CAPITULO 16

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Narra Niall:

-Gracias por venir. –Abrí la puerta y le di el paso.

-De nada. –Entro y me regalo una hermosa sonrisa. –Y dime, Horan, ¿Para qué me citaste? –Tomó asiento.

-Mira esto. –Le entregue la carta que ______, me había escrito. Mientras la leía, hacia distintas expresiones con su rostro.

-Ouch, vaya. No sé qué decir. –Me volvió a entregar ese mismo papel.

-Kelly, creo que ya no quiero seguir con esto. Ya no es lo mismo. Ya no me da placer. –Tire el papel y me senté junto a ella.

-¿Dejaras el plan? –Asentí con la cabeza. -¿Y entonces que harás? ¿Renunciaras?

-No lo sé, debo terminar esa película. Faltan unas escenas. Luego de eso pediré algunas vacaciones. Debo despejarme un poco. –Suspire.

-Claro. –Comenzó a jugar con mi cabello. –Te extrañaré. –Dijo coqueta.

-Eres tan excitante. –Me gire poniendo mi peso en ella. Comencé a besar sus labios, luego su cuello, obteniendo leves gemidos. No traía puesto ese uniforme que me volvía loco ya que no estábamos en horas de trabajo, pero aun así esta mujer es excitante. Comencé a acariciar sus senos mientras la besaba y ella acariciaba mi espalda. Comenzó a levantar mi camiseta para acariciar mi espalda mejor, dejando leves rasguños en ella. Y por desgracia, alguien tuvo que interrumpir el momento. –Debes abrir, esta es tu casa. –Susurro en mis labios. 

-Está bien. –Dije de mala manera. Deposite un corto beso para sellar aquel momento y acomode mi camiseta. Aun seguía con la pijama, pero ¿Quién dice que no puedo estar así en casa? Me dirigí a la puerta dejando a aquella hermosa mujer en el sillón, y por sorpresa, me encontré a alguien que no estaba en mis planes ver.

Narras Tu:

-Señorita. –Escuche una voz. –Señorita. –Comenzaron a tocar mi brazo. –Señorita, despierte. –Dijo en un tono un poco más alto. Abrí los ojos y me encontré con aquella amable azafata. –Ya llegamos a Italia. Debe bajar del avión. –Se alejo.

-Gracias. –Alcance a decir. Desabordé y me dirigí al área de recoger maletas. Pude distinguir las mías, ya que su único color turquesa, se hacía ver a varios pies de distancia. Las cogí y busque en mi bolso mi teléfono.

-¿Hola? –Contestaron.

-Hola, Val. Soy yo. Ya llegue a Roma. – Sonreí.

-Me alegro mucho por ti. ¿Cómo estuvo el vuelo? –Pregunto.

-Pues, no lo sé. Llegué dormida. –Me encogí de hombros.

-Bueno, al menos estas bien. 

-Sí, oye, ¿me harías un favor? –Comencé a caminar con mis maletas a la parada de taxis.

-Claro, nena. Lo que sea. –Dijo amable.

-¿Irías a la que era mi casa y buscarías mi pequeña caja? En ella guardo varios recuerdos y mi cámara. Cuando vengas puedes traérmelas. –Llegué.

-Claro que si hermosa. Entonces luego te hablo. –Cortó. 

Logre montarme en un taxi y pedí que me llevaran a un lugar donde pudiera alquilar un auto. Siguió instrucciones y me dejo allí. Le pagué lo que debía y comencé a caminar con mis dos maletas hacia la recepción.

-Hola, eh. Hace algunas horas, reserve un auto a nombre de ______ _______. (TN & TA)

-Si señorita, aquí esta. Tome las llaves y disfrute de su auto. Tiene un tiempo de cuatro meses. Si luego de esos cuatro meses, no paga nuevamente, le quitaremos su auto. –Me entregó las llaves.

-No se preocupe, gracias. –Las tomé y me senté en un pequeño banco. Busque en mi bolso aquel pequeño mapa donde tenía la dirección de aquella casa. No obtuve suerte. –Debe estar en una de las maletas. –Me dije para mí misma. Abrí las maletas, pero tampoco encontré nada. – ¡M¡erda! –Susurré. Me dirigí a la recepción nuevamente y pregunte por el hotel más cerca de por aquí. Que fuera moderno y lujoso, claro. Me dio la dirección y sonreí amablemente. Cerré mis maletas y camine hasta mi auto. Era exactamente el que había ordenado. Moderno, no muy lujoso, negro, buenos aros. Todo para mí. Monté mis maletas y me dirigí a aquel hotel. Me tomo unos quince minutos en llegar.

Narra Niall:

-¿Qué haces aquí? –Pregunte asombrado.

-Vine a buscar las cosas de mi amiga, así que si me permites… -Intentó entrar.

-Eh, eh, eh. –La detuve. –Yo te lo traeré, tú quédate aquí. –Suspiro y cruzo sus brazos. 

-Avanza, no tengo todo el día. –Me di vuelta y me dirigí a la habitación. Pero fue muy tonto de mi parte, ya que la pelirroja aun así abrió la puerta para comenzar a seguirme. Pero para mi suerte, no camino mucho. – ¿No tienes vergüenza? –Escuche un grito que provino de la cocina. Tomé la caja rápidamente y Salí con ella.

-¡M¡erda! –Susurré para mí mismo.

-Te f0llas a esta put^, haciendo que ______ esté toda destruida ¿y aun así te atreves a traerla a tu casa? ¿Qué clase de persona eres? ¡Deberías desaparecer! ¡BASURA! –Me gritó. Cogió la caja y se dio vuelta. Se fue de la casa y restrelló la puerta. 

Ups…

Narras Tú:

Pedí una habitación en el octavo piso. Obtuve mi llave y comencé a subir. Llegue a ese largo pasillo y busque el número de mi habitación. No estaba tan lejos así que no se me hizo tan difícil encontrarla. Introduje la llave en la puerta, pero esta no abrió. La introduje más lento, pero tampoco. Un poco más rápido y tampoco. ¿Qué pasa con esta puerta? Me aseguré de que fuera el mismo número en ambos objetos y lo era. Di varios golpes y hasta jugué con la puerta, pero no obtuve respuesta. Suspiré y me recosté de espaldas a la pared. 

-Disculpe, señorita. Creo que lo estuvo haciendo mal. –Se acercó un chico bastante lindo. Cabello rizado y hermosos ojos verdes. – ¿Me permite? –Me extendió su mano y le entregué la llave. Solo la giró del otro lado y esta abrió de un solo intento.

-¡Oh, Dios! Que inútil. –Reí por lo bajo. Me sentí como una estúpida.

-A todos nos pasa alguna vez. –Sonrió amable mostrando unos hermosos diente

blancos y unos hoyuelos en sus cachetes. Me entrego mi llave y siguió caminando hacia su destino.

-¿Trabajas aquí? –Pregunte haciendo que se volteara.

-No. Vivo aquí. –Sonrió e introdujo su llave a la puerta del lado.

-Oh, bueno, pues gracias, eh… 

-Harry. Harry Styles. –Se acerco a mí y me extendió su mano.

-Harry. –Sonreí. –Me llamo ______. Un placer y gracias. –Sonreí y entre a mi habitación.

-De nada. –Escuche a lo lejos. Entré con mis maletas y las puse a un lado. Verifiqué que todo estuviera bien y así fue. Tenía una cómoda cocina, bonita sala, una hermosa habitación y una hermosa vista a lo que resta de la ciudad. Serian unas bonitas vacaciones aquí. Quizás debo comenzar comprándome una cámara nueva. No sería mala idea.  

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𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘼𝙂𝘼𝙄𝙉 ( 𝙉𝙄𝘼𝙇𝙇 𝙔 ---- )(𝙃𝙤𝙩)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora