Querida Cherry,
A menudo me paso las noches en vela,
preguntándome por qué te quedaste conmigo.
¿Por qué preferías sufrir a ser feliz?
Quizás te di una felicidad ilusoria, pero tú lo sabías.
A veces, el amor no es suficiente.
Pero al parecer lo era para ti.
¿Por qué?
¿Por qué me has dejado destruirte durante tanto tiempo?
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Cherry
PoetryTe decía Cherry, aunque te llamaras Effy. Porque me recordabas a la flor del cerezo: florecía y era la más bella, pero se marchitaba con rapidez. Igual que tú.