Capítulo 4

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Narra Stiles.

Ya habían pasado tres meses del acontecimiento dónde Derek apareció por mi casa.
A mi mamá le había caído estupendamente bien.
En verdad...
¡Lo adoraba!
No sé qué mierda le había dicho o hecho ese imbécil para tenerla todos los días diciéndome lo mismo día a día...
"¿Y por qué no invitas a casa ese chico...Derek era como se llama?"
Todos y cada uno de esos días me estuvo llenando la cabeza con la misma pregunta y todo sea dicho, yo ya empezaba a estar un poquitín cansado...

-¿Stiles? ¿Por qué estás tan rojo?-
Agité mi cabeza como si me desprendiera de montones de moscas al oír la pregunta de Jackson
-Eemm...Por nada- respondí algo dudoso.
¿Acaso sí me pasaba algo?
¿Y tenía que ver ese...
Derek?
-Te pareces a Lydia- dijo Liam y les oí a todos reír.
-Pueden parar- dijo Allison -Aquí lo verdaderamente importante es...¿Por qué te pusiste rojo?-
-¿Tienes problemas en dónde vivías Stiles? - me preguntó Liam.
-Les doy las gracias por vuestra preocupación pero no quiero hablar del tema-
-Este... Lo siento Stiles, no quería ponerte incómodo-
-Está bien Liam, no pasa nada- le dije con una sonrisa amistosa y uniendo una mano con una suya.
Liam me la devolvió la sonrisa dándome a entender que estaba más relajado.
-Esto...sabes que puedes contar con nosotros— dijo Jackson. Me giré hacia él y le respondí:
-Gracias Jack- sentí en ese momento que la vejiga se me contrajo -He de...voy al baño. Ahora vuelvo- anuncié a todos mientras me levantaba con la idea de ir ya de ya al aseo.

Con rapidez entré al cubículo e hice mis necesidades.
Aliviado, salí de ahí cuando me encontré a un chico que no me sonaba y apoyado en la mesada de la pileta de los aseos.
-¿Se puede saber dónde vas, insecto?-
-Pues...a clases-  contesté.
-O no, tú no vas a ir a ningún lado-
Apenas si me respondió me empujó con fuerza provocando que chocara con la puerta.
-Déjame- pedí en un susurro.
Vi como me sonrió.
Con maldad y...
Recibí un golpe en todo mi estómago.
De mis labios salió un grito de dolor.
Y me abracé el estómago tratando de mitigar ese dolor.
-Bas-basta...por favor- le supliqué.

-Dejalo en paz-
La voz de un segundo chico me hizo voltear para verlo.
Y me quedé congelado.
Era él.
-Tu no te metas en esto Hale- escupio el primer chico mirándome enojado.
-Largo de aquí Scott, no te conviene que te delate- le oí que le advirtió Derek.
-Di algo y me las pagarás...Hale- le amenazó a Derek antes de irse de los baños.
Sentí como alguien me ayudaba a levantarme.
Aún notaba mi vista nublada a causa de las lágrimas y me quería morir en este momento.
Pensé que al mudarme, sería algo diferente pero nada cambió.
Todo seguía igual.
-Ey, ¿Estás bien?- me preguntó Derek.
-Sí, tranquilo, estoy bien- contesté.
-¿Quieres que vayamos a la enfermería?- le oí que me preguntó.
-¡No!- negué un pelín atemorizado.
-¿Por qué?-
-Porque... llamarían a mi madre y no quiero preocuparla- contest-Por...por cierto, gracias, Derek-
-¿Cómo...sabes mi nombre?- observé como abrió los ojos de manera exagerada -Así que sí que es verdad. Hablan de mí- escupió molesto.
-¡No! Me...me lo dijo mi mamá-
-Supongamos que te creo...pero como que no será puesto que vi como me mirabas hoy-
-Yo...mejor me voy-
Salí disparado de los aseos sintiendo la presencia protectora de Derek detrás de mí.
En cuanto entré  al salón y los montones de ojos de todos los alumnos y alumnas nos miraron a ambos.
Casi podría decir que nos taladraban con la mirada.
-¿Se puede saber por qué llegan tarde?- nos preguntó la profesora.
-Estábamos en coordinación-  respondió Derek adelantandoseme.
-La última vez que llegan tarde o me veré obligada a abrirles un parte de puntualidad- nos advirtió ella.
-Sí profesora- dijimos a dúo.
-Sentaos en vuestros sitios- nos mandó ella señalando hacia nuestros pupitres.
Algo cabizbajos, caminamos hacia el nuestro y nos sentamos sin dirigirnos la mirada.
Y así pasó el resto de toda la mañana.

JUNTO A TI [STEREK] |LIBRO I|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora