Desde que abrí aquella enorme caja, él se metió en mi vida.
Día a día durante una semana completa se me estuvo insinuando.
Que quería hacerlo sobre el escritorio, sobre la mesa, en la cama y hasta en el piso.
Las ganas inmensas de sacarlo a patadas...
Llegamos y todos estaban serios, Axel no me había dicho con quién o sobre qué era la reunión . Subimos por el ascensor y cuando llegamos a su oficina dos tipos muy altos nos estaban esperando.
A Axel no le gustó nada que se estuvieran tomando su whisky pero no dijo nada al respecto —Buenos días señores, disculpen la demora, pueden tomar asiento.— Les señaló dos de los sillones pero los hombres no le prestaron atención y se dirigieron a mí.
—¿Tú eres la dueña de este lugar?— negué y señalé a Axel.
—Mi jefe Axel lo es—le respondí. Los tipos miraron a Axel e intercambiamos miradas entre ellos antes de mirarme a mí.
—Te recomiendo que salgas linda, tu jefe y nosotros tenemos algo que arreglar.— Su tono era tan dulce como una cuchilla .
Miré a Axel
—¿Qué hiciste?— los hombres rieron.
—¿Quieres mirar? Será muy divertido.— Abrí la boca para decír algo pero nada salió. Los tipos eran dos monos gigantescos, no teníamos ninguna oportunidad y dudo que el tipo de seguridad los pueda sacar.
—Les pido que se retiren de este establecimiento o llamaré a seguridad.— Los tipos rieron y se acercaron a mí.
Axel se interpuso —Sal— Me ordenó.
-Axel...
-Haslo-no sabía que hacer, estaba asustada ¿Qué querían estos tipos con él?
Tomé mi bolso y me aproximé a la puerta
-Linda-mi cuerpo tembló-No se te ocurra llamar a la policía o te despides de tu jefe-miré a Axel y él asintió, salí de su oficina, bajé por el ascensor y comencé a caminar de un lado hacia el otro por el vestíbulo
-Señora ¿Está bien?-me preguntó la asistente de Axel
Asentí
-¿Quién dejó entrar a aquellos hombres?-le pregunté cortante, el inútil y para nada profesional que los haya dejado entrar terminaría despedido
-Yo...yo no lo sé-había nerviosismo en su voz
-Si me llego a enterar que fuiste tú, te despediré-ella asintió
-¿Quienes son ellos?-te atrevió a preguntar pero no le contesté
Uno, porque no sabía quienes eran o que querían con Axel y dos, porque no era buena idea preocupar al personal de la empresa
-Ocupate de tus asuntos-sin decír más se fue casi trotando lejos de mí
Estuve esperando cinco minutos los cuales se me hicieron eternos
Moría por llamar a seguridad y que los sacaran pero también temía que si lo hacía,algo malo podría pasarle a Axel
-Todo listo linda, tu jefe te espera-ambos hombres salieron del edificio de lo más relajados como si nada hubiera pasado
Corrí hacia el ascensor y presioné repetitivas veces el botón para ir al último piso, lo segundos en el ascensor se me hicieron muy lentos y por fín las puertas se abrieron
Entré a la oficina y ahogué un grito al ver el ojo de Axel y la sangre de su naríz y labios
Corrí hasta él y quité sus manos de las heridas
-Tranquila-y una mierda!
Tomé el botiquín y lo obligué a sentarce en la silla
-¡¿Quiénes eran?!¡¿Por qué te hicieron esto?!-le hice inclinar la cabeza hacia atrás para detener el flujo de la sangre de su naríz y una vez que dejó de sangrar limpié su rostro bañado en sangre
Limpié su labio e hizo una mueca de dolor
-Despacio-se quejó
-Estoy esperando una respuesta-le dije igual de cortante como él me habló
-Necesitaba dinero-se encogió de hombros
-¡No jodas! Tienes miles en el banco! ¿Para qué necesitabas dinero?-bufó
-Aposté y perdí, si no pagaba me iban a quitar mi parte de la empresa-no me detuve, mi mano simplemente golpeó su mejilla, no tan fuerte como hubiese querido pero sí lo bastante como para que le doliera
-¡Eres un idiota! Pudieron matarte! ¡Acaso no piensas! ¿Por qué apostaste?-estaba muy alterada
-No vuelvas a golpearme, me duele la cara-se quejó
-Pues dame más respuestas Axel, estoy perdiendo la paciencia-le dije molesta y seguí curando su rostro
-La noche que me dejaste me emborraché y me metí con la gente equivocada-suspiré pésamente
Ahora todo es mi maldita culpa
-¿Cuánto debés?-negó-Dime o empezarás a orinar sentado-lo amenacé
-Dos millones...-por favor que sea en pesos-...De dolares-me aparté de él y comencé a caminar de un lado a otro
¿Cómo se supone que vamos a pagar esa enorme cantidad?
No solo la empresa se va a la quiebra, por culpa de este idiota viviremos en la calle
Sus brazos me rodearon y lo empujé
-¡No me toques!¡Eres un idiota! ¡Todo esto es tu culpa!-le grité enojada
-Voy a solucionarlo, todo va a salír bien, ya tengo todo planeado-negué
-¿A sí? ¿Tan bien planeado como para que envíen a dos monos a golpearte? Axel entra en razón! No puedes arreglar esto-tiró de mis manos hacia él y tomándome del mentón me hizo mirarlo a los ojos
-Voy a solucionarlo cariño, todo va a salír bien-negué apartandome
-No vuelvas a decirme cariño, tú y yo no estamos juntos y si vuelves a meter la pata te juro que no me va a importar acabar con tu carrera Axel-tomé el bolso que se me había caído al entrar y me dirigí a la puerta
-¿Qué vas a hacer?-no me giré, en este momento no tenía ganas de mirarlo
-Hablaré con mis padres, ellos me darán el dinero y espero que tú hagas lo mismo con los tuyos-salí cerrando de un portazo y me metí en mi oficina
Necesitó alcohol, olvidarme de que alguna vez estuve con ese imbécil y buscar una forma de solucionar esto sin tener que recurrir a las personas que me dieron la vida
Tomé lo más fuerte que encontré, no me molesté en tomar un vaso, en este instante mi mejor amigo era el pico de la botella...
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