2- Pasión

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Llegamos al hotel " The breakers Palm Beach" reconocido por su ubicación frente al océano y su particular arquitectura; por supuesto al tener tantas cualidades nos podemos imaginar lo caro que valía pasar una noche entre sus cedosas sábanas, sin embargo a pesar de que una persona común como yo solo podría soñar con visitarlo, se notaba a leguas su estadía en tanto lujo, pues nada más llegar lo saludaron como si fuera familia y le ofrecieron sus servicios con toda la atención posible.

— ¿un hotel? —pregunté confundida pensé que iríamos a su casa, a ver, sé que él se hospeda aquí pero pensé que para un secuestro era mejor un lugar oculto, no aquí en medio de tanta gente, tan público.
Quedé sumida en mis pensamientos hasta que el me detiene frente a la suite presidencial, por supuesto que no podía ser otra, él no podría ir a una habitación normal como el resto de los mortales.

— ¿ qué esperabas? Que te llevara a mi casa...lo siento nena, pero no llevo extrañas que me persiguen al lugar donde vivo, lo siento si te confundí — siempre sarcástico, ahhh que odio le tengo, sino fuera por el dinero y que no sé de qué forma salir viva de esta, ahora mismo lo estaría mandando a la mierda.

— no muñeco — me acerco a su pecho presionando con mi índice su musculoso pectoral mostrando mi enojo, el cual en momentos como estos toma el control haciéndome decir cosas que no debería — lo único que esperaba era tomarme mi tequila tranquila hasta caerme de la borrachera, para llegar a mi casa directo a dormir y olvidarme del infierno que es mi vida. — me arrepentí al instante de mis palabras, fueron demasiado sinceras y lo menos que necesito es que un extraño al cual tengo que engañar sepa algo de mi miserable vida.

—o sea que me buscabas por dinero — dijo serio. Claro no podía llegar a otra conclusión que no fuera relacionada con su billetera

— que no...solo quería refrescar un poco, y que nos hayamos visto otras veces debe ser porque vivimos cerca y tenemos cosas en común nada más... No te creas el centro del mundo.— sí como no, vivimos súper cerca, él en la élite y yo en la parte oscura de Miami

Asiente, al parecer lo he convencido.

— Invéntate una más creíble— Se acercó hasta casi pegar su rostro al mío provocando escalofríos en todo mi cuerpo al sentir su respiración tocar mi piel—Hasta que eso no ocurra o me digas la verdad no saldrás de esta habitación
— pero qué dices? No puedes hacerme esto, es ilegal — La risa que me devuelve demuestra lo poco que le importa si esta violando la ley, por primera vez en la noche experimento el miedo— Estás loco, es la única explicación que se me ocurre para tu actitud.
— Ya te dije lo que debías hacer, no me gusta repetirme.

Ordena dejándome en shock y sin saber que camino elegir, tendré que inventar una buena si quiero salir viva de esta.
Mientras se baña, aprovecho para ver bien el lugar, después de todo no sé si volveré a estar rodeada de tanto lujo , tenía muchas cosas bonitas pero lo que más me llamó la atención era la vista que había desde el balcón, estaba enajenada con el olor a mar, la brisa provocando más nudos en mi despeinado cabello, el sonido de las olas, esto sí era vida, de pequeña siempre fue mi sueño tener una casa, así fuera pequeña frente al mar, dónde mi familia pudiera ser feliz y libre de la represión de la ciudad. Salgo de mi ensoñación cuando lo siento azotar la puerta del baño, al parecer le molestó que husmeara por aquí, así que vuelvo al ataque, ganando algo de tiempo.
— Estoy demasiado cansada para seguir con tu interrogatorio. Lo mejor es que me vaya y mañana podemos encontrarnos y conversar en un café como personas normales
— Si estás tan cansada puedes dormir aquí, mañana en cuanto amanezca arreglaremos cuentas.— su cuerpo solo era cubierto por una fina toalla en la región de su miembro el cual se marcaba a través de esta, me estaba entreteniendo pidiendo a la suerte que me acompañe y que entre un aire por la ventana que le quite la protección, las gotas de agua caían de su mojado cabello sobre su pecho musculoso marcando su perfecta anatomía. Despierta Verónica, te está distrayendo a propósito, si caes estarás con la boca llena de moscas mañana

Atrapada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora