Decimoquinta Alma.

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                                    『❝Una vez que aceptas que tus padres no te quieren ya no duele tanto❞』

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『❝Una vez que aceptas que tus padres no te quieren ya no duele tanto❞』

                   
   La suave brisa acarició su rostro como si fuera una tela de suave terciopelo, y se amoldó a su calor perfectamente, haciendo que un escalofrío infundado se esparciera a lo largo de su columna y finalmente se repartiera por todo su cuerpo.
                
El día estaba especialmente gris, como solía ser en la manada, y YoonGi nunca pensó que pudiera sentirse identificado o mucho menos con la forma que tenían las nubes, y mucho menos su color, pero es que así era. Desde que JinSeok se había ido, su vida era totalmente monótona, y los colores que JinSeok había adicionado a su miserable existencia, ahora ya no estaban: Se habían ido con él.
                   
Su vida se resumía a un constante color gris. Ahora era monocromática, y no tenía nada de especial.
                   
   ─Te extraño un montón ─Dijo, acomodando los lirios blancos en la tumba simbólica que él había mandado a hacer en secreto, días después de la tragedia─. ¿Por qué te fuiste? No lo entiendo ─Mordió sus labios momentáneamente, aplicando un poco de saliva para que no se agrietaran tanto.
                   
Sabía que JinSeok no le iba a responder, ni mucho menos, pero de alguna manera, hablar con él se había vuelto parte de su rutina, y se sentía bien haciéndolo, aunque sabía que estaba mal, porque se estaba aferrando al recuerdo de algo que pudo ser, pero que finalmente, no fue.
              
Limpió lentamente el poco polvo que estaba ensuciando su pequeño y blanco altar, y con su mano apartó algunas hojas rebeldes que habían ido a parar ahí, y que ya se encontraban marchitas, dañando el colorido arreglo del lugar. Una sonrisa desganada y sin gracia salió de sus labios, ¿Qué debía hacer si se estaba sintiendo tan mal?
                   
─Estoy tan confundido, amor ─Una lágrima salió de sus ojos sin que él pudiera detenerla, pero no quería hacerlo tampoco. Sollozó, y sus ojos comenzaron a picar─. No sé qué hacer ─Se lamentó─. Ellos me quieren arrebatar tu recuerdo, y quieren que olvide mi amor por ti... Y yo... N-No... Y-Yo n...no quiero hac-cerlo ─Conforme fue hablando, su voz se fue rompiendo, al igual que él. Un nudo se alojó en su garganta, y él fue incapaz de contenerse por más tiempo.
                   
Las lágrimas ahora resbalaban por sus mejillas libremente, y la brisa cada vez se volvía más intensa y constante. Un trueno sonó bastante fuerte, haciendo que YoonGi se exaltase por el repentino cambio de melodía del ambiente, pero no hizo gran cosa, tampoco.
                   
─Ellos... ─Sus manos se dirigieron de nuevo al arreglo en donde estaba su nombre y fecha de nacimiento, acariciando levemente las letras hechas en forma de hendiduras en la piedra blanca─, e-ellos quieren que yo me amolde a tu hermano ─Continuó─. Quieren que lo vea como un reemp-plazo, pero yo no puedo ─Sollozó, más fuerte─. Nadie lo dice en voz alta, pero todos saben que ese muchacho solamente está siendo usado porque tú no estás aquí. Me da pena que él no lo sepa, pero por respeto a lo último que me pediste, yo me mantendré al margen, amor ─Una gota de lluvia que dio pie a muchas más estalló contra su piel, y él supo entonces que era momento de abandonar el hermoso arreglo que había hecho en el patio de su casa.
                   
Se levantó, no sin antes despedirse de su amado y acomodar el anillo de bodas que había dejado a la deriva en un pequeño frasco, para que así éste pudiera protegerse de la lluvia y no perdiera su color, y luego acomodó el propio mientras caminaba hacia la entrada a su casa.
                
Conforme caminaba, la lluvia se iba haciendo más fuerte, y en cuestión de segundos ésta se fue haciendo más y más fuerte hasta que finalmente, más que gotas de agua, parecían pequeños puñales clavándose en su piel dolorosamente. La tierra comenzó a alborotarse y un delicioso aroma a petricor invadió el ambiente, y YoonGi no pudo evitar dar una profunda respiración, pues a eso olía él, y también, era su aroma favorito.
                                     
Pero aquella acción desencadenó algo más, e impresionantemente, él se encontró captando varios olores reconocidos en el interior de su casa, que estaba seguro, no había invitado ni nada parecido. Inhaló fuertemente de nuevo, captando el olor de un alfa de sangre pura y de uno nacido, dándose cuenta de que si personas así estaban en su sala, no podía significar nada bueno.

Su empapada cara fue levemente secada con la tela de su camisa humedecida, y logró disimular las lágrimas recién caídas, confundiéndose con la lluvia que caía fuerte. Sabiendo que no los podría evadir por mucho, pues ellos ya sabían que él estaba ahí, simplemente abrió la puerta, importándole poco que los hombres del concejo vieran su aspecto tan descuidado y poco formal.

Algunas gotas cayeron de su empapada ropa al piso, humedeciéndolo, pero no le prestó atención al desastre que estaba haciendo, y en cambio toda su concentración se fue al pequeño omega que dudoso, se escondía detrás de una mujer bastante alta e imponente, que pudo catalogar fácilmente como una alfa de sangre pura por el olor que ésta desprendía.

   ─Joven Min ─Saludó uno de los hombres del concejo, haciendo una leve reverencia, siendo imitado por el menor.

   ─Señor EunHyuk ─Devolvió Min, bastante formal y educado, dejando una buena impresión a los alfas ahí presentes.

Su mirada se paseó de uno en uno, contando seis personas en total: YoungBae, SeungHyun, EunHyuk, MinSeok, Rain y por último, SeokJin, que lo miraba con la misma mirada esperanzada que tanto apenaba a YoonGi, y hacía que éste sintiera lástima por él. Lo que más le llamó la atención era que el omega ya no olía tan fuerte, su aroma no era hostigoso ni nada parecido, era leve, sublime, pero al mismo tiempo era notorio.

Era un aroma conocido.

   ─Se preguntará qué estamos haciendo aquí ─Continuó EunHyuk─. Mis compañeros y yo ─Conforme el mayor seguía hablando y miraba a SeokJin pequeños lapsos de tiempo, YoonGi pudo decidir que él definitivamente, no diría nada agradable─, pensamos que es buena idea que usted y SeokJin comiencen a forjar una relación estrecha.

   ─¿Ah?

   ─Dentro de poco tiempo será la Luna roja, y será tiempo de apareamiento en la manada ─Explicó─, y con ello, se dará su boda.

   ─¿Boda? ─Dijo─ ¡De qué demonios están hablando? ─Habló, un poco más fuerte, exaltado y al mismo tiempo, molesto.

   ─Puedo notar que no le agrada la idea.

   ─¿En serio lo cree? ─Preguntó sarcásticamente. SeokJin sin poder evitarlo se escondió detrás de Rain, apretando sus deditos, intentando escapar de la mirada mordaz del alfa que había comenzado a caminar por la habitación, intentando liberar un poco de la carga que estaba llevando incómodamente en sus hombros─ Estoy jodidamente disgustado.

   ─Y no nos podría importar menos ─Puntualizó EunHyuk─. Sabe perfectamente que le hemos intentado dar tiempo, pero no podemos aplazar esto por más tiempo ─Aquella sonrisa malévola que estaba dejando salir, no causaba una buena sensación en YoonGi─ a menos que quiera que Esmeralda y todo el territorio que abarca El Valle De Los Lirios se vuelva parte de Zafiro ─Un tic apareció en la ceja del alfa, que impotente, sabía que se vería obligado a hacer caso a los mayores.

   ─¿Y para esa mierda vinieron a mi casa? ¿Para dañarme el puto día? ─Apretó sus puños, colérico.

   ─Baje el tono, señor Min. Le recuerdo que está hablando con miembros del concejo ─Habló por primera vez Rain, que se había mantenido al margen hasta ese momento.

   ─Me importa una mierda ─Respondió─. ¡Hace poco tiempo que murió mi prometido por causas desconocidas, y ustedes me vienen a pedir...! ¡No...! ¡A exigir que me case con un omega al que ni siquiera conozco! ¿Cómo pueden ser tan descarados?

   El omega aludido, sintiendo el rechazo, se encogió en su lugar, pero para su suerte, el pequeño lobo no soltó aroma alguno.

   ─Señor Min, con todo respeto ─Interrumpió SeungHyun─. Usted me está tocando las pelotas.

   ─El sentimiento es mutuo ─Frunció el ceño, y su mirada fue a parar al omega que hasta ese momento no había alzado su mirada─. ¿Qué diablos hace él aquí? ─Inquirió después de un tiempo.

   ─Como dijimos, esperamos que usted y él convivan un buen tiempo ─Siguió EunHyuk─. Y por eso, desde el día de hoy, SeokJin vivirá con usted. Quiera o no.

» Se percató de algo.

» Algo verdaderamente influyente.

『❝Si vienes a mi vida sólo para hacerme daño, lo siento. Ya se te adelantaron todos los demás❞』

 

Almas gemelas (adaptación) mygxksj.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora