CAPÍTULO CINCO : LA RESPUESTA DEL CORAZÓN

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Bien, sabía que lo que había hecho posiblemente no estaba bien, estaba utilizando a su prima, pero de alguna forma tenía que compensar todo el tiempo perdido a causa de su ultima misión y Karin era la distracción perfecta para su rival. Pero las cosas no habían salido como él las había planeado y ahora estaba batallando por separar a su prima y la peliazul a causa de la pelea que Hinata había provocado.

—Ya cálmate Karin—decía tomándola de los hombros y separándola de la Hyuga.

—Te dije que era mala idea, no debiste traer a tu prima—dijo Kurama en la cabeza del blondo haciendo que este gruñera.

—¡No te le vuelvas a acercar! —decía molesta la ojiperla mientras era abrazada por los brazos del pelinegro. —¡Es mío, él me ama a mí! ¡Solo a mí! —declaró molesta sorprendiendo a todos, incluso a ella misma por las palabras que acababa de pronunciar, no podía creer lo que acababa de decir.

Al ver como Sasuke había aflojado su agarre se escabulló y huyó de allí, dejando en shock a los dos chicos y a una cabreada pelirroja. Que la insultaba mentalmente.

—Menuda chica, no tenía porque llegar a las manos, si me hubiese dicho que es la novia de Sasuke-kun me habría disculpado—dijo molesta.

—¡No es su novia! —aclaró molesto el Namikaze, pero Sasuke lo interrumpió.

—Eso no lo sabes, te has ido por un tiempo—dijo para luego irse. Tenia que encontrar y hablar con Hinata.

No lo iba a hacer, no iba a llorar, ella se había prometido no volver a llorar por un hombre, además ella había rechazado indirectamente los sentimientos del Uchiha por lo que no tenía ningún derecho para evitar que estuviese con otra chica, además esa chica lo había besado de improviso. Sabía que no tenía ningún derecho de reclamarle nada, pero estaba muy cabreada.

—Hinata, espera—le dijo Sasuke tomándola de la mano, logrando que ella volteara y viera unas pequeñas lágrimas que empapaban las mejillas de ella.

Ella nuevamente se trató de alejar, sabía que no podía reprocharle nada, ella no le había correspondido, pero dolía, le dolía ver como otra chica se acercaba a él y lo besaba, por lo que en uno de sus ataques de rabia se giró y se apoderó de los labios del morocho, dejándolo de piedra.

El Uchiha no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo, cada vez que había probado los labios de la ojiperla solo habían sido pequeños y ligeros roces, pero ahora mismo Hinata estaba reclamando con pasión sus labios. Ambas lenguas se entrelazaban e indagaban en la cavidad contraria. Se sentía tan húmedo y cálido, algo realmente adictivo que la Hyuga no quería dejar de probar, igual que él.

Para la ojiperla ese beso no tenía nada que ver con el que le había dado Menma, ahora que tenía a Sasuke entre sus brazos su cuerpo reclama más por él, por su cítrico sabor, como a tomate. Y aunque no era de su favorito, el Uchiha le sabía tan bien.

Cuando sus pulmones ya no pudieron más terminaron por separarse, dejando que sus alientos se combinaran por la corta distancia que los separaba.

—Que fue—pero Hinata lo cortó con otro beso.

No sabía que quería, temía empezar una relación con Sasuke, que sus sentimientos no fueran tan fuertes como los del chico, pero saber que posiblemente alguien acabara llevándose de su lado la aterrorizaba aún más, pero él se separó de ella.

—No te entiendo, no sé cómo te sientes ¿Qué sientes por mí? —dijo serio mirándola serio, pero ella solo huyó de su mirada, logrando que el esbozara una mueca de dolor, logrando que el pecho de la peliazul se estremeciera, no quería herirlo.

Él comenzó a alejarse aún más, separando totalmente sus cuerpos, haciendo que el calor que antes había sentido la ojiblanca despareciera por completo, pero cuando Hinata iba a evitar que se separase más de ella Menma apareció.

—Creo que tienes que hablar con él—fue lo que el Uchiha dijo para luego marcharse de allí dejándola fría.

Él no sabía que era lo mejor, no sabía si al dejarla a solas con el rubio sus sentimientos se aclararían o no. No tenía ni idea de que es lo que podía ocurrir, pero lo único que quería es que ella fuera sincera consigo. Sí aún amaba a Menma lo entendería, solo deseaba su felicidad.

—Hinata—la llamó en Namikaze. —No sé que es lo que ocurre entre tú y Sasuke, pero yo... Sé que cometí muchos errores por siempre ignorarte y no darme cuenta de mis sentimientos, solo logrando lastimarte, pero si me das la oportunidad—dijo tomando su mano. —Te prometo que nunca más te lastimaré, te protegeré. Lo prometo—confesó serio.

La ojiperla miró sus orbes azules, parecían sinceras, sabía que lo que ahora le estaba prometiendo era real, pero ya no sentía esas mariposas por sus palabras o su cercanía. Sí que sentía una calidez en su pecho, después de todo el chico había sido importante para ella durante mucho tiempo, pero ya no era lo mismo.

Delicadamente ella separó su mano de la de él.

—Lo siento—dijo. —Yo te quise mucho, de verdad, aún me importas—confesó. —Pero ahora mismo me aterroriza más la idea de perder a una persona—dijo segura.

—Sasuke, ¿no? —afirmó para que luego ella asintiera. —Realmente lo estropeé—dijo, pero ella negó.

—Tal vez tú y yo no estábamos destinados—dijo.

—Pensé que no creías en el destino—bromeó haciendo que ella riera.

—Y yo, pero ese idiota me ha hecho creer—dijo.

De repente Menma la besó, dejándola tan fría, que no había ni podido moverse.

—Adiós Hina—dijo él para luego marcharse y ella lo miró con tristeza, pero con paso firme giró, tenía que hablar con Sasuke y decirle su decisión.

Notasde la autora: Hola, sí, se que dije que la siguiente iba a ser ala última, perobueno, habrá un cap más, que ya sí será el último. Gracias a todos porseguirlos y espero que se pasen por mis demás historias.

Cuando acabe con esta historia empezaré a publicar De futuro al pasado, espero que la lean.

Consecuencias [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora