I Can't Help Falling In Love With You [Terminada]

27. Por Ti

1 mes después

Pov Ruth

Ya había pasado un mes desde que me fui a vivir con Antonio, el departamento que compró quedaba a media hora de nuestros trabajos; Antonio era profesor de educación física y yo enfermería, también quedaba a una hora del apartamento de July, nos comunicamos poco, ya que cada semana tenía diferentes turnos y a veces me llamaban a cubrir a alguna compañera, por lo menos este mes a sido tranquilo, pero extraño a mi amiga, no he sabido nada de ella, hablamos poco por teléfono, se que aún sufre por Valentina. Hoy salí temprano del trabajo por suerte, así que decidí ir a visitar a mi amiga de sorpresa. Maneje hasta el apartamento, estacione y subí hasta el piso 10. No tenía llaves así que toque la puerta, espere, no me abrió, volví a tocar, tampoco me abrió, toque una tercera vez más fuerte, en eso abrieron la puerta.

-¿Por qué metes tanto ruido? —me preguntó Juliana, estaba aún con el pijama, tenía los ojos rojos y el cabello desordenado.

—A mi también me da gusto verte —le dije, rodó los ojos, me dejó pasar —Esta todo tan oscuro aquí —dije, tropese con algo que no vi al dirigirme al ventanal para correr la cortina.

—No, no corr... - no pudo terminar la frase cuando corrí la cortina y la luz ilimino el lugar, me sorprendí al ver todo a mi alrededor, latas de cerveza, algunas cosas rotas, camine hasta la cocina —Ruth —me llamó, pero no la escuche, la cocina estaba sucia, como si no hubieran lavado en un mes, abrí el refrigerador, no había nada, solo más cervezas, Juliana se acercó y cerró la puerta de golpe.

—¿Que está pasando contigo? —le pregunté, puso mala cara, me acerque y me di cuenta que aún olía a alcohol —¿Has comido algo?

—Ahora voy a comer —me contestó, abrió el refrigerador y sacó una lata, la abrió y bebió un largo sorbo —Listo, ya comí —de un manotazo hice que votará la lata —¿¡Que carajos haces!?

—¿¡Que carajos haces tú, Juliana!? — pregunte molesta —El apartamento es un asco, latas por todos lados, si sigues así, un día te voy a encontrar muerta por beber de esa manera.

—No seas tan exagerada —me dijo.

—¿Exagerada, yo? —pregunté —Estas mal Juliana, eres una inconsciente —puso los ojos en blanco —Vine a ver como estabas.

—Pues ya sabes como estoy —dijo, recogió la lata del suelo y bebió lo que le quedaba.

—¡Ya deja de beber! —demande.

_¡¡Y tú deja de joderme la vida!! —me grito más fuerte —¡Ya déjame en paz! Ya me viste y ya con eso es suficiente, estoy bien —dijo bajando la voz.

—No Juliana, no estas bien, tienes un problema, un grave problema —afirme —-Soy tu amiga y quiero ayudarte.

—No puedes ayudarme —dijo apenada, se sento en el suelo de la cocina —La extraño, Ruth —me dijo con lágrimas en los ojos —La extraño mucho.

—Se que la extrañas, pero si sigues así vas a terminar mal —le dije —¿Aún sigues trabajando?

—Renuncie hace un mes —contestó, moví la cabeza.

—¿Y la escuela? —pregunté de nuevo, ella negó —Tienes que recuperar tu vida.

—No quiero —me dijo —Estoy bien así, es lo que merezco, no necesito tu ayuda.

—Sabes que, me aburrí de esto —me levante, Juliana me miró confundida —Se que no quieres mi ayuda, así que voy a tener que pedírsela a alguien más —camine hasta la salida, sentí que Juliana me seguí y me trataba de detener, pero logré salir.