El día comenzó un tanto agitado y bastante agotador. Primero que nada mi ex y desde antes jefe se enojó conmigo porque la retrasada de su secretaria le perdió toda la ropa que yo le había enviado.
Estuve días empacándole todo para acabar oficialmente con nuestra toxica y horrible relación de una vez por todas, pero al parecer el mal sigue persiguiéndonos.
—Cambia esa cara, necesitamos este contrato— negué y moví mi dedo anular de un lado hacia el otro.
—Tú quieres este contrato, la empresa se está yendo a la quiebra porque eres un avaricioso que no sabe nada de su trabajo— no tenía miedo a perder mi empleo.
Él no podía ni iba a despedirme
Mi familia es propietaria de muchas empresas y esa es una de las razones por las que este idiota estuvo conmigo.
Al principio solo era por conveniencia, pero se terminó enamorando y su plan se fue al carajo cuando acabé con nuestra relación hace una semana.
Él tomó algunas de sus cosas y ahora está viviendo en un departamento
¿Quién lo diría no? La empleada tiene una casa mientras que el jefe alquila.
—Y tú eres una...hermosa y te amo— me besó y lo hubiera apartado si no hubiera sido porque los empresarios entraron.
Le sonreí y por el resto de la reunión fingimos ser una hermosa y feliz pareja. Nadie excepto nosotros sabía que la empresa estaba en su peor momento, nos habíamos asegurado de que todo quedara en secreto pues sabíamos que si las cosas se hacían a mi manera íbamos a volver a flote y los sponsors querían ver una empresa unida, no nos ayudaba decir que nuestra relación había acabado.
Si anunciábamos nuestra ruptura todo se iría a la ruina mucho antes y no habría oportunidad de levantarnos.
En toda la reunión nuestras manos estuvieron entrelazadas
Antes amaba sostener su mano, pero ahora solo quería esculpírsela y hacérsela pasar por el culo como si fuera crema.
En cuanto nos despedimos de todos quité bruscamente mi mano y sonreí.
Lo habíamos conseguido, aquellos buenos señores y señoritas habían invertido el dinero que necesitábamos.
—Hoy iré a ver a los cachorros— me informó.
—Hoy no, pero ven mañana, Pali te extraña.
—No puedo, mañana tengo una despedida ¿Pasado?
Sacudí la cabeza.
—Solo si te quedas a cuidarlos, yo tengo que salir-asintió.
-Está bien, pero solo hasta las seis, tengo una cita- asentí -Y alimenta más a Chock, está muy flaco.
La empresa no era lo único que teníamos en común.
Teníamos dos caniches, uno negro y otro blanco llamados Pali y Chock.
Desde que Axel y yo nos separamos mi pequeño Chocki estuvo muy deprimido y casi no comía, así que Axel y yo acordamos que nos turnaríamos para yo llevárselos y que pasen tiempo con él y que él vendría para pasar tiempo con ellos.
Básicamente nuestra relación no terminaba, solo cambiaba de romántica a una estrictamente laboral con algunos roces en las reuniones y excepciones para que mis hijos caninos vieran a su padre.
—Le pediré a mi secretaría que te envíe unos contratos ¿Podrías revisarlos?
Entre los dos organizamos todo para el día siguiente y cuando ya todo había quedado en su lugar tomé mis cosas y despidiéndome con un:
-Nos vemos mañana- salí del enorme edificio ubicado en medio de la pequeña ciudad
Conduje en mi auto hasta mi casa y por el camino pasé a comprar unas cuantas cosas que mis bebés (perros) y yo necesitabamos
-¡¡Hola amores!! ¡Llegó
mamá!-escuché sus patitas al resbalar por los cerámicos del piso y ambos me recibieron con saltitos y lamidas a mis manosLos acaricié y jugué con ellos hasta que escuché a mi panza rugír pidiéndome a gritos comida o mis tripas se comerían entre ellas
Entré a la cocina y ahogué un grito al ver una enorme caja en medio de la estancia
Me acerqué lentamente y Chock y Pali no dejaban de gruñir
Tomé mi celular molesta y marqué
-¿Los cachorros están bien?-asentí molesta
-¿Por qué hay una enorme caja de dos metros en medio de mi cocina?- escuché un suspiro de su parte
-No tengo idea, dejé de preocuparme por lo que había en aquella cocina desde hace una semana y a menos que me digas que me quieres no llames, tengo cosas que hacer- pitidos se escucharon y un poco más y arrojo el teléfono contra la pared
No puedo creer que me haya cortado, esa caja no estaba aquí hoy a la mañana y nadie además de Axel y yo tenemos llaves de la casa
Si él no la metió y yo tampoco ¿Quién rayos lo hizo?
Me acerqué a paso lento y tratando de no hacer ruído alguno
Si había un asesino esperándome dentro de aquella caja me aseguraría de ser precavida y no hacer tanto ruído
Mantuve a mis bebés cerca mío para que en caso de haber peligro tomarlos y huir lo más rápido que mis hermosas piernas pudieran
Miré hacia abajo y suspiré
No llegaré muy lejos con estos tacones aguja
Tomé unas tijeras y sin hacer ruido corté la cinta que sellaba la caja
La abrí y cubrí mi boca ahogando un grito
-¡Pero que mierda!-Literalmente el muñeco de dos metros se me cayó encima mientras mis amores le ladraban
Me quité al muñeco de encima y lo volví a meter en la caja
La cerré y me alejé todo lo posible
¿Qué hace un muñeco tan alto y musculoso en medio de mi sala?
Mi celular sonó y dudé si contestar o no
No quería atender y que me dijeran que iba a morir en siete días pero al ver el identificador de llamadas suspiré y atendí
¡Lo recibiste!- alejé el teléfono de mi oreja ante su grito
Así era mi mamá, muy loca y gritona
¡¿Tú metiste a ese muñeco aquí?!- su risa se escuchó confirmando mis sospechas
Había sido ella, le dije miles de veces que no me trajera nada extraño a la casa, no era la primera vez que lo hacía
Me había traído desde perfumes para alejar las malas vibras hasta collares para el buen augurio
No te pongas así, amarás a ese muñeco, mi amiga tenía uno y le encantó la experiencia- si estuviera aquí ya la estaría matando
¡Tu amiga es una vieja, cascarrabias y con falta de salceo, yo no me parezco a ella!- dije casi gritando y escuché su risa
No eres vieja pero sí cascarrabias, ahora escúchame. Puedes devolverlo pero debes esperar una semana, hasta entonces solo dí "Expergefactus autem Deus in corde meo" y él hará todo lo que le pidas...
ESTÁS LEYENDO
Muñeco Sexual (+18)
RomanceDesde que abrí aquella enorme caja, él se metió en mi vida. Día a día durante una semana completa se me estuvo insinuando. Que quería hacerlo sobre el escritorio, sobre la mesa, en la cama y hasta en el piso. Las ganas inmensas de sacarlo a patadas...