JUNTO A TI [STEREK] |LIBRO I|

Capitulo 11

Narra Derek...

Me desperté con Stiles enrollado en mí, la mitad de su cuerpo estaba sobre el mío, su cara se encontraba en mi cuello, podía sentir su respiración caliente allí.
Levanté un poco la mirada y miré hacia la ventana, y ya estaba oscuro. Me moví apenas y él se abrazó más a mí, Sonreí simplemente por tenerlo así conmigo.

Un celular comenzó a sonar, me levanté lo más rápido que pude para no despertarlo.
Alcancé a agarrarlo y salí afuera del cuarto. Miré la pantalla y decía, "Lydia la bella".
Maldita colorada pensé,Contesté el teléfono soltando un suspiro.

Conversación Telefónica.

- ¿Si?

- ¿Stiles? bombóncito ¿estás bien? -me preguntó gritando.

- Detente lydia, Soy Derek.

- Ah, eres tú.

- Si soy yo, ¿algún problema? - dije de mala manera.

- Ninguno, el que tiene problemas eres tú.

- Tu sabes que Stiles es gay ¿no? Y que está conmigo - largo una carcajada.

- ¿Me estás jodiendo, Derek? ¿Estás celoso? - volvió a reír y suspire frustrado.

- No te estoy jodiendo, Lydia - me quejé abatido.

- Bueno, perdón - Se volvió a reír - Es que no puedes estar celoso. ¡Es solo mi amigo, che!

- Ok, ¿qué querías?

- ¿Quiero saber si está bien? ¿Y si sabes quién lo golpeó?

- No sé, está durmiendo ahora. Y puedo tener una sospecha de quien fue.

- ¿Quién? - me habló seria.

- Creo que fue Scott. - Suspire con bronca.

- Maldito hijo de puta. Ahora que me lo nombras, lo vi mirando mucho a Stiles. Pero

¿Por qué crees que fue Scott?

- Ya lo golpeó una vez.

- ¿Cómo que ya lo golpeó? Como no me enteré - se quejó molesta.

- Es que Stiles no quería contar nada... como sea, ¿necesitas algo más?

- Idiota - me insultó - ¿Vamos a salir hoy?

- No lo sé, ¿vos piensas que Stiles va a querer?

- Capaz que sí, qué sé yo.
A lo mejor se quiere distraer.

- Bueno, yo ahora veo y te aviso si salimos.

- Dale, Gracias. Cuídalo ¿sí? Él te quiere.

- Sí, yo también lo quiero Lydia.

- Quien iba a decir que el machote de Derek iba a ser gay - se me burló.

- Cállate mejor. Chao fea.

Fin de la conversación telefónica.

Me acerqué otra vez a la pieza de Stiles y seguía durmiendo, esta vez abrazando a la almohada.
Miré el celular y eran las 8 de la noche.
Caminé hasta la cama y me senté en el poco lugar que él no ocupaba.

- Stiles - lo moví apenas - cariño - lo volví a mover.

- No - se quejó y me dio la espalda.

- Dale, Stiles - lo agarré del brazo para girarlo.

- No, déjame dormir.

- Amor - me agache hasta llegar a su cuello y dejar besos en esa zona. Lo vi sonreír con los ojos cerrados - Dale, son las 8 ya.