SeokJin siempre ha sido la sombra de su hermano gemelo, JinSeok; ambos nacidos como omegas de la misma madre, a pesar de tener el mismo rostro, sus vidas eran muy diferentes. JinSeok, el hijo preferido, SeokJin, el hijo olvidado por todos, ambos tan...
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『❝Yo me enamoré de ti, pero lo que me hacía temer era que éramos de distintos mundos❞』
SeokJin se despertó a mitad de la noche gracias a una extraña sensación en sus muñecas.
Algo le estaba causando un hormigueo a lo largo de todo su cuerpo que lo obligó a removerse en su lugar, loque le hizo darse cuenta de que se hallaba inmovilizado, pero no por algo precisamente malo.
Su cuerpo estaba enredado con el del alfa, que descansaba su mentón en su cabeza mientras sumergía la nariz entre sus cabellos, disfrutando de su aroma que él sentía con mucha intensidad y lo tenía casi dopado.
Sintió una suave y delicada caricia en su muslo, y solo cuando examinó bien al alfa y a sí mismo, se dio cuenta de que una de sus piernas estaba encima de YoonGi, al igual que uno de sus brazos, mientras que su cabeza estaba descansando en su pecho.
El alfa, por su parte, descansaba una mano en el muslo desnudo de SeokJin mientras que la otra la usaba para rodear por debajo la cintura de SeokJin.
Sus piernas permanecían totalmente rectas, pero el agarre en SeokJin era firme y decidido a no dejarlo ir. Su pecho se calentó y de nuevo cerró los ojos, dispuesto a dormir e ignorar lo que su cuerpo estaba captando, pero simplemente no pudo.
Su omega estaba inquieto y poco a poco fue haciendo desaparecer su aroma y elevada temperatura. Poco a poco YoonGi fue suavizando su agarre hasta que la mano que lo resguardaba a su lado perdió toda la fuerza inicial con la que contaba. Su garganta entonces se sintió seca y su lobo le exigió que fuese por un poco de líquido para aliviarse, a lo cual hizo caso.
Se estremeció al sentir el frío del piso, sin embargo no le prestó más atención de la necesaria y simplemente caminó hasta la puerta, la cual abrió, seguidamente recorrió el pasillo y finalmente bajó las escaleras hasta llegar a la cocina.
Su vista se tornó de un rojo carmesí peligroso quele hizo retroceder un poco, pero su omega aún no le ordenaba retroceder o volver con el alfa, por loque simplemente se apresuró a beber y luego cruzó la puerta que daba hacia la sala, donde estaban las escaleras. Pero algo detuvo su caminar. Y es que en una de las ventanas, se podía ver un enorme lobo café con pelaje brillante y ojos rojos.
El color rojo se intensificó cuando el lobo le gruñó, pero su omega aún no le ordenaba retroceder y se apoderó de él,obligándolo a avanzar. Conforme se acercaba y el enorme lobo lo identificaba, los colores se fueron enfriando hasta ver un azul que representaba confianza y lealtad. Se sintió mareado en demasía.
─¿Qué haces aquí, lobito? ─Preguntó al llegar a la ventana y poniendo una mano justo donde estaba el hocico del animal, olfateando.
Él comenzó a llorar, emitiendo chillidos bastante lastimeros mientras movía la cola ligeramente hacia SeokJin, quien sonrió, abultando sus mejillas. Entonces el lobo comenzó a rasguñar el vidrio de la ventana ligeramente, como si intentase comunicarse.
