Capítulo 1: El encuentro

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―¿Lo has apuntado todo? ―Me preguntó la voz con dulzura desde el otro lado del teléfono.

―S-Sí. ―Respondí con nerviosismo. Qué estaba haciendo. Esto estaba mal.

―Vale, cariño, pues eso es todo, no te olvides de la cita.

La chica había colgado, pero yo seguía con el móvil pegado a la oreja, observando la información que mis manos temblorosas habían apuntado. No podía creer lo que estaba haciendo. Lo mejor sería volver a llamar y cancelarlo todo. Pero...tampoco era tan malo ¿no?

―¿En qué estás pensando? ¡Claro que es malo! Esto es horrible.

Unos golpes sonaron tras la puerta y Moonbyul pegó un pequeño salto.

―Byul deja de hablar tan fuerte, además, es tarde, vete a dormir.

―Sí, mamá.

Suspiré mientras me tiraba sobre la cama. Me quedé observando el techo como si fuera la cosa más interesante del mundo. No podía hacer aquello, no podía contribuir a la explotación de mujeres solo porque estaba confusa con ella misma. Agarré el pequeño papel que había dejado sobre el escritorio y lo leí. ''Mañana 19:00, Hotel Eclipse, habitación 256, preguntar por Solar''.

Quizás lo mejor era ir y disculparme en persona con la chica, le pagaría por las molestias y me volvería a casa y no pasaría nada. Eso era lo mejor.

Me dormí sin querer con el papel en la mano, no sé por qué mi subconsciente quería jugar de aquella manera conmigo, pero fue la primera vez que tuve un sueño erótico. Encima con una persona que ni siquiera había visto nunca. Repetía su nombre pese a no poder verle claramente la cara. Cuando sonó el despertador me sentí muy desorientada. Hacía unos segundos estaba dentro de una piscina de un hotel de lujo con la tal Solar y de repente me despertaba en mi cuarto. Sola. Será mejor darme una ducha fría.

La mañana se pasó más rápido de lo que esperaba. No paraba de darle vueltas a lo mismo, tenía que ir y cancelar aquello, arreglarlo. Los remordimientos de haber llamado a aquella empresa me estaban matando. ''Utilizan el cuerpo de mujeres para hacer dinero, cómo se te ocurre. Se una chica normal, ve a un bar, bebe y liga''.

Cuando llegué a casa ni siquiera tenía fuerzas para jugar con Sandeul, estaba demasiado nerviosa. Me pasé la tarde dando vueltas por mi habitación, mirando continuamente el reloj. Esta vez, el tiempo pasaba muy lento, pero cuando marcó las 18:15, me levanté de golpe de la cama, estaba temblando. Debía tranquilizarme antes de salir de mi cuarto o mi excusa no sonaría creíble. Vamos allá, respira, tranquila. No va a pasar nada.

―Mamá, tengo que ir a la biblioteca a hacer un trabajo, no sé cuándo volveré, pero no creo que tarde mucho.

Mi madre ni siquiera levantó la vista de su móvil para mirarme, musitó un ''vale, ten cuidado'' y ya. Pues tampoco hacía falta que pareciera tan tranquila.

Llegué en seguida donde estaba el hotel. Tenía en el bolsillo de la chaqueta el papel, arrugado bajo mi puño. Me daba mucha vergüenza entrar y preguntar por aquella mujer, seguramente el recepcionista sabría perfectamente lo que iba a hacer allí. Pero yo no quería hacerlo, solo iba a disculparme y decir que había actuado sin pensar.

Pero mis piernas no reaccionaban, estaba parada delante de la entrada sin poder moverme. ''Venga, Byul, no pasa nada, puedes hacerlo''. Pero no podía. Quizás no pasaba nada si simplemente me daba la vuelta y me alejaba de allí, sería de mala educación, pero seguro que no sería la primera persona que daba plantón a alguna de esas chicas. O quizás podría irme y llamar pidiendo disculpas por no haber podido ir. Me daría miedo decir la razón real por si se reían de mí. Pero qué más daba, si ni siquiera conocía a esa gente.

You're my doom [MOONSUN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora