Capítulo VII

1.3K 164 5
                                    

Desearía que aquella voz fuera contestado aquella pregunta que solté sin pensarlo, necesitaba una esperanza para seguir buscando aquel misterioso pasado de cual no tengo idea de cómo era ni quien era yo, vivo siendo una persona que no soy; pude haber conocido a la persona que me dijeron que era mi hermana aunque en mis recuerdos no sé encuentre, pude ver un rostro borroso de aquella mujer en la cual permanecí nueve meses en su vientre, pero todo aquello permanece en el lugar de pude  o simplemente como un recuerdo borroso.

Después de todo lo acontecido Robert decidió que era mejor que volviera a casa a descansar por la excusa que le di de Que solo era cansancio, cuando en el fondo sentí muy real la situación, él sujeto de ojos rojos desapareció en un abrir y cerrar de ojos cuando solté aquellas palabras.
Todo lo que acontece a mi alrededor se vuelve cada vez más confuso e inestable, personas llegan hasta mí llamando para que las ayude u otras simplemente mencionan aquel nombre que me otorgaron Luna uno que en lo profundo de mi mente no recuerdo algo que me enoja, porque está maldita amnesia debe persistir.

Camino por la calle que da a hasta la casa de los Roswell con muchos pensamientos hasta distraerme para no darme cuenta de que Marcos va acompañándome.

—¿Hace cuánto estás ahí? — pregunto deteniendo el paso mientras a él se le cruza una pequeña sonrisa fugaz.

—Tan distraída como siempre — habla con una chispa de diversión.

He ahí va de nuevo, esta él, Marcos alguien que dice que me conoce desde pequeña.

Lo que no he entendido hasta estos momentos es porque me buscan hasta ahora, si hace un año paso la circunstancia del bosque, eso es lo que todavía no entiendo.

—¿Te puedo hacer una pregunta?— pregunto con la esperanza de que sí.

—Lo estás haciendo justo ahora — dice el muy gracioso.

— Vale — digo mirándolo sin un poco de gracia — ¿Por qué me buscas hasta ahora?

— Corrección, no te busco desde ahora — dice — Te estuve buscando desde que apareciste en la casa de los Roswell.

—¿Por qué?

— Eres nuestra salvación— dice encogiéndose de hombros.

— Eso ya lo sé — digo con obviedad ya que eso fue lo que me dijo en el bosque —. Déjame formular mejor, ¿Por qué yo?

— Simple —dice tomando mi mechón de pelo que se soltó con el viento —. Ella te eligió.

— ¿Cuál ella? — pregunto confundida mientras pienso en quién.

—Hasta aquí llego nuestra conversación el día de hoy — me dice antes de empezar a caminar en la dirección opuesta en la que venía.

— ¡Vale, gracias me has resuelto la vida! — le grito para que escuche.

Lo que me faltaba ser la elegida de saber que mi*rdas.

— ¿Con quién hablabas? — me pregunta Damián saliendo de la casa que a decir verdad hasta ahora me di cuenta que había llegado.

— Con nadie importante —digo pasando por su lado.

— Se escuchaba como un hombre —me dice mirando con perversidad.

— Solo es un amigo que conocí hace poco — digo sin darle importancia.

Esperen...¿escucho nuestra conversación?

— Como tu digas — dice antes de desaparecer de mi vista.

— ¡Damián!— le grito para que se devuelva, él cuál no tarda en menos de cinco segundos en aparecer otra vez.

— ¿Sí?

— ¿Que escuchaste?— pregunto con los nervios de punta, ya que no sé si puede ir a decirle a su padre o algo así por el estilo.

— La parte en que...-—dice antes de ser interrumpido por no sé quién.

— Vamos que llegamos tarde — habla la voz que interrumpió a Damián.

— Hablamos luego — dice antes de desaparecer otra vez.

Espero que haya escuchado la parte en que me dice que soy la "elegida."

Dentro de la casa gana el silencio y la oscuridad, solo se escucha el sonido de los coyotes a lo lejos.

— Estas seguro, ¿De qué es él?—  escucho hablar a uno de los inquilinos por el pasillo opuesto al mío.

— Que sí —dice otra voz esta vez femenina.

Empiezo a caminar para dejar en privacidad aquel tema que no es de mi interés hasta que escuche lo siguiente:

Están buscando a la elegida — dice la voz femenina.

— ¿La que habla en la vieja leyenda de Echüa?— escucho preguntar el hombre.

—Exacto, la leyenda : "Ella vendrá a ustedes en forma humana, pero sólo será aquella que los destruya" — relata la mujer.

—"Y ese será su castigo"— agrega el hombre

Pero a decir verdad, es absurdo que sea una profecía esa leyenda que lleva siglos de estar en dónde no ha ocurrido nada.

Solo es leyenda, nada es cierto — habla el hombre antes de desaparecer junto a la mujer bajo las escaleras.

Entro a la habitación aun pensando en las dichas palabras:

"Ella vendrá a ustedes en forma humana, pero sólo será aquella que los destruya, y ese será su castigo"

El secreto de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora