Querida Cherry,
Recuerdo la última vez que estuvimos juntos y arde mi corazón.
Desearía que se quemaran mis recuerdos, porque me atormentan.
Ahora puedo ver lo mal que estuve y que nunca debí decir la palabra: adiós.
Porque duele, duele como si me hubieran clavado una daga en medio del corazón,
y jamás, jamás se va.
Me duele verte, me duele ver tus ojos de tormenta porque sólo retuercen la daga en mi interior.
Quiero arreglarte Cherry, pero yo tengo todos los recuerdos que te hacen romperte.
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Cherry
PoesiaTe decía Cherry, aunque te llamaras Effy. Porque me recordabas a la flor del cerezo: florecía y era la más bella, pero se marchitaba con rapidez. Igual que tú.