𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘼𝙂𝘼𝙄𝙉 ( 𝙉𝙄𝘼𝙇𝙇 𝙔 ---- )(𝙃𝙤𝙩)

CAPITULO 43

CAPITULO HOT

Me separé de ella mirando sus hermosos ojos. 

-Y ahora dime… ¿Cuáles son los favores? –Dije aun atrapado.

-Bien. El primero es que vas a quitar mis bragas. –Dijo divertida.

-¡Eso es trampa! –Sonreí.

-Contestaste mi pregunta y dijiste que me harías el favor. Así que cumple lo dicho. –Sonrió.

-Como mandes, princesa. –Comencé nuevamente a bajar por su pecho, dejando una vez más los húmedos rastros de mis labios en su piel. Llegué hasta sus caderas. No lo pensé más. Sonreí victorioso y comencé a bajar lentamente sus bragas. Justo como ella lo hizo.

-Bien. –Sonrió. –Ahora vamos a tener sexo. ¿De acuerdo?

-¿Estas...

-Solo tienes una oportunidad, Horan. Tú decides. –Me interrumpió. No contesté su pregunta. Mire su cuerpo desnudo y sin pensarlo me acerque a su feminidad. Comencé a tocarlo. Primero con los dedos. Luego con mi lengua. Nuestros cuerpos querían ser uno; yo también lo quería. Pero quería hacerla sufrir solo un poco. Comencé a jugar con sus labios vaginales. Succionándolos y luego su clítoris. Introduje mi dedo índice en ella, haciendo que gimiera levemente de placer. Comencé a moverlo. Adentro y afuera. Luego metí otro. Ya eran dos. Veía como comenzaba a sudar. Miraba su rostro y estaba con ambos ojos cerrados jadeando y con su cabeza echada para atrás. Comencé a acercarme y con mi lengua comencé a jugar con su clítoris, mientras mis dedos hacían su trabajo. – ¡Dios, Niall! No te detengas, ¿quieres? –Dejé su clítoris un momento y contesté.

-No lo haré, princesa. Pero sabes que luego será mi turno. –Sonreí pícaro. Ella asintió con la cabeza y luego volví a lo mío. Introduje un dedo más, pero esta vez comencé a mover mis dedos más rápidos; provocando espasmos en sus paredes. Sus caderas se despegaron de la cama, pidiéndome a gritos que no parara. Comenzó a gemir descontroladamente. 

-No...No pares. –Gemía.

-Shh! No grites, preciosa. Solo di mi nombre cuando llegues, ¿sí? –Asintió. Moví mis dedos más rápido. Adentro y afuera. Adentro y afuera. Con la mano libre comencé a mover en círculos su clítoris y gritos tras gemidos no paraban de salir. Comenzaba a contraerse, comenzaba a jadear; pero para torturarla me detuve. 

-¿Qué sucede? ¿Por qué paras? –Abrió sus ojos y me lo preguntó en un tono de desagrado.

-Solo quiero hacerte pagar por mis daños. 

-¿Daños? No me hagas esto, por favor. Estoy a solo un poco de llegar a mi orgasmo. ¡Por favor, Niall! No te hagas del rogar.

-Así me gusta. Que me ruegues. –Sonreí y volví a meter mis tres dedos. Ella cerro sus ojos y volvió a echar su cabeza hacia tras. Comenzaba a gemir nuevamente y su centro comenzaba a palpitar. Acerqué mis labios a su clítoris y comencé a dar círculos con mi lengua. Cada vez, todo más rápido. Tres, dos, uno.