Extra I

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Chris

Me miro en el espejo y contemplo mi rostro, pensando en lo que estoy a punto de hacer. Me observo con detenimiento antes de tomar la decisión. Estoy haciendo lo correcto.

Cojo la máquina de afeitar y me deshago de mi barba. Espero que mi madre no me vea así, o no me dejará que vuelva a crecer.

Salí de la habitación y me dirigí al coche, cuando estaba ya sentado me di cuenta de que no había cogido todas mis cosas, y de que había dejado media casa abierta. Joder. Tengo que calmarme.

Vuelvo a entrar en la casa, tomo mi maleta y, cuando voy a salir veo como Dodger me mira con su correa en la mano. ¿He estado a punto de olvidarme de mi hijo perruno? 

–Ven aquí colega –le dije haciéndole señas, cuando veo que iba a abalanzarse sobre mí, le detengo. –ahora no amigo, tengo que estar presentable. –me miro en el espejo y me ajusto la corbata antes de volver al coche, esta vez, sin olvidarme de nada ni nadie.

El camino de ida no me ayuda para calmar mis nervios.

Recuerdo el día en que me presenté para mi primer papel en Hollywood, una serie cutre para la que consideraron que yo no daba la talla. Era mi primera audición y estaba nervioso. Hoy era como si rememorara ese día.

Llegamos a mi destino y aparco el coche en la plaza de garaje que tengo asignada, ayudo a Dodger a bajar y cuando iba a coger mis cosas veo como la morena de mis sueños aparece delante mio. Lo primero que hace es fruncir el ceño.

–¿Te has afeitado? –preguntó mientras me ayudaba a bajar las cosas, Dodger ya había aprovechado que Sarah había abierto la puerta del garaje para entrar en su casa.

–Sí, pensé que necesitaba un cambio. –fue lo único que respondí 

–Ah vale, yo pensé que era por el hecho de que ibas a conocer a mis padres, porque también te has puesto un traje.

–¿Tan ridículo estoy? –suspiré ante el evidente hecho de que parecía un gilipollas integral.

–No he dicho eso –Sarah rodeó mi cuello con sus brazos y empezó con un largo y profundo beso, que por desgracia me vi obligado a terminar, lo último que quería es que sus padres nos encontrasen de esta manera –Christopher, mis padres te querrán tal y como eres, con o sin barba, y con o sin traje.

Entramos en la casa de Sarah y me ayudó a deshacer mi maleta, ya que teníamos un largo puente por delante y planeábamos pasarlos juntos en su casa.

Sus padres estaban a pocos minutos de venir,  eran las presentaciones formales, y estaba totalmente cagado, no podía controlar mis nervios, y más cuando Sarah me dijo que sus hermanos también iban a estar.

Estaba solo ante el peligro, porque la única con la que sabía de seguro que podía contar, estaba a miles de kilómetros estudiando.

–Chris –Sarah me abrazó –mi padre te hará muchas preguntas, pero solo tres de ellas importarán.

–¿Qué preguntas? 

–Sabrás cuáles son cuando te las haga, pero no te preocupes, se perfectamente que lo harás bien.


La primera vez que vi a Sarah, no pude dejar de mirar su cuerpo, era toda una belleza.

Después de la primera noche juntos, me di cuenta de que era algo más que guapa: era determinada, fuerte, amable, agradable, meticulosa, productiva, protectora, minuciosa, interesante, leal, justa... lo tiene todo.

Quien no arriesga... (Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora