Narrador
La batalla entre Ludociel y Zeldris fue corta, ambos intercambiaron un par de ataques, sin embargo el joven demonio fue quien terminó perdiendo ese combate, siendo lanzado hacia atrás por Ludociel, pero antes de que el Arcángel diera el ataque final, fue interrumpido por Cusak.
Merlín, quien ya había armado un plan, se enfrentó a los dos maestros de los príncipes demoníacos, atacandolos con hechizos de aquellos elementos ante los que eran débiles y poteciandolos con su Infinity y otros hechizos de amplificación y debilitadores.
Mientras tanto, Ludociel nuevamente se enfrentaba a Zeldris, quien terminó nuevamente en el suelo cerca de (Tn_) que iba recuperándose lentamente de aquel debilitador impacto que le había propinado Merlín.
Al ver cerca a la albina, el demonio se colocó frente a ella a duras penas intentando protegerla.
Ludociel: ya fue suficiente de ustedes, los mataré a ambos de una vez por todas *dijo el Arcángel y lanzó un ataque a los dos más jóvenes, el cual por cierto dió de lleno* ¡Lo logré! ¡He ganado! *Exclamó riendo sin control* ¿Lo has visto Mael? Tu hermano mayor cumplió su promesa... *Dijo él*
Pero había algo que lo hizo interrumpirse de su regocijo...
Ludociel: ¿Qué? ¿Por qué...? ¿Por qué no logro recordar el rostro de mi hermano? *Se cuestionó y soltó un grito de desesperación*
...Del mismo modo que el Arcángel, los demás también recibieron un fuerte shock por la información recién recibida.
El hechizo que Gowther había realizado hace tres mil años se había roto y las memorias de todos fueron restauradas a su estado original.
La albina, quien ya tenía conocimiento de todo aquello, apretó suavemente la mano que el demonio tenía sobre ella a manera de protección y beso la mejilla del mismo, haciendo así que Zeldris se recuperará y ambos se pusieron en frente de Chandler y Cusak.
Zeldris: parece que la suerte nos favorece... *Dijo el demonio en posición de ataque*
Merlín: Zeldris y (Tn_)... Ninguno de ellos recibió el shock, ¿por qué? Si... *Cuestionó la maga y fue interrumpida por Zeldris*
Zeldris: ¿Si Estarrosa no es mi hermano? *Completo y soltó un bufido sarcástico* la verdad yo nunca consideré a Estarrosa mi hermano, de hecho, el que no lo sea me hace sentir aliviado
(Tn_): la Raza de las Medusas no puede ser afectada por los hechizos de manipulación mental de cualquier índole *informó la de ojos rojos* además yo siempre tuve conocimiento de que Estarrosa y Mael eran un mismo individuo... *Dijo tranquila*
El Arcángel la observó con sorpresa, ¿cómo lo sabía?
Zeldris: ahora terminemos con esto de una vez *dijo el demonio y la albina a su lado asintió*
Cusak: no... *Dijo el demonio a su alumno* nosotros nos encargaremos de ellos, Zeldris-sama
Zeldris: ¿Uhm?
Cusak: con Ludociel en ese estado, prácticamente tenemos la victoria asegurada *empezó* y aunque Escanor se ha recuperado y ellos tengan a la hija de Belialuin, es imposible que nos derroten...
Zeldris: ¿Entonces cuál es la razón para esto, Cusak?
Cusak: aún fuera del capullo están el resto de sus aliados y los Siete Pecados Capitales *continuó él y su mirada por unos segundos se posó en su alumno y su pareja* además esa hechicera conoce la debilidad de la muchacha Medusa... Zeldris-sama, reconozco que con ella su lado no tendrá más dificultades de ahora en adelante
Zeldris: Cusak, ¿qué planeas? *Pregunto el pelinegro*
Sin más que un par de palabras a su alumno, Cusak se fusionó con Chandler, quien le dedicó unas palabras al capullo donde se encontraba Meliodas y finalmente ambos maestros se fusionaron, rompiendo el capullo de oscuridad que rodeaba aquel combate y también dejando ver al Demonio Original, el Pecador.
Mientras que el Demonio Original se encargaba de los que allí se encontraban, Zeldris se acercó a (Tn_) y la observó con seriedad.
Zeldris: aléjate ahora *ordenó lo que sorprendió a la menor* ya esa hechicera descubrió tu debilidad, si se lo dice a alguien podrías morir
(Tn_): pero yo... *Empezó la albina*
Zeldris: nada de peros (Tn_), está vez tuviste suerte que fuera solamente un roce, pero ningún accidente ocurre dos veces *dijo poniendo sus manos en los antebrazos de la menor con preocupación* vete ahora, cuando esto termine, iré a donde te encuentras y cumpliré con lo que te dije
(Tn_): ¡No! *Exclamó la menor separándose unos pasos del demonio* Zeldris no te dejaré sólo, yo... Yo... Me quedaré defendiendote, no atacaré, no me acercaré a la batalla...
Zeldris suspiró, sabía que (Tn_) no era alguien fácil de disuadir, menos si él podía encontrarse en peligro. Antes de poder contestar, el pelinegro sintió un ataque dirigirse hacia ellos, soltó a la albina y detuvo el avance del ataque.
(Tn_): esa es la Lanza Chastifol de King...
Zeldris: Demonio Original, yo me encargaré de ellos, tu usa toda tu energía en detener a Escanor y Merlín *dijo y miro a (Tn_)* recuerda lo que dijiste (Tn_)...
La más joven asintió y se centró en defender a Zeldris mientras que los Pecados Capitales, más específicamente King, luchaba contra Zeldris.
Mientras eso sucedía, Hendrickson expulsó a Ludociel del cuerpo de Margaret, la repentina presencia del Arcángel tal cual como si fuera hace tres mil años hizo que la joven Medusa volteara a verlo con una mirada fría.
(Tn_): vaya... No es lo que esperaba *dijo observando al Arcángel sin descuidar el escudo con el que se protegía a si misma y a Zeldris* pero me alegro de ver que sacaron a ese idiota del cuerpo de la princesa, ella me cae bien, me hubiera sentido mal matandola...
Sin embargo cuatro esferas de magia demoníaca, los cuatro Mandamientos que Mael había absorbido se dirigieron al capullo donde Meliodas se encontraba, eso detuvo las acciones de (Tn_) y también hizo sonreír de victoria a Zeldris.
« Ya falta poco... (Tn_), mi princesa, pronto Meliodas cumplirá con su promesa y pronto podremos estar juntos y en paz » pensó el demonio observando aquel capullo.
Meliodas había absorbido nueve de diez mandamientos, el décimo, el de Melascula, reaccionó ante esto y se dirigió hasta el capullo de Meliodas y finalmente, fue absorbido el décimo Mandamiento...
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Me And You « Zeldris y Tu »
FanfictionSu amor estaba prohibido... Era incorrecto... Pero el amor que ellos se tenían era tan puro y sincero, que no importaba si estaba prohibido... Ella, dulce y amable, pertenecía a una pequeña pero fuerte raza... Él, frío y sanguinario, pertenecía a l...