Desde que abrí aquella enorme caja, él se metió en mi vida.
Día a día durante una semana completa se me estuvo insinuando.
Que quería hacerlo sobre el escritorio, sobre la mesa, en la cama y hasta en el piso.
Las ganas inmensas de sacarlo a patadas...
-¡Santo dios!-el grito de mi madre me hizo despertar
Corrí a la cocina y ella y Nicolás estaba sentados en chinito uno frente al otro
-¿Qué hacen?-me tallé los ojos y me senté en una silla algo alejada de ellos
-Tu mamá está sintiendo mis vibras-rodeé mis ojos y me levanté para volver a la cocina y apagar la computadora
Mis huesos sonaron en cuanto me levanté, me había quedado dormida sentada y ahora me dolía todo
-Puedes quedarte si quieres hija-negué
-No gracias-le respondí
-Anda Barbie quédate-bufé y me volví a sentar en la silla
Siendo cincera no creo que hubiera podido llegar a la cocina de todas formas
-¿Barbie?-preguntó mi mamá mirándome con cara rara que decía algo como "Me contarás todos los detalles"
-Solo sigan-rieron y mi madre volvió a cerrar los ojos y a posar sus manos sobre las de Nicolás
-Siento...wow nunca había sentido algo como esto-
-¿Qué siente?-preguntó Nicolás como si fuera un niño pequeño
-Algo grande-reí a carcajadas
-¿Hija, puedes guardar silencio?-asentí mordiéndome el labio y poniéndome seria-Gracias-volvió a cerrar los ojos
-Es...eres una persona con mucha energía positiva pero hay algo, algo que hace interferencia con esas energías-abrió los ojos y me miró-Eres tú, estás pensando negativamente hija-bufé
-Ni siquiera estaba pensando-me quejé
-Solo piensa en positivo-me dijo y volvió a cerrar los ojos
-¡Cada vez es más grande!-volví a reír
-Hija-me llamó la atención
-Vale, ya-me sequé una lágrima y traté de estar seria
-Tus emociones e intenciones son buenas pero hay algo, un sentimiento muy fuerte que está escondido, es...es amo-me caí de la silla del susto que me dí cuando las luces se apagaron
Nicolás se levantó del piso y me ayudó a levantarme
-¿Estás bien?-asentí-¿Te hiciste daño?-negué
-Bueeeeno-bostezó-Yo dormiré en el sofá así que ustedes dormirán juntos-mi mamá apagó todas la velas y me dio una a mí-Hasta mañana hija-besó mi mejilla y nos empujó a Nicolás y a mí hacia las escaleras
-Pero...-negó
-Pero nada, es tu muñeco sexual y debe dormír contigo, que descansen tengo mucho sueño-apagó su vela y desapareció en la oscuridad
Sus pasos se escucharon alejarce y Nicolás y yo intercambiamos miradas
Subí de mala gana las escaleras y él me siguió
-Me cae bien tu mamá-negué
-Espera a que quiera activar tus "Chakras" no volverás a decír lo mismo-entré a mi habitación y dejé la vela sobre el mueble
-¿Crees que son todas mentiras?-lo miré
-¿Tú no?-negó
-Si no creyera en la magia no estaría aquí Vaneddit, además ¿Cómo justificas que la luz se haya cortado? Ella me lo dijo y se cumplió-aplaudí sarcásticamente
-Felicidades ahora sabes que mi madre es una bruja-me agaché para sacar ropa del cajón y Nicolás se agachó a mi lado
Automáticamente cerré el cajón
-No me gusta que vean mi ropa interior-sonrió
-Pues a mí si me gusta ver lo que se pondrá mi amante por las noches-negué y busqué un pijama en el otro cajón
-No soy tu amante-le recordé
-Te he besado y tocado, eres mi amante lo quieras o no-negué
Tomé un pijama sencillo de dos piezas y me metí al baño
Cerré los ojos, nunca me había gustado mirar el espejo cuando no había luz
-¿Tienes miedo?-grité del susto cuando sus brazos me abrazaron de la nada
-So...solo quiero cambiarme, suéltame-se separó un poquito pero sin dejar de abrazarme
-Haslo en la habitación, aquí no ves nada y lo más probable es que te lastimes-besó mi frente y me llevó a la habitación
-Si me desnudo me vas a espiar-negó y me dio la espalda
-No lo haré-me quedé unos segundos mirándolo pero en ningún momento él se giró
También le dí la espalda y me desnudé, me apresuré a vestirme y volví al baño a dejar la ropa en el cesto
Me sentí rara en el baño y corrí de regreso a la habitación
-¿Por qué tienes tanto miedo? Solo es un apagón-asentí e inhalé y exhalé hasta que mi corazón se calmó por el susto que Nicolás me había dado
-Ya sé que solo es un apagón, no me da miedo la oscuridad, sino lo que puedo ver en ella-le dije
-Cuando era niña los demás niños se burlaban de mí y muy pocos niños me hablaban-comencé-Le tenían miedo a mi mamá, ella siempre prendía inciensos en un árbol cerca de mi escuela-le conté
Tomé aire y seguí hablando
-Con los años los niños que me hablaban y yo nos convertimos en los mejores amigos, todo parecía "Normal" mi mamá siempre nos preparaba galletas pero yo sola comía, un día mi papá me preguntó con quien hablaba, les señalé a los niños pero él no los veía, al siguiente día los niños me esperaban en la escuela, nadie más que mi madre y yo los veíamos. Todos esos años yo jugaba con niños muertos-comencé a llorar y Nicolás me abrazó
-Tranquila eso es...
-No me digas que es normal porque no es cierto, odio esto, mi papá me llevó al psicólogo y con los años solo dejé de verlos-él abrió la boca para hablar pero no dijo nada-Dilo, dime que esto loca-negó
-No te iba a decír eso-susurró-¿Por esta razón te asustaste tanto el día en que nos conocimos?-negué
-No, ese día creí que eras un ladrón, como te dije, no puedo verlos pero aún así me aterra que vuelvan-asintió y me besó
Nos separé
-¿A qué fue eso?-sonrió
-Es que ambos somos raritos...
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