Prólogo

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"Sally Face..."

Se encontraba en la puerta de una escuela básica donde todo parecía tres veces más grande que él. Se llevó las manos a la cara, donde yacía su prótesis que tapaba los vendajes mojados por sangre. Su cabello aun yacía un poco corto, su altura era pequeña y solo escuchaba a su padre animándolo a entrar, mientras que un montón de niños le esperaban en el patio del receso. Debían tener su edad.

Sally solo avanzó hacia el lugar. Los niños le miraron raro. En cuanto llegó, se sentó en un banquillo. Una niña de cabello castaño y vestido fucsia largo se sentó junto a él.

      —¡Hola! Mi nombre es ****, ¿cuál es el tuyo?— el desagradable ruido que no le permitió escuchar el nombre de la chica le hizo zumbar un poco la cabeza.

      —Sal Fisher...— susurró.

      —¿Por qué usas máscara?— claro, la chica no se iba a andar con mucho rodeo. El chico suspiró.

      —Es una prótesis— contestó él, a la vez que la niña le sonreía.

      —Creo que es genial.

Sally había escuchado eso en algún lado antes.

      —¡Oye! Fenómeno.

Sí, eso de seguro lo había escuchado desde siempre... ¿o no?

Pudo observar como dos chicos más grandes que él le tomaban del brazo.

      —¡Suéltame!- exigió Sally, pero su fuerza parecía insignificante comparada con la de aquellos matones.

      —Sácate la máscara. ¡Sácatela!

Sintió como uno de ellos lo afirmaba y el otro le desabrochaba las correas de la prótesis. Sally solo pudo moverse de un lado a otro, hasta que su prótesis salió por los aires y se partió. Los bullys lo soltaron y cayó directo al suelo. Su mirada se fijó en la prótesis rota, metros lejos de él. Pero en cuanto se levantó para ir a buscarla, tropezó, viendo como los niños que lo rodeaban ahora eran enormes sombras.

      —Dios, ¿qué pasó con su cara?

      —¡Es un monstruo!

      —Que asco...

Cada palabra hizo que se encogiera en dónde estaba y agachara la cabeza, tratando de esconder su desfigurado rostro que, de pronto, ya no tenía las vendas.

      —Raro.

      —Fenómeno.

      —Deforme...

      —Sally Face...

      —Sally Face.

¡Sally Face~! ¡Sally Face~!

El nombre pareció repetirse tantas veces en su cabeza que podía sentir sus oídos zumbar. El apodo cobró fuerza, y en cuanto quiso levantarse para correr hacia su prótesis rota, cada paso que daba parecía eterno. Se tiró de rodillas, sintiendo como el cabello se iba hacia su cara... ¿tenía sus coletas de vuelta? No dudó en tomar una con cada mano y cerrar los ojos.

      —Hey, amigo, creo que se te cayó esto...— la voz de Larry hizo que levantara la cabeza y viera como el castaño le extendía la prótesis.

      —Larry... gracias al cielo, pensé que—

      —¡¿Qué demonios?!

Sally vio como Larry soltó la prótesis y le miraba directo a la cara, con asco, disgusto... con miedo. Como si mirara a un fenómeno, al monstruo más horrible que existía.

      —L-Larry...— Sally intentó tocar la mano de su amigo, pero éste retrocedió, con una cara de disgusto que lo hizo querer llorar.

      —¡No me toques!— ante la petición de Larry, solo pudo devolver la mano hacia su cara y tratar de esconder su desfigurado rostro— No soporto verte...

      —No, Larry, ¡espera!— vio al castaño alejarse por un pasillo oscuro, y Sally solo extendió su mano hacia él— Larry, ¡Larry! Espera, ¡vuelve! Yo...

      —No sigas intentando, Sal... yo jamás podría ser el mejor amigo de alguien como tú.

Ante esas palabras, Sally solo se abrazó a sí mismo y cayó de rodillas. La sensación de frío lo rodeó de pies a cabeza, su corazón iba a mil por hora. No pasó ni un segundo sin dejar de sentirse una abominación. Había perdido a su amigo. El corazón se le encogió y comenzó a llorar irremediablemente. Larry se había ido, jamás volvería, todo por culpa de su rostro.

Maldito rostro.

      —Hijo...

La dulce voz de su madre le hizo voltear. La mujer se encontraba parada a mitad de la oscuridad, apoyando la mano derecha en uno de sus hombros. Su rostro estaba completamente tapado por la oscuridad que ahora rodeaba el ambiente.

      —¿Mamá...?- preguntó Sal, tomando su mano tembloroso.

      —¿Por qué me hiciste ésto?- preguntó su madre, y Sally tembló.

      —Mamá... y-yo...

Y antes de que pudiera hacer algo, su madre le tomó de los hombros con fuerza y reveló su rostro, desfigurado con la carne viva y sangrante, con dos cuencas vacías y los dientes a flor de piel. Sally se quedó inmóvil y con la piel congelada mientras que sentía como su madre lo sacudía con fuerza.

      —TE ODIO, ¡TE ODIO! Todo ésto... ES TU CULPA.

Y en un último grito horrible que lo hizo temblar de pies a cabeza, despertó de golpe, sudado y con la respiración agitada. Se sentó en la cama y comenzó a buscar rápidamente la prótesis. No tardó en ponérsela y alcanzar a abrazar sus rodillas... ¿por qué las pesadillas tenían que ser tan horribles?

La alarma de las 7:00 A.M comenzó a sonar.

¿Por qué tenía que ser un día lunes de escuela? Sally suspiró pesadamente y apagó la alarma de golpe.

•†• Memories & Dreams •†• || Sally Face Fanfic  #SallyFaceAwards2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora