CAPITULO 9

371 17 4
                                    

Narra Niall:

-¡Kelly! –La llame desde mi oficina.

-¿Si, guapetón? –Dijo coqueta, recostándose del marco de la puerta.

-Debemos comenzar a grabar. Robert ya está de mal humor. –Rodee los ojos. Me quite mi gabán y recogí mi teléfono. 

-Entonces vayamos. –Se dirigió al lugar de las escenas. Yo la seguí. Mientras caminaba varias chicas me tiraban guiñadas, yo hacía lo mismo, la verdad es que todas las chicas que trabajan aquí, están para comérselas. Las llevaría a todas a mi cama. En eso, volvió a sonar mi teléfono. Suspire algo enojado porque no quería encontrarme con algún otro mensaje de ese número desconocido que se hace llamar por MT. Cuando miré mi teléfono, no era un mensaje, era una llamada.

-¡Hola, hermano! ¿Cómo has estado? –Dije animado.

-¡Niall, tanto tiempo! Eh estado bien, gracias. Oye, ¿Cómo es eso de que andas soltero y que una chica te dejó? – ¿Era en serio? ¿Hasta él?

-Larga historia, no quiero hablar del tema. Y dime, ¿te puedo ayudar en algo? –Intente cambiar el tema.

-Oh si. –Respondió. –Estaré haciendo una fiesta de antifaces hoy. Vendrán muchas chicas, así que te espero aquí, hermano.

-¡Oh, claro! Veré si puedo ir. Al rato nos vemos, Liam. Cuídate. –Corté. 

¿Será correcto que vaya ahora que ______ me dejó? ¿O debería esperar a ser el niño bueno para volver a tenerla en mis brazos? Buena pregunta, Niall.  Buena pregunta.

Narras Tu:

Fuimos a un pequeño armario a buscar algún antifaz que asentara con nuestro vestido y color de piel. Encontramos tres, pero solo uno favorecía con el vestido de Val.

-Oye, creo que tengo algunos en mi casa, digo, en la casa donde vivía. Con Niall. –Rodee los ojos. –¿Quieres pasar por ellos? No creo que este en casa. Debe estar en su entretenimiento todavía. –Suspire. 

-Bien, vayamos. Te acompaño. Solo hay que cambiarnos y listo. –Me puse unos shorts algo despintados con una camisa rosa fuerte. Val se vistió de azul con unos jeans ajustados. Tomamos nuestros bolsos, celulares, y partimos. No tardamos mucho en llegar. No quedaba tan lejos. – ¿Tienes llave? 

-Sí, esta aun es mi casa también. –Sonreí y busque en mi bolso aquella llave. –Perfecta. –Abrió la puerta.

-Bueno, entonces avancemos. No quiero encontrarme con el imbécil de tu ex. –Rodeó los ojos. 

Entramos. Pusimos nuestros bolsos en la mesa de la cocina y caminamos hacia la que era mi habitación. Al parecer, Niall no había traído a nadie todavía. Raro en el. Bueno, basta de Niall. Luego de entrar en la habitación, llegamos al que era mi closet. Encontré las cajas que había dejado allí. En ellas tenia algunos disfraces, fotos de mis padres y aquel hermoso y único antifaz. Recuerdo haberlo usado cuando era pequeña. Fue una fiesta increíble. Sonreí. Tome aquel antifaz y era perfecto. Combinaba exacto con mi vestido. Note otro antifaz un poco más abajo que el mío. Pero este era de hombre. Por supuesto, era de Niall. Lo deje en el mismo lugar. Escuche mi teléfono sonar, así que me dirigí a la cocina para buscarlo en mi bolso. Era un mensaje de ese extraño número desconocido. Esta persona me está asustando. ¿Cómo obtuvo mi número? ¿Cómo sabe que hago cada cinco minutos? ¿Me persigue o qué? Mire por las ventanas a mi alrededor, no fuese que hubiera alguien vigilándonos, pero no había nadie. Mire mi teléfono y abrí aquel mensaje.

-No deberías ser tan débil. No vuelvas con el. Lo único que harás es sufrir otra vez. Cuídate, ______. Att: MT.

-No te metas en mi vida. No sabes por lo que eh pasado y mucho menos, lo que hago aquí. Deja de molestarme. Creo ser lo suficiente madura como para cuidarme sola. Gracias. –Conteste. 

Guarde mi teléfono en mi bolso nuevamente y nos fuimos de allí. Tenía mi antifaz y mi vestido, ahora debería escoger los zapatos. Busqué unos rojos que mi madre me había guardado para cuando fuera mayor. Y este era el momento. Jamás los había usado. Simplemente no encontraba la ocasión. 

-Val, ¿A que hora es la fiesta? –Pregunte en el auto, mientras ella conducía hacia su departamento.

-Comienza a las seis. Pero podemos llegar un poco después, si quieres. –Me miro, me sonrió, y volvió su vista hacia el frente para seguir manejando. 

-Bien, tu eres la que manda. Vayamos a almorzar. Yo invito. –Sonreí y cambio su destino. Ahora iríamos al centro comercial.

-Si insistes. –Dijo divertida. Solté una carcajada.

VOTEN☀

𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘼𝙂𝘼𝙄𝙉 ( 𝙉𝙄𝘼𝙇𝙇 𝙔 ---- )(𝙃𝙤𝙩)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora