojín de dormir se acostó nuevamente, pero de lado pegando su mejilla en el cojín. Conciliando el sueño con una sonrisa en su rostro abrigándose con una manta rosada en su cuerpo.
Siendo otro día normal para la familia dálmata, parecía que el cachorro músico no estaba de buen humor en la mañana: su aspecto de agobio era presente en su actitud. Provocando un silencio en el hogar: no como diariamente comenzaba con su trabajo musical matutina. Desayunando con su familia en silencio, sin palabras a que replicar con los chistes absurdos de su hermana mayor Dolly. El aspecto de su actitud era muy presente para el cachorro que comía a su lado: su nombre es Dax, dálmata igual como su familia. Con un aspecto amigable de pelaje blanco con manchas negras en su cuerpo y unas orejas largas que le llegaban hasta el collar del cachorro.
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Ciencia artística Vol. I
FanfictionDa Vinci notó lo bueno que es su hermano Dawkins por las cosas buenas que ha hecho por ella, que hasta se enamoró de él. Tal vez mantenga en clandestino ese sueño por mucho tiempo, hasta que él pueda ver a la protagonista como una buena amante. Desc...