Amanda, más conocida cómo la hermana de Wismichu, es una adolescente problemática, debido a que sus compañeros, cuando era pequeña, le hacían bullying. Amanda ha estado dos meses en un centro de menores debido a una pelea con una chica de su clase...
Me desperté en mi cama, a pesar de haberme quedado dormida en el coche. Me percaté de que Raúl no estaba a mi lado, así que me levanté y lo fui a buscar por toda la casa, sin embargo, no había absolutamente nadie, ni siquiera una nota. Volví a mi cuarto para tomar mi teléfono y llamar a Raúl, pero no obtuve respuesta. Caminé de un lado para otro por toda la casa mientras pensaba dónde podría estar, y comencé a desesperarme como nunca antes lo había hacho. Mi respiración comenzó a acelerarse, sentí cómo mi cuerpo temblaba, miré de un lado a otro intentando calmarme. Me senté en el suelo con las rodillas pegadas a mi vientre y enrredando mis piernas con las manos. Respiré profundo intentando calmarme, no quería estar sola.
Me levanté del suelo y me dirigí a mi habitación. Tomé mi teléfono y observé que tenía mensajes de Rubén y de mi hermano, pero lo primero que hice fue llamar a Raúl para preguntarle dónde estaba.
Llamada teléfonica.
Raúl: -Amanda, ¿va todo bien?
Amanda: -¿Dónde estás? ¿Tú sabes el susto que me has dado?
Raúl: -Perdón amor, no sabía que te ibas a levantar tan temprano. Fui a comprar el desayuno.
Amanda: -Pero Raúl, aquí hay comida.
Raúl: -Ya lo sé, pero quería que fuera algo especial.
Amanda: -Vas a terminar volviéndome loca.
Raúl: -¿Más aún?
Amanda: -Idiota
Fin de la llamada telefónica.
Colgué el teléfono y entré a Whatsapp para contestarle a mi hermano y a Rubén.
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Después de eso me fui a la ducha y puse un poco de dmúica de fondo. Metí mi cuerpo en la bañera, la cual estaba a rebosar de agua y jabón y me senté en ella. Cerré mis ojos y contuve la respiración para meter mi cabeza dentro de esta. Volví a la superficie y recosté mi cabeza sobre la cerámica fría de la bañera y cerré los ojos mientras me dejaba llevar por la música. Poco a poco mi cuerpo se destenso y me pude relajar cada vez más debido al ritmo de la música y el agua caliente en la que estaba sumergida.