Decimocuarta Alma.

1.4K 244 27
                                    

                                          『❝Cuando muera, quiero que escriban en mi lápida: Les dije que me sentía triste❞』

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                                         
『❝Cuando muera, quiero que escriban en mi lápida: Les dije que me sentía triste❞』

                         
Tres toques leves en su puerta hicieron que SeokJin se despertase de su ensoñación. Lentamente, dejó la cuchara en el plato y luego agudizó sus sentidos, intentando saber por medio de su olfato quién se encontraba fuera, pero no logró demasiado.
                        
El aire del ambiente era demasiado denso y los olores tardaban demasiado en llegar, y él tenía la nariz bastante tapada. Su mirada se dirigió a un pequeño tarro del que sacó dos muñequeras, y se las acomodó una en cada mano. El terciopelo suave fue como una caricia a su rígida piel, que últimamente permanecía fruncida.
                         
Negó levemente y dedicó una última mirada a la langosta que estaba en su mesa, y luego se dirigió hacia la puerta, dispuesto a saber quien era, pero al mismo tiempo, rogando porque no fuera su madre ni ninguna otra persona. Para su suerte, la persona que vio hizo que una sonrisa apareciera en su rostro, sus ojos se achicaron y sus dientes se hicieron visibles, pues Mirna era quien estaba ahí.
                         
Aunque aquella expresión no duró mucho, y desapareció instantáneamente al observar la contraria. Mirna se hallaba con el entrecejo fruncido y los labios apretados en una fina línea, sus hombros estaban tensos y ella estaba recta. En sus ojos no había la habitual emoción, y eso alertó a SeokJin, que simplemente abrió un poco más la puerta invitándola a pasar.
                         
Ésta se negó inmediatamente y le hizo una seña al mayor.
                         
─Yo... Venía a buscarte porque me mandaron a llamarte ─Se apresuró a aclarar al ver que SeokJin no entendía muy bien lo que estaba pasando.
                         
─Ohm... ─Sus mejillas se sonrojaron, convirtiéndose en dos deliciosas manzanas que la omega tenía ganas de morder─, ¿P-Puedo saber quién me llamó? ─Preguntó discretamente, con la leve inseguridad de que sería rechazado.

                         
─Abajo hay personas que quieren verte ─Aclaró rápidamente, una de sus manos se dirigió a la de SeokJin, y una vez estuvieron unidas, ella la apretó un poco e intentó jalar al menor hacia afuera, que bruscamente intentó retroceder.
                         
─Q-Quien... quiera que sea, y-yo... No quiero ir ─La negativa del omega hizo que Mirna soltara un fuerte suspiro, decidida a no perder la paciencia, lo cual era el parecer bastante difícil.
                         
El omega había hecho amago para cerrar la puerta, pero afortunadamente, poniendo un pie en medio de ésta, a pesar de haberse ganado un buen golpe, impidió que éste pudiese escaparse de ella. SeokJin le dirigió un destello de mirada traviesa que no duró mucho, porque rápidamente su mirada volvió a ser tímida y reservada.
                         
─¡Vamos! ─Ordenó ella, ignorando el hecho de que le había alzado la voz a alguien mayor que ella, y en todo caso, era un irrespeto.
                         
SeokJin tardó en reaccionar, y entonces ya estaba caminando por el pasillo y estaba lejos de su cueva, también llamada habitación. Apretó los labios en una línea tensa, pensando en qué estaba pasando, ¿Alguien quería verlo? No tenía sentido, puesto que él no conocía a nadie, y las personas de la manada a pesar de saber de su existencia, simplemente optaban por ignorarlo, aunque aún no sabía porqué.
                         
De todos modos, tan perdido en sus pensamientos estaba en sus pensamientos que no notó que ya se hallaba bajando las escaleras, y con nerviosismo intentó librarse del agarre de la omega, pero no lo logró, a pesar de que quiso. ¿Y si era algo importante? No. No podía ser tan iluso, pero, entonces, ¿Qué era?
                                                   
─No estés inquieto ─Recomendó en voz baja, como si estuviera guardando un secreto que no debía salir a la luz─. En unos segundos sabrás porqué te traje aquí ─Su tono de voz cambió de uno totalmente sereno, a uno duro e impaciente, y nuevamente hizo que SeokJin se replanteara la pregunta inicial.

Almas gemelas (adaptación) mygxksj.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora