Querida Cherry,
Tu sonrisa fue radiante ayer,
y aunque pensé que no lo harías, aceptaste todos mis regalos.
Me dejaste besarte y sabías exactamente cómo lo recordaba,
a fresas y quizás limón, del té que tomas siempre en la mañana.
Aunque fue maravilloso, tus lágrimas despertaron mi dolor.
Dijiste: "no puedo amar a alguien que no puede amar, ¿entiendes?"
Y corriste lejos de mí.
Pero yo te amo, Cherry.
Te amo.
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Cherry
PoetryTe decía Cherry, aunque te llamaras Effy. Porque me recordabas a la flor del cerezo: florecía y era la más bella, pero se marchitaba con rapidez. Igual que tú.