SeokJin siempre ha sido la sombra de su hermano gemelo, JinSeok; ambos nacidos como omegas de la misma madre, a pesar de tener el mismo rostro, sus vidas eran muy diferentes. JinSeok, el hijo preferido, SeokJin, el hijo olvidado por todos, ambos tan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
『❝Que suerte ésas personas que no tienen que llorar hasta dormirse❞』
Una vez la puerta fue cerrada, el ambiente se tornó tenso y pesado, tanto así que el omega sintió como su lobo volvió a desaparecer, huyendo de algo que no sabía cómo manejar. Le había dejado bastante picado aquello que había causado YoonGi en él después de haberle hablado.
Relamió sus labios receloso y volteó a ver ligeramente a YoonGi, que mantenía aquella expresión estoica tan característica suya y fingía que él no estaba ahí. Quiso hacer un puchero, pero pensó que se vería demasiado ridículo haciéndolo, así que se contuvo apretando sus labios.
Su mirada comenzó a examinar cada rincón de la casa, curioso de qué había en aquel terreno desconocido que se estaba muriendo por explorar, quisquilloso y detallando minuciosamente cada pequeño detalle, que más tarde dibujaría en la libreta que SeunGhee le había dado. ¿Quién lo pensaría? Que una simple libreta que había sido utilizada como una distracción terminaría siendo una posesión tan preciada para el pequeño omega.
YoonGi sólo frunció el ceño después de un tiempo y dirigió un rápido pensamiento a SeokJin, para luego darse media vuelta, dispuesto a salir. El omega al ver que el alfa ya iba a irse se puso en modo de alerta y él imitó su acción, estirando inútilmente una mano para poder alcanzarlo y así detenerlo.
El alfa arqueó una ceja al sentir el ligero toque de SeokJin que quemó en su piel, a pesar de no haber sido mucho tiempo, y apartó la mano bruscamente, asustando un poco a SeokJin que se había comenzado a acostumbrar a la tranquilidad de la casa.
─H-Hyung, yo... ─Habló ligeramente SeokJin , tartamudeando un poco en el proceso gracias a su nerviosismo.
─Silencio ─Ordenó, firme─. No abras ninguna puerta, no toques nada, no te muevas por la casa, no desordenes, no ensucies, no hagas mucho ruido, y quédate aquí ─Las órdenes fueron soltadas una tras otra, que SeokJin se exaltó y sorprendió por lo automático que YoonGi parecía al recitar eso, casi como si fuera un simple robot, pues en su rostro tampoco habían emociones que lo delataran.
Tímido, movió su cabeza en un ligero vaivén de arriba abajo hasta que YoonGi captó el mensaje y se volteó, para seguidamente salir de la casa en dirección al patio, de nuevo hacia la tumba de su prometido. No le apetecía lidiar con el menor, y mucho menos con sus problemas. Quería escapar, dejar todo a un lado, pero no podía.
Le había hecho la promesa a JinSeok de que se mantendría firme en sus decisiones y seguiría caminando hacia adelante, avanzaría. Pero no lo olvidaría. De una cosa a la otra, había una gran brecha que el mayor no estaba dispuesto a cruzar, porque lo creía mejor así.
Cuando salió al patio y cruzó el camino que había diseñado, las gotas de agua comenzaron a atacar su piel dolorosamente de nuevo, pero él ni si quiera se inmutó y solamente se concentró en ir a donde quería, ignorando que su traje se estaba empapando, y que, al estar en un jardín rodeado de tantos árboles, se exponía a que un rayo pudiese hacerle daño.
─Hyung... ─Murmuró SeokJin para sí mismo una vez que el alfa estuvo fuera de su vista─, a pesar de que está lloviendo, usted salió ─Dijo a la nada, incómodo por aquel silencio tan ruidoso, sintiendo la necesidad de hablar con alguien, aún si sólo era él mismo─. Es realmente descuidado... ─Bostezó─, usted es realmente... realmente descuidado...
El omega permaneció en el lugar en el que YoonGi le había ordenado quedarse, no queriendo causarle problemas al mayor, observando la puerta entretenido, atento, como si de un momento a otro el mayor fuese a aparecer por esa puerta.
Incómodo y cansado de estar parado, se sentó en el piso, aún mirando la puerta, esperando que YoonGi volviera, y al mismo tiempo, relajándose poco a poco conforme pasaba el tiempo, pues el repiqueteo de la lluvia era una hermosa melodía que no se cansaría de escuchar nunca.
─Hyung... Usted se va a enfermar ─Susurró, cerrando sus ojitos, estirándose, y sorprendiéndose porque no había notado en qué momento él había terminado acostado en el piso─, ¿Se molestaría si duermo aquí un rato? ─Se preguntó entonces a sí mismo, sintiendo sus párpados pesarle y su cuerpo demasiado cansado.
Ya ni si quiera estaba pensando en el hecho de que no le causaba ningún conflicto el quedarse en la casa de su mayor, aún con todos los pensamientos tóxicos que tenía hacia él, ni tampoco en el hecho de que no tenía su cuaderno, y ese era el único medio que tenía para desahogarse.
─Hyung... Usted debe entrar pronto... ─Y luego de decir eso, simplemente soltó un fuerte suspiro y se dejó caer en los brazos de morfeo, aún en aquel frío suelo, y con las prendas que a duras penas lograban brindarle un poco de calor.
SeokJin siempre había pensado que cuando estaba dormido el tiempo pasaba más rápido. Fue por eso que él siguió derecho, sin pensar en qué tan tarde era, o en alguna otra cosa parecida, simplemente concentrado en descansar, y aún a pesar de las condiciones, él se estaba sintiendo bien y a gusto, estaba durmiendo tranquilo por primera vez en su vida.
Tal era el sueño profundo del omega que no se dio cuenta cuando aquel aroma a menta y petricor invadió el ambiente, ni escuchó el chirrido de la puerta al ser abierta de par en par, dejando a la vista a un alfa que estaba empapado, aparentando haber entrado a la ducha con todo y ropa, y que también estaba tiritando.
No había pensado muy bien aquello, y al fin y al cabo, había terminado regresando al mismo sitio en donde inició, porque SeokJin aún estaba en aquella casa y los miembros del concejo esperando a que la forzosa relación entre SeokJin y él rindiera frutos.
─Ah... No puede ser ─Se lamentó en voz baja, procurando no perturbar el sueño del omega, aunque pensaba que era difícil, pues parecía estar en coma─. ¿Por qué tomaste tan literal lo de «No moverte de aquí» ? ─Su ceño se frunció al ver que el omega se removió en el piso y se abrazó a sí mismo, buscando cobijo.
─Hyung... ─Sus pequeños labios se abultaron y el mayor no supo cómo reaccionar, más que haciendo una mueca que no buscaba nada en especial.
─Al parecer eres un omega bastante problemático ─Soltando un suspiro, se encaminó hacia SeokJin.
Aún tiritando, le dirigió otra mirada furtiva y luego se agachó, pasando sus brazos por debajo del cuerpo del menor que inmediatamente se despertó, pero al percatarse que estaba en brazos de YoonGi, no abrió los ojos, queriendo disfrutar la fría sensación que a pesar de todo, era extrañamente cálida.
» Los primeros pasos siempre son importantes.
» Tienes razón.
『❝Si de los errores se aprende yo debo ser la persona más inteligente de la tierra❞』
