𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘼𝙂𝘼𝙄𝙉 ( 𝙉𝙄𝘼𝙇𝙇 𝙔 ---- )(𝙃𝙤𝙩)

CAPÍTULO 47

 

Narra Niall:

 

Muerto. Me sentía muerto. La manera en la que ______ pronunció esas palabras. La seguridad con que las dijo. ¿Por qué me estaba sintiendo así? ¿Por qué quería un hijo con ella?

 

-De acuerdo. –Tragué saliva. –Adiós, hermosa. Entiendo que ya no quieras verme. Estoy en el piso seis. Mi habitación es la misma que esta. Llamaré y me iré de Italia mañana. Creo que eso es lo que quieres. –Comencé a voltearme para irme.

 

-Niall. –Me agarró por un brazo y me detuve. La fierecilla me hizo sentir satisfacción.

 

-¿Olvidé algo? –Pregunté, sabiendo que esa no había sido la razón porque me había detenido.

 

-No. –Suspiró. 

 

-¿Entonces? –Me voltee para verla mejor.

 

-No te vayas. –Me miro justo a mis ojos. Dándome una mirada profunda.

 

-Hermosa, sabes que no quiero hacerlo, pero tú lo dijiste, no podemos estar juntos. Y ahora esperas un niño que no es mío, entonces no quiero molestarte más. –Dije actuando un poco. Las palabras eran ciertas, pero mi actitud no. Sé que estaba mal hacerlo, pero era la única manera por la cual ella volvería. Y sinceramente… no quiero perderla de nuevo.

 

-¿Niall? –Dijo en forma de pregunta. Luego miró al suelo.

 

-¿Si, princesa? –Tome su barbilla en mi mano y levante su mirada.

 

-Tú eres el...

 

-¡¿NIALL?! –Gritó desesperada, provocando que ______ y yo brincáramos. – ¿Qué demonios haces aquí? –Su tono era bastante alto. – ¿Estuvieron llorando? ¿Te aprovechaste de ella? ¿Cómo pudiste? -______ se escondió en sus manos para llorar en silencio y la abracé.

 

-No es lo que crees. –Dije mientras acurrucaba a ______ en mi cuerpo.

 

-¡Suéltala! No la toques. Esta llorando por tu culpa. ¡Animal! –Sacó a ______ de mis brazos y no me negué, no iba a pelear con ella. –______, mírame. –Esta vez, susurrando. ______ siguió instrucciones. –Dime, ¿Qué hace el aquí? –Ambas me miraron. Este era el fin de mis días. Si ______ le decía que tuvimos sexo y ella estaba borracha, va a matarme.

 

-Ayer nos encontramos en el bar, me pidió que habláramos y así lo hice. –Dijo volviendo su mirada a ella. No sabía qué hacer. ¿Estar feliz o triste? Feliz porque no nos delató o triste porque ella está mal.

 

-¿El pasó la noche aquí? –Volvió a subir un poco su tono.

 

-¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Por qué rayos gritan? ¿No ven que estoy tratando de dormir? –Gritó el rizado. Teniendo en cuenta que solo lo cubrían sus bóxers. Luego observó la escena. –M¡erda. –Susurró, pero pude escucharlo. –Nena, ¿Por qué m¡erdas lloras? –Se acercó rápidamente a ella para darle un fuerte y cálido abrazo; lo que produjo en mi algo de rabia.