Herido

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Willy no sabía muy bien donde estaba, el fuego consumía el pequeño pueblo y su cuerpo no respondía correctamente por las heridas en batalla. Los enemigos eran demasiados, ya no podía hacer nada.

-¡Willy! - una voz desconocida gritaba su nombre -¡Willy!

¿De quién era esas voz?

Antes de que pudiera verificar de dónde venía aquella voz una flecha golpeó su pierna encajandose en esta. Haciendo que el ojiverde caiga al suelo, el dolor era indescriptible.

Intentó volver a levantarse, pero un enemigo se posicionó en frente de él, era su final.

Sin embargo, un escudo se posicionó delante del enemigo evitando que su espalda golpeara al peliblanco, no podía ver bien quien lo cargaba.

-¿Fa...?

Un golpe bastante fuerte hizo que el peliblanco se levantará de golpe haciéndolo caer de su asiento.

-Coño Willy ya levántate- Auron había golpeado a su amigo con un libro de historia que tenía en el banco.

-¡Ostia!- el ojiverdes se levantó del piso - ¡No era necesaria tanta violencia Auron!

Alexby rio llamando la atención de un enojado Willy.

-Parecías muerto amigo- explicó Alex entre risa -Esta bien que las clases de historia sean aburridas, pero tampoco es para dormir de esa manera.

-Que bueno que fuimos nosotros los que te encontramos dormido porque si hubiera sido Vegetta... Seguramente ya estaría en la dirección - Comentó Auron sin darle mucha importancia.

Al parecer, Willy se había quedado dormido en mitad de su última clase sin darse cuenta.

-¿Entonces todo fue un sueño?... - susurro para sí mismo.

-¿Otra vez esos sueños donde eres un caballero? - Alexby pudo escucharlo.

-Si, cada vez parecen más reales... - respondió Willy.

El ojiverdes estaba confundido, últimamente sus sueños se estaba volviendo cada vez más loco.

-Son sueños Willy... son producto de tu cerebro por jugar tantos videojuegos seguramente- comentó Auron.

Alexby y Auron eran amigos del peliblanco desde que había comenzado la secundaria, se había conocido gracias a Vegetta que era su amigo desde la infancia.

Cómo ninguno de ellos compartía clases era muy común que se juntaran en los pasillos o a la salida del colegio para ir juntos a sus respectivos hogares, pero esta vez como Willy había tardado bastante. Auron y Alexby había tomado la sabia decisión de ir a buscarlo.

Si no fuera por ellos seguramente el ojiverde se hubiera quedado encerrado en la escuela todo el fin de semana.

-Lo sé... Pero realmente son muy extraños...

Los amigos de el peliblanco estaba al tanto de la situación.

-Los sueños a veces no tiene sentidos- añadió Alexby - ¿Y si mejor nos vamos? Tengo hambre.

Auron y Willy asintieron.

El grupo de amigos se dirigió a la salida de la institución.

Todos asistían a la escuela secundaria de la cuidad de Karmaland.

-Que lástima que hoy no vino Vege- lamento Alexby -Vas a tener que ir solo hoy- dirigiéndose al peliblanco.

-¿Por qué faltó? Pensé que quería tener una asistencia perfecta - preguntó Auron.

-Por lo que me comentó por mensaje tenía que hacer algunas cosas en la iglesia de Karmaland... Ya sabes sus padres son parte de la comunidad- respondió Willy -Aunque... Creo que esta detrás de ese chico raro que vive ahí.

-¿El huérfano amigo de Mangel?... Ese chico es muy raro- comentó Auron.

-A mi me cae bien - rio Alexby -Es divertido.

Al salir de la escuela cada uno se fue por su lado.

El peliblanco decidió que como no tenía mucho apuró en llegar a casa, ya que estaba solo, podía tomar un camino algo más largo de lo usal.

Se animo atravesar un parque que le gustaba mucho, estaba lleno de árboles y normalmente no había mucha gente. Le encantaba pasar tiempo ahí.

Al entrar al parque noto un ruido extraño que provenía de un pequeño arbusto, el sonido parecía provenir de algún ave. La curiosidad le ganó y decidió hechar un vistazo encontrándose con un pequeño búho que está herido en una de sus alas.

El ave parecía sorprendido cuando lo vio y algunas lágrimas cayeron de sus grandes ojos. Conmoviendo a Willy.

-No te asustes- dijo el peliblanco con una voz suave -No voy a hacerte daño- acerco una de sus manos a la cabeza del pequeño búho para acariciarla cosa que el ave correspondió, haciendo sonreír a Willy.

El ojiverde se sacó el suerter verde, que era parte de su uniforme y envolvió a la pequeña ave con sumo cuidado. Una vez que tuvo al búho entre sus brazos decidió llevárselo a su casa.

Willy vivía en un pequeño apartamento cerca de la iglesia de Karmaland, junto con su padre. No eran millonarios, pero podían mantenerse gracias al trabajo de su progenitor a pesar de que este tuviera que estar meses fuera de casa para mantener su trabajo. Dejando al peliblanco completamente solo.

Al llegar a su hogar dejó al pequeño animal en la mesa que se encontraba en su cocina.

-Voy a desifestarte la herida primero y después te llevaré a un veterinario ¿de acuerdo?

El ojiverde se quedó algo sorprendido a ver como el ave parecía asentir, pensó que tal vez había sido su imaginación. Decidió no darle mucha importancia y se dirigió al baño en busca del botiquín.

Al volver dejo el botiquín a un lado del búho y sacó el desisfestante con algo de algodón.

-Espera...¿Esto no te hará daño? Es para humanos.

El ave lo miró confuso.

-No quiero que te enfermes por mi culpa... Tal vez sería mejor llamar algún veterinario.

El ojiverdes tomó su teléfono en búsqueda de algun lugar decente para atender a su nuevo amiguito, pero al ser viernes y más a esa hora, no había ningún lugar abierto.

-Me cago en todo- dijo molesto -Ojala fuera un humano así seria más fácil- mencionó frustrado.

Camino por la cocina sin saber muy bien que hacer hasta que una voz desconocida lo sacó de su trance.

-¿Así está mejor?

Willy se giró encontrando a un joven algo mayor que él sentado en la mesa de su cocina.

-¿¡Que mierda!?

El peliblanco no lo sabía, pero ese fue el inicio de algo que no tenía marcha atrás.

Castigó [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora