VII. De canciones e interrupciones, ¡triple mierda!

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ESPECIAL DE ENTRE A LA UNIVERSIDAD QUE QUERÍA, DISFRUTEN.

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Al fin había acabado la semana. La casa de Allura fue –como no es novedad– el centro de reunión de esa tarde. Estaban sentados en la sala mientras discutían que película ver y el elefante en la habitación se manifestaba como una pregunta silenciosa que nadie se atrevía a hacer.

Nadie sabía cómo sacar el tema, nadie sabía qué palabras usar. Nadie sabía siquiera si aquello era real o sólo una estúpida suposición, pero desde que el italiano notó que el molesto Griffin había quitado tooodas sus fotos con Keith de su instagram –no lo estaba stalkeando, sólo buscaba una en específico donde él salía con su amigo coreano y el novio de este–, y había borrado de su biografía la fecha de su aniversario, a todos les creció la duda si finalmente habían terminado o no.

¿Sería de muy malos amigos planear una fiesta por su ruptura? La idea era de Katie y Matt, pero Hunk, la voz de la razón, secundado por Shiro, se negaban a esa muestra de felicidad tan insensible de parte de sus... intereses románticos.

En el fondo la menor de los Holt sabía lo mal que se vería aquello, pero si conocía a su mejor amigo tan bien como alardeaba que lo hacía, sabía bien que lo que Keith necesitaba en ese momento era una fiesta al más puro estilo del Team, además no habría porqué decirle que era en honor a su reciente quiebre amoroso, esos son detalles.

Después de todo, las fiestas del Team Voltron eran únicamente del Team Voltron, como el cumpleaños de Hunk, ¿problemas para socializar? Oh, ni te imaginas.

—¿Y Las Formas del Agua? —cuestionó la morena, el castaño buscó en la plataforma aquel título.

Nope, no está en Netflix.

—¡Veamos Civil War! —propuso Matt.

—Mejor Titanes —ofreció el japones.

—Shiro, esa es una serie.

—Lo sé.

—Lo que sea de Marvel —Hunk arrugó sin querer su nariz ante lo dicho por la menor del grupo.

—Pero si DC es mejor —Allura intervino en la conversación.

—¿Me estas jodiendo? —ambos hermanos preguntaron con indignación.

Y así una creciente pelea en la que el cubano se metió comenzó, que si Marvel era mejor que DC, que si DC estaba muy infravalorado, que Ironman esto, que Batman esto otro. Keith reía ya sin ser parte de aquella disputa, después de todo, a él le gustaba ambos universos.

Se levantó de su lugar en el suelo, a los pies de la italiana, caminando por la estancia hasta una esquina de aquella sala, sus ojos se centraron en el llamativo y elegante objeto frente a él, siempre le llamó muchísimo la atención cada vez que iba a casa de la latina, pero jamás había hecho el más mínimo esfuerzo por acercarse. ¿Aún lo haría bien? Pasó más de una década desde la última vez.

Estaba tan absorto en sus pensamientos referentes al piano que no notó que Shiro se lo había quedado viendo, ni que su mejor amiga lo seguía, tampoco notó el silencio que inundó la habitación.

Se sentó en el banquillo frente a las teclas, y levantó la tapa, sólo ahí vio a sus amigos pendientes de él.

—¿Qué? —preguntó como quien no quiere la cosa.

—¿Sabes tocar? —cuestionó el japonés con incredulidad, Keith no parecía del tipo que tocaba instrumentos.

—¿Algo así? —su afirmación sonó más como una pregunta, y Katie tomó impulso para sentarse sobre el instrumento.

Mentirosos [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora