I Can't Help Falling In Love With You [Terminada]

19. Sus Motivos

Pov Valentina

Sentí que alguien me tocaba el hombro, desperté, era mi madre, estaba sentada a mi lado con un licuado de platano, me senté en la cama y me sonrió.

-Hola, mamá —la salude con una voz ronca y frotandome los ojos.

—Hola, hija —me saludo ella —Toma —me paso el licuado, tomé un sorbo largo —¿Como estas?

—Bien —conteste, se acercó y me acarició la mejilla —¿Como esta papá? —dio un suspiro.

—Igual que siempre, se fue temprano en la mañana —contestó.

—¿Qué hora es? —le pregunté.

—Las 11.

—Ire a ver a Juls y almorzar con ella, para explicarle todo lo que sucedió ayer, debe de estar preocupada —dije.

—Esta bien —me miró con una sonrisa. —¿La quieres? —me pregunto.

—No mamá, yo la amo —conteste —. La verdad nunca pensé que pudiera sentir tantas cosas por ella —le confesé —No se porque papá no acepta que me enamore de una chica y me trata como una enferma.

—Se que actuó mal y tampoco apruebo su comportamiento contra Juliana —me dijo —Pero debes saber algo de él, de su pasado que nunca he contado —dijo, se puso seria —Se que no es un motivo para tratarte de esa manera, pero debes saber por qué de su reacción.

—¿Qué es? —pregunté.

—Fue cuando tu padre tenía 9 años —comenzó a contar —León viene de una buena familia por parte de su bisabuelo, y además es una familia muy tradicional; tus abuelos fueron una familia feliz durante unos años, pero después del nacimiento de Jacobo las cosas cambiaron, meses después tus abuelos comenzaron a tener discusiones muy seguido, según tu padre fue por culpa de tu abuela, ella conoció a alguien y le fue infiel a tu abuelo, este lo descubrió dos meses después; la siguió y vio que se trataba de una mujer que conoció en el hospital donde ella trabajaba como enfermera, la mujer estaba herida y tu abuela la cuido hasta que la dieron de alta y desde ese momento no dejaron de verse. Tu abuelo al descubrilas juntas besándose hecho a tu abuela de la casa frente a tu tío y tu padre, ellos vieron como la maltrato y la hecho con todas sus cosas; él se quedó con la custodia de sus hijos y los crió él solo y nunca los dejó ver a su madre, los crió a su manera y les enseñó lo bueno y lo malo y les enseñó que ser gay era antinatural y que destruía familias, eso aprendió tu padre, tu abuelo le enseñó todo ese odio, excepto tu tío Jacobo. Se que no es una escusa, pero ese es su motivo.

—Por eso nunca habla de la abuela, nunca la mensiona —afirme.

—Así es.

—Solo habla del abuelo y el gran hombre que fue —dije poniendo los ojos en blanco.

—Pero si fue un gran hombre, pero nadie es perfecto —me dijo mamá.

—¿Donde está la abuela ahora? Me gustaría visitarla, solo la vi cuando tu me llevaste y tenía como 5 años.

—Lo sé, recuerdo cuando te lleve, tu padre se puso furioso cuando se entero —dijo  Tenía la dirección en un papel, pero él lo rompió —dijo, me desanime —Pero debes preguntarle a tu tío, el sabe donde vive.

—Genial, iré en estos días a su trabajo y se lo pediré —le dije, le pasé el vaso vacío  Gracias.

—Bueno, te dejo, se que querrás alistarte para ir a ver a tu novia —dijo, me beso la mejilla y salió de mi habitación.

Pov Juliana

Estaba en el balcón mirando la enorme ciudad con una cerveza en la mano, Ruth estaba en la cocina preparando el almuerzo, en eso sonó el timbre de la puerta, Ruth fue la que abrió, seguramente era su novio, yo seguía mirando desde el balcón y dándole sorbos a mi cerveza.

—Es una hermosa vista, ¿verdad? — preguntó una voz que conocía, me gire y ahí estaba Val con esa bella sonrisa, la abrace de inmediato, ella también me abrazo, necesitaba sentír su aroma, se que solo pasó un día, pero la extrañaba, la extrañaba demasiado, segundos después nos separamos, pero lo hicimos lentamente, quedando a centímetros de su boca, ella me miraba y yo solo miraba sus labios, iba a decirme algo, pero no aguante y la interrumpí con un beso, un beso lento, tome sus mejillas para seguir besándola ahora con un poco más de intensidad.

—Disculpen —habló Ruth de repente, se me había olvidado que estaba aquí, Val estaba algo roja de la vergüenza —Pero el almuerzo ya esta listo, por si quieren comer ahora, o pueden comer después y comerce el postre primero —dijo con una sonrisa coqueta, Val se sonrojo más al oír eso último, a mi amiga le gusta molestarme.

—Si, ya vamos a comer —le dije, tome la mano de Val y seguimos a Ruth hasta la cocina, sirvió los platos; era espagueti con albóndigas en salsa boloñesa, a mi amiga le encantaba las pastas, todo tipo de pastas y las cocinaba muy bien, es su especialidad.

—Perdón por no haberte llamado anoche —se disculpo.

—Estaba muy preocupada la verdad, me quedé dormida muy tarde —le dije —¿Que pasó cuando me fui?

—Pues discutí un poco con papá y no dio su brazo a torcer —la mire, parecía muy apenada —Pero el resto de mi familia me apoyo, excepto Braulio, pero me da igual lo que él piense.

—Me alegra que ellos te apoyen —le dije — Pero se que te importa mucho lo que tu padre opine.

—Si, pero no por él voy a dejar lo que siento por ti, me duele su reacción, aunque mi mamá me contó del porqué, pero aún así el no me puede obligar a nada y de alguna manera entenderá que lo nuestro es amor de verdad —dijo.

—Eso espero —le dije.

—Se que lo hará, costará, pero entenderá al final —me sonrió.

—¿Que fue lo que te contó tu mamá? — pregunté curiosa.

Val me contó sobre lo sucedido con su abuela y su abuelo, que lo había engañado con otra mujer y que este le enseñó de cierta forma odiar a los gay, eso me molesto y se veía que a Val también; además me dijo que queria visitar a su abuela y que cuando tenga su dirección que la acompañase, yo acepte con gusto.

Las tres seguimos comiendo y hablando, al terminar Val y yo lavamos la losa y luego fuimos a la sala a ver alguna película, aunque ni si quiera de que película veíamos, por que solo nos besabamos. La noche había caído, quise dejar a Val, pero ella llamó a su chófer antes, este llegó unos minutos y le aviso a Val, me despedí de ella con un beso que no quería que terminará, pero se acabó con la falta de aire, la acompañe hasta donde estaba su chófer esperando, y me dio un corto beso de despedida, pero antes de irse la tomé del brazo y la atraje hacia mi y la volví a besar, besarla era una necesidad, era como el aire que respiraba.

—Ya, me tengo que ir —dijo entre el beso, la calle con otro beso, ella sonrió.

—Quiero invitarte a salir en una cita —le dije, ella se sorprendió —No hemos tenido una.

—Si, me encantaría —me dijo feliz.

—Genial —yo sonreí —Yo te aviso cuando y donde y si es informal o formal —le dije.

—Estaré esperando tu llamada —sonrió, volvió hacer un beso lento, pero con mucho sentimiento —. Que duemas bien.

—Tú igual —beso mi mejilla y se fue antes de que volviera a besarla y lo iba hacer, pero ella fue más rápida, me miró con una sonrisa traviesa y se mordió el labio, subió al auto y se fue, di un gran suspiro antes de entrar al apartamento.

Lo que no sabía Juliana es que alguien la miraba desde la oscuridad y seguía sus pasos.