SeokJin siempre ha sido la sombra de su hermano gemelo, JinSeok; ambos nacidos como omegas de la misma madre, a pesar de tener el mismo rostro, sus vidas eran muy diferentes. JinSeok, el hijo preferido, SeokJin, el hijo olvidado por todos, ambos tan...
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『❝Si estamos destinados a estar juntos, ¿Por qué estamos tan lejos?❞』
Los rutilantes ojos de Rain lo primero que hicieron al entrar a la casa, fue buscar a SeokJin con la mirada desesperadamente, necesitando ver al cachorro para poder calmar a su ansiosa loba.
Grandioso para ella fue descubrir que el pequeño estaba a pocos pasos de esta, y que sin pensarlo al verla se lanzó para darle un fuerte y efusivo abrazo que intentó dejarla sin aire.
Claro está, que no pudo.
─¡Noona! ¿Qué hace usted aquí? ─Preguntó el pequeño SeokJin, escondiéndose en sus cómodos pechos, como un cachorro en busca de protección de su madre.
─Los ancianos del concejo me enviaron a entregarle unos papeles a YoonGi ─Ante la mención del nombre, los latidos de SeokJin se volvieron irregulares y su aroma cambió a uno más... mojigato, por decirlo de alguna manera─.¿SeokJin? ─Impresionada la alfa, intentó separarse un poco del menor para poder olisquear la glándula que tenía en el cuello.
Cuando estaba a punto de lograrlo, un carraspeo y un gruñido la interrumpió de improvisto. Hubiese sido subyugante, de no ser porque ella era una alfa de mayor rango que Min, y no solo por el hecho de ser una alfa de sangre pura, sino también porque el otro era muy jóven e inexperto aún. Ésta le devolvió un suave gruñido que no buscaba intimidar al otro.
No quería dañar su orgullo ni comenzar una pelea, pero SeokJin percibió lo contrario, por lo que inmediatamente se separó de Rain para poder darle una mirada tranquilizadora a YoonGi.
Instantáneamente su aroma a duraznos se volvió más dulce y seductor buscando mandar al Alfa una señal de tranquilidad, lo que alertó a la alfa mayor para darle una mirada de muerte al otro.
─Min YoonGi, ¿Qué demonios le hiciste a mi bebé? ─ La calma con la que cuestionó al mayor erizó los vellos del más bajo.
Éste se paró aún más desafiante y ella se acercó a él, dejando a SeokJin de lado, utilizando la ventaja de altura que le daban aquellas botas de tacón y dejando salir su arrasador aroma a lluvia.
─Yo no le he hecho nada a «tu bebé», alfa rid... ─Antes de que pudiese continuar, Rain posó una mano en su cuello, amenazante, presionando con garras, rabiosa.
─Que sepas que si por tu culpa veo a este omega sufriendo, no serás nada más que un lindo tapete con el que limpiaré la mierda de mis zapatos cada vez que vuelva a mi casa ─Dijo en un leve pero amenazante rugido.
