CAPITULO 31

209 10 1
                                    

Narra Niall:

No tenía reloj. No tenía la menor idea de la hora que era. Era demasiado tarde, ya no había gente por las calles. Moría de sed. Moría de hambre. Segundos después, sonó mi teléfono. Era un mensaje.

-Te estás metiendo en grandes problemas, Niall. No nos hagas enojar. Att: MT

¿Qué m¡erda pasa con estos tipos? ¿Acaso no tienen más que hacer? Espera… ¿Acaso…? No, no, no. Por supuesto que no. Aquel tipo no puede ser MT. Pero… dice ‘nos hagas’ Osea, ¿Qué son más de uno? ¡M¡erda! Me tengo que ir de aquí y es ¡ya!

Seguí caminando en las direcciones que Kelly me había dado, seguía caminando sin un rumbo, solo quería llegar. Mis pies ya dolían demasiado. Minutos después comencé a ver luces. No podía ser. Escuchaba música. Había mucha gente. Kelly tenía razón. ¡Es una genia! Esto quiere decir que ya estoy en mi lugar. Solo debo quitarme la camisa para que no me vea tan maltratado. Pediré un taxi y este me llevará a mi hotel. Por fin.

Narras Tú:

La mañana siguiente desperté con muchos ánimos. Iría a mis clases de italiano y luego vería al señor Tomlinson. El día está soleado. Es como si el cielo estuviera igual de feliz que yo. Mi amiga seguía durmiendo, así que no planee despertarla. Busqué entre sus cosas y encontré aquella pequeña caja donde guardaba mis pocos, bonitos recuerdos. Cogí mi cámara y las fotografías de Niall y yo. Era duro volver a ver esto, pero ya debería superarlo; el no va a regresar. Las puse en una mesa y me dirigí al baño para cepillar mis dientes. Abrí el agua y luego de hacerlo, puse mis manos en forma de cuna para recoger una cantidad de agua y luego llevarla a mi delicado rostro. Terminé de hacer mis necesidades y Salí en busca de las fotos. Las guardé en mi bolso para que no se me olvidaran y luego fui a mi guardador de ropa y saque unos shorts color purpura y una camisa fucsia. Me puse mis converse y agarré un mentón de mi cabello a un lado. Cogí mi teléfono, mis tarjetas de crédito y mi bolso. Me dirigí a mi amiga y deposité un corto beso en su frente para luego salir de aquella habitación. Bajé por el ascensor y me dirigí a mi auto. Antes de llegar a aquella pequeña oficina que estaba al cruzar dos calles del hotel, me dirigí a un Starbucks que me quedaba cerca. Pedí un frapuccino y un poco de pastel. Solo eso se me antojaba. Lo pedí para llevar y me comencé a comer mi pastel, para luego dar pequeños sorbos a mi frapuccino. Me tomó unos cinco minutos volver a llegar al hotel, pero no me dirigí para allá. Me dirigí a aquel negocio donde me registraría para aprender italiano. Antes de bajar, termine de comerme mi pastel. No quería que me vieran comer, así que me demore unos cinco minutos mas y luego me decidí por ponerme algo de maquillaje, así que me demore unos quince minutos más en bajarme. Cuando por fin lo logré, me dirigí a lo que supuse que era la recepción. En un escritorio se encontraba… ¿Harry? ¿Qué hacia aquí? Comencé a acercarme a él, sin descartar que aun llevaba mi frapuccino en manos.

-¿Harry? ¿Qué haces aquí? –Pregunté.

-¿______? Me alegra verte. ¿Qué te trae por aquí? –Me contestó con una pregunta. ¡Lo que me faltaba!

-Pues me interesaban las clases para aprender italiano. –Sonreí. –Ya que alguien por ahí, habla el idioma y nunca me dice lo que significa. –Me refería a él. Arquee una ceja. El soltó una carcajada.

-¿Pero como sabias lo que decía el rótulo si estaba en italiano? –Preguntó curioso.

-Tengo mis métodos. –Sonreí picara. –Ahora dime, ¿Qué haces aquí?

-Pues mis tíos son los dueños de este negocio y yo de vez en cuando los ayudo. De ahí obtengo mi dinero. Es muy divertido enseñar un idioma. –Sonrió.

-¿Y tú serás el profesor? –Pregunté esperando como respuesta un ‘si’.

-¿Cómo crees? –Soltó una carcajada. –Solo soy asistente, pero cojo las clases con los que no saben nada, así que quizás nos toque juntos. 

-¡Vaya! Qué buena manera de decirlo. –Comenzamos a reír. 

-Ven, regístrate conmigo. Te ayudare. –Sonrió y me entrego una pluma y un papel en el que debía poner mi información. De ahí me escogerían para ponerme en uno de los grupos. 

-Gracias. ¿Y cuando empezamos? –Pregunté mirando mi reloj. Aun tenía que ir donde Louis.

-En quince minutos. –dijo mirando su reloj también. –Debes apurarte a llenar la información. No quiero que te quedes fuera. Esto será muy divertido. –Sonrió. 

-Gracias, Harry. –Sonreí.

-De nada, preciosa. –Sonrió y beso mi frente. 

Narra Niall:

-¿La quieres volver a ver? –Me pregunto llevando un cuchillo a su cuello.

-¡Sí! ¡Por favor no la mates! –No podía mas, mi corazón y mi pecho no podían soportar tanto dolor. Verla ahí, toda maltratada, con un asqueroso hombre que la tuvo secuestrada una semana, la violó y no sé que mas; y ahora le tiene un cuchillo en su cuello. Esto era demasiado.

-Entonces deberás seguir mis instrucciones. –Dijo quitándole el cuchillo del cuello para luego tirarla al suelo.

-¡No lo hagas, Niall! –Me gritó herida. Casi no podía escuchar su voz. Mi rostro estaba empapado de un líquido salado que salía de mis ojos, mi mente ya no podía soportar mucho más.

-¡Hare lo que quieras! –Grite no del todo seguro.

-Bien, pero primero quiero que sepas que si no lo haces, ya sabes lo que va a pasar. Y para que no dudes, te enseñaré lo mínimo que sería capaz de hacer. –Cogió el cuchillo y tomo el brazo de aquella hermosa mujer. Me miró y no lo pensó una vez más. Arrastró el cuchillo por la hermosa y delicada piel de mi amada, dándole paso a chorros de sangre. Comenzó a gritar mientras lloraba, estaba llena de dolor.

-¡______! –Grité con dificultad. Esto sería el fin de mi vida. Un hombre estaba dispuesto a matar al amor de mi vida y eso no lo permitiría. ¡JAMÁS!

----------------------------------------------------------

-¡_______! –Grité nuevamente. Me encontraba en mi cama con la respiración agitada y con falta de aire. Todo había sido una horrible pesadilla. No me quedaba mucho tiempo, debía encontrarla, y era ¡ya! Estaba igual que ayer, mis pantalones rotos, desgastados y maltratados, mis pies muertos de dolor y rostro sangrado. Mi camisa estaba en el suelo. Así fue como logré que me trajera un taxi. Me dirigí al baño y quite lo que traía puesto de ropa. Me deshice de ella y la eché en el zafacón. Abrí la llave del agua fría, y dejé que corriera por cada rincón de mi piel. Quité todo rastro de sangre que se hacía notar en mi cuerpo y pasaba jabón por este. 

VOTEN🍥

𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘼𝙂𝘼𝙄𝙉 ( 𝙉𝙄𝘼𝙇𝙇 𝙔 ---- )(𝙃𝙤𝙩)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora