Hacía bastante rato ya que Brian acariciaba el cabello de Roger. Él seguía acostado de lado sobre el regazo del mayor mientras derramaba varias lágrimas. Brian intentaba confortarlo, pero era bastante difícil.
¿Y cuál era la razón? Simple: los trámites de adopción no funcionaban.
Claro, habían intentado de todo, orfanatos, madres embarazadas en busca de alguien, pero nada funcionaba y aquello los tenía bastante deprimidos. Sobretodo al rubio.
Aquel día era la boda de William y Lainey. Justamente, aquellos dos chicos que por un tiempo terminaron, habían vuelto y aquel día iban a casarse. Brian sería el padrino de la boda y Riley junto a la hermana de Lainey las damas de honor.
Todo estaría preparándose en aquel momento, pero el rubio sólo quería llorar en brazos de su esposo. Desahogarse, puesto que tras tres meses buscando por todos lados, y siendo rechazados por varias asistentes sociales, comenzaba a rendirse de su sueño de lograr una familia con el Amor de su vida.
— Roggie... —Brian dejó un beso suave en su cabeza—. No llores, vamos a encontrar la forma de superar esto.
— Yo quería una familia contigo, Bri —se pasó una mano por los ojos y volvió a cerrarlos—. Es lo único que quería.
— Y vamos a tenerla —volvió a besar su cabeza—. Dentro de poco tendremos a un pequeño bebé gateando por toda la casa, y será tan pequeño y bonito como tú.
El rubio sonrió y se limpió los ojos.
— Eso espero...
— Solo debemos darle tiempo —aseguró. Roger se sentó y lo abrazó sintiéndose más tranquilo. Claramente Brian correspondió al abrazo tras un suspiro y besó su cabeza varias veces.
— Vamos a arreglarnos para la boda de Will y Lainey —dijo simplemente poniéndose de pie. Brian asintió y también lo hizo.
Se vistieron y se peinaron en silencio. Claramente había un ambiente tenso, y no necesariamente entre ellos, si no que por la situación que vivían. El rizado notaba a su marido más triste de lo usual, y por las noches no dejaba de abrazarlo. Pasase lo que pasase. Roger no tendía a llorar, pero cuando lo hacía, lo hacía en silencio e intentando no ser descubierto. Brian solo podía disponer de sus brazos en cada momento.
Y bueno, tras un rato subieron al auto. Iban en silencio. No era incómodo, pero ambos pensaban en la situación. Buscaban alternativas y no se les venía a la mente ninguna. Casi no se dieron cuenta en el momento que detuvieron el auto, estaban fuera de la iglesia donde ambos novios se casarían.
Y claro, bajaron y caminaron nuevamente en silencio. Sus manos iban en sus bolsillos, lejanas a la otra, que pese a que pudo servir de consuelo, prefirieron evitar aquel tacto de la persona amada, sin saber exactamente por qué.
Cuando llegaron, Roger se sentó en una de las sillas y Brian se sentó a su lado. Saludaron a varios amigos y conocidos de la universidad, fue bastante nostálgico verlos, pero no le dieron más rodeos.
— Pensé que el padrino iba en el altar —mencionó Roger con la voz apagada.
— Sí, pero aún queda para la ceremonia —respondió Brian—. Y no quiero dejarte solo.
Roger hizo una media sonrisa que más que nada fue una mueca. Brian lo abrazó por los hombros y besó su cabeza. El rubio lo solo atinó a cerrar los ojos.
Y claro, tras un rato, avisaron que la ceremonia empezaría. Llamaron a cada uno y fueron entrando de a poco. Roger miraba todo a la distancia, recordando su boda, pensando en las expectativas que tenía en aquel momento de formar una familia con Brian, y en lo rápido que estas se habían desmoronado.

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Mature [Maylor]
FanfictionLas promesas del matrimonio pueden ser o no cumplidas, todo depende de ambos amantes. [Tercera y ultima parte de trilogía Childish]