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Narrador

Tres mil años habían pasado desde el final de la Guerra Santa, el reino de Danafor había sido destruido por Meliodas en un ataque de irá. El rubio ya estaba en Liones, siendo miembro de los Caballeros Sacros de dicho reino.

Ahora mismo de encontraba con Merlín en una taberna, discutiendo el tema de la visión del Rey Baltra, al oírlo mencionar a las "Diez Siluetas Oscuras" el rubio ya sabía que se trataba de los Diez Mandamientos, que pronto, aunque no sabía cuándo, serían liberados de su sello, lo que significaba que debía liberar a (Tn_) como se lo había prometido hace tres mil años.

Meliodas: oye Merlín... *Llamó a la hechicera* ¿Qué sabes del Clan de las Medusas? *Pregunto aún viendo su tarro de cerveza*

Merlín: no se mucho pero si algunas cosas, hay muchos misterios rodeándo ese clan *contestó la pelinegra* ¿Por qué lo preguntas Meliodas?

Meliodas: sate sate sate, ya lo descubrirás Merlín *dijo tomando de golpe toda la cerveza del tarro y dejándolo en la mesa* por ahora nos concentrarenos en buscar los demás pecados

La búsqueda de los Siete Pecados Capitales fue un rotundo éxito, el equipo se había formado por miembros como:

Undead Ban, el Zorro de la Codicia.

Diane, la Serpiente de la Envidia.

King, el Oso de la Pereza.

Gowther, la Cabra de la Lujuria.

Escanor, el León del Orgullo.

Merlín, el Jabalí de la Gula.

Y por último, él mismo, Meliodas, el Dragón de la Irá.

Pero Meliodas aún debía hacer algo, debía buscar a (Tn_).

Con ayuda de los Pecados, Meliodas se dirigió a lo que en el pasado fue el Bosque de las Medusas, en donde ya en el fondo del bosque, pudieron ver una estatua de piedra en un pedestal, cubierto por una especie de cristal de un color negro, allí se podía distinguir la figura de (Tn_), parecía frágil y delicada, pero ella en tres mil años había dejado de ser así... Había cambiado...

Ban: oiga capitán, ¿qué vinimos a hacer aquí? *Pregunto el inmortal al demonio*

Meliodas: sate sate sate verán hace un tiempo le prometí algo a quien está allí adentro *dijo con tranquilidad y miró a Merlín* ¿Puedes hacer el honor Merlín?

Merlín: bien capitán *dijo la hechicera y en un movimiento ya había cancelado el hechizo que sellaba a la albina*

El cristal se rescabrajaba y se rompía mientras que la estatus se agrietaba, al sentir un poder mágico surgir de allí los Pecados, con la excepción de Merlín y Meliodas, se pusieron en guardia y entonces luego de que la piedra cayera y el cristal se rompiera, una luz rojiza apareció por un momento, dejando ver a (Tn_) desmayada en el suelo, Meliodas se acercó a ella para cargarla, mientras que los demás aún tenían en la cabeza una duda, ¿quién era esa chica?

(Tn_)

Tuve una extraña sensación de pronto, como si me sacudieran, como si hubiera estado dormida mucho tiempo.

Abrí mis ojos y ví que estaba en una habitación de... Amm... Creo que estoy en un castillo humano, ¿qué hago aquí?

- ¡Yo! -Dijo una voz a mi lado, cuando voltee a ver ví a Meliodas-

Yo: oh eres tú Meliodas *le dije mientras que me sentaba en la cama* ha pasado mucho tiempo

Meliodas: sip, tres mil años tal como especificaste *dijo el rubio y luego acarició la cabeza de la albina* cumplí mi promesa (Tn_) *me dijo y yo asentí con una sonrisa pequeña*

Entonces, a la habitación entró una mujer de cabello negro y ojos de color ámbar, ¡una extraño!

- Veo que despertó... -Dijo viéndome, y yo me escondí tras la sábana con timidez- ¿Qué está haciendo? -

Meliodas: perdonala Merlín, es muy tímida *dijo* Merlín ella es (Tn_), (Tn_) ella es Merlín

Merlín: un placer *me dijo y yo asentí tímidamente*

Yo: Y-yo... E-es un placer también... *Dije bajito viéndola por encima de la manta*

Estaba nerviosa, no me gustaba conocer gente nueva, si me ponía nerviosa con la que ya conocía, ¡con la nueva soy peor!

En realidad no le prestaba mucha atención a lo que Meliodas y Merlín decían, estaba pensando, quería probar mi nuevo poder obtenido en un entrenamiento que había realizado durante estos tres mil años.

Quería viajar y ver cuánto cambio el mundo, quería leer nuevos libros, aprender cosas nuevas. Quería hacer muchas cosas antes de volver a ver a Zeldris, porque en cuanto lo viera lo abrazaría y no lo soltaria, además de que quería volver a besarlo, ¡es muy vergonzoso!

Suspiré feliz recordando ese momento, no lo pude evitar, oí una risita y pude ver a Meliodas mirándome pícaramente mientras lo hacía.

Yo: ¿Qu-qué? *Le pregunté avergonzada sacando mi cabeza un poco, casi nada de la manta*

Meliodas: jeje alguien está pensando en mi querido hermanito Zeldris *dijo burlándose y yo me sonroje escondiendome tras la manta de nuevo* a saber que tanto habrás pensado en tres mil años

Yo: ¡Ca-callate! *Reclame nerviosa* ¡Y-yo no soy pervertida como tú! ¡H-he visto como le haces perversiones a Ellie! *Le reclamé*

No mucho después, Meliodas se fue y me dejó en esa habitación no sin antes decirme que mañana el Rey de allí quería verme para hablar de lo que yo haría mientras que estuviera aquí.

Había extrañado el exterior mucho en tres mil años.

Yo había cambiado bastante físicamente, mi cabello era más largo, algunas de sus puntos eran negros, mis ojos ya no eran rosa claro sino rosa oscuro o fucsia, ¡ademas crecí unos veinte centímetros! Se que no parecía mucho, pero es más de lo que yo pensé que crecería, ya que mi raza suele ser de baja estatura, pero sigo siendo más bajita que Zeldris...

Mire por la ventana y sonreí, estaba atardeciendo, recuerdo que Zel y yo solíamos ver atardeceres hace tres mil años... Muy pronto nos volveremos a ver y no permitiría que me volvieran a separar de Zeldris por una segunda vez, me aseguraría de eso, pasará lo que pasará.

Me And You « Zeldris y Tu »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora