Querida Cherry,
Sé como cuidar a un animal, sé como cuidar una flor.
Y sin embargo, no sé cómo cuidarte a ti.
Y hay algo en mí, que me pide que lo haga.
Me pide a gritos que haga algo por ti.
Y no puedo alejarme.
Así que te observo desde la distancia,
esperando encontrarte feliz,
pero nunca lo hago.
Porque siempre hay algo que te atormenta.
Y me duele saber, que soy yo.
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Cherry
PoesíaTe decía Cherry, aunque te llamaras Effy. Porque me recordabas a la flor del cerezo: florecía y era la más bella, pero se marchitaba con rapidez. Igual que tú.