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Dios, por qué Wes no tiene a chicas normales detrás de él. Al paso que voy no durare mucho más aquí si todas se vienen contra mí, cuando ni siquiera tengo algo con él.

Abro uno de los gabinetes y saco un trapo para limpiarme el rostro y la camisa, el agua estaba muy fría así que rezo para que no me dé un resfriado.

-¿Qué te pasó? -la voz de Wes hace que aparte el trapo de mi cara y lo tire furiosa en la mesa.

-¡¿Por qué no tienes a personas normales detrás de ti?! -le grito alzando los brazos - Todas me quieren andar atacando y ni siquiera tengo algo que ver contigo. -termino murmurando.

-No entiendo nada -su mirada confusa solo logra alterarme más.

-Tu prima, vino aquí a insultarme y amenazarme para que me alejará de ti, y como si fuera poco me lanza agua encima. ¡Está loca! Y ni siquiera haces algo para evitarlo.

Decido amarrar mi cabello ya que por tanto movimiento mis rizos no dejan de caer por mi frente. Wes se acerca un poco más a mí.

-No puedo creer que hiciera eso, sé que es un poco posesiva pero no pensé que llegará a tanto.

-Ah, pues creelo -separó la camisa de mi torso -Voy a tener que irme, no puedo estar toda empapada si no quiero enfermarme.

-Hablaré con ella -me avisa y le paso por un lado y el me agarra el brazo deteniendo mi paso -No te vayas, creo que tengo algo que podría quedarte.

-No pienso ponerme tu ropa.

-No es mi ropa -me avisa y me toma de la mano -Ven, subamos a mi habitación.

Me paralizó un poco y él se da cuenta.

-Ahí está la ropa -asiento no muy convencida y subo junto a él.

Llegamos a su habitación y es él primero en entrar. Yo paso después y observó lo grande que es, fácilmente cabe mi apartamento aquí. Todo está ordenado y la decoración es de color blanco y azul oscuro, la cama se encuentra perfectamente hecha y es muy grande.

Él busca en su closet hasta que saca un vestido floreado de él.

-No sabía que tenías esos gustos -bromeó y él se ríe un poco.

-No es mio -me informa y me lo ofrece.

-Por favor, dime que no es de tu prima loca, ex novia psicópata o la maestra Sarah, porque no me lo pondré -me cruzó de brazos y él me observa divertido.

No pretendo meterme en otra pelea por un vestido.

-Ninguna, era un regalo que al final nunca hice -confiesa y yo lo miro un rato largo con desconfianza pensando en si creerle o no. Decido hacerlo y lo tomo -Puedes cambiarte en mi baño, te espero aquí.

-Gracias.

Me dirijo a su baño y cierro la puerta cuando entro. Trato de no quedarme boba viendo lo hermoso que es, y trato de no imaginar nada mientras veo la tina y las puertas de vidrio de la ducha. Wes se baña aquí, desnudo.

Me quito mi jean y la camisa empapada y la cuelgo en uno de los ganchos de ropa que hay en el baño.

Me pongo el vestido floreado que para mi suerte, me queda bien. Quito la coleta de mi cabello, dobló mi pantalón dejándolo un momento en un banquito para que se seque y salgo del baño encontrándome a Wes recostado con los ojos cerrados en su cama de espaldas a el respaldar.

Me quedo un rato observando lo guapo que es, decido reaccionar antes de que me pille observándolo y me acerco a él, con cuidado me siento a un lado de la cama junto a él. Estoy actuando por puro impulso.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2021 ⏰

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No Necesito a un Príncipe AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora