dibujos en tu honor. ziam

III

La pierna de Zayn se está moviendo tan rápido que la sola vista de ella pondría nervioso a cualquiera. Se encuentra sentado en su sofá, el cabello prolijamente peinado, está perfumado exageradamente y tiene puesta su remera favorita. Lleva sentado allí 5 minutos que le parecen una eternidad.

Son las 9:45am del domingo y Zayn no ha parado de sentirse ansioso desde las 9, cuando se levantó para ordenar el poco desorden que había en aquel pequeño departamento. Preparó más café del que va a beber, regó su pequeña maseta que en realidad no necesitaba agua y preparó todo para poder realizar el retrato.

El retrato de Liam.

Es un milagro que realmente haya podido dormir bien, porque el pensamiento de lo que está por suceder (más los mensajes de la noche anterior) lo está agobiando. Siente que los minutos pasan muy lentamente.

Sabe que aún faltan quince minutos para que Liam llegue, pero no puede dejar de removerse en su sitio por la anticipación. Tiene mucho miedo de parecer desesperado, al mismo tiempo tiene miedo de que el retrato que haga no cumpla las expectativas de Liam. Sabe que es una etapa cada vez que va a pintar. Negación, desánimo, temor, baja autoestima. Luego va a superarlo y cumplir con sus expectativas.

Aparta la idea de su cabeza porque sabe que si se desalienta lo más probable es que las cosas no salgan como lo espera. Fregando sus manos contra su jean, comienza a respirar acompasadamente, intentando mantener la calma.

Su celular suena repetidamente sobre la mesa ratona, haciendo que se sobresalte. Lo toma en su mano mientras lee los mensajes que acaban de llegar.

Niall: vas a hacerlo genial amigoooooo

Niall: no te quemes la cabeza, sabes que es peor

Niall: actúa cool como siempre lo haces, perra

Niall: te amo

Zayn sonríe con cariño, su pecho sintiendo un cálido calor que siempre le dan las amorosas palabras de su amigo. Siempre dice lo que Zayn necesita escuchar.

Zayn: te amo más, idiota ❤❤❤

Zayn: gracias por todo

Ya más calmado observa la hora en su celular y ve que faltan cinco para las 9am. Suspira envalentonado, va a hacerlo en grande. No va a arruinar todo con sus nervios. Va a tomar todo con madurez y dejar de parecer un niño de 14.

Está por pararse a servirse más café cuando su puerta es golpeada. Con el corazón golpeándole el pecho, se pasa la mano por el pelo y se dirige a la puerta. Es el momento.

Cuando abre la puerta siente que sus piernas van a ceder y lo dejarán tirado allí, frente a un radiante Liam, que lo mira con una sonrisa, su remera blanca remarcando cada una de sus facciones, sus ojos brillando aún más que lo normal, su jean celeste marcando sus piernas de una forma deliciosa. Su sonrisa es tan amable que Zayn quiere golpearse por haber estado tan paranoico, si es que ese hombre es un terrón de azúcar.

"Hola Liam, buen día, pasa, te estaba esperando"

"Hola Zay" Liam se acerca para besarle la mejilla y Zayn cree que sus piernas finalmente van a ceder, porque los labios suaves del chico contra su rostro, más la embriagante colonia masculina que desprende su cuerpo están a punto de tirarlo al suelo. "¿Cómo estás?"

Liam se aparta y Zayn le deja el paso libre para que pase a su departamento, su cerebro siquiera está procesando que el castaño acaba de hacerle una pregunta.

"Emh, bien, bien. ¿Y tú?, ¿viniste caminando?"

Liam observa a su alrededor tímidamente, sus manos están en sus bolsillos como de costumbre, sus pies bien juntos. Tiene una mirada suave que hace que Zayn sienta como sus tripas burbujean.