❁驚き❁

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Las 7:30 de la mañana y YoonGi ya estaba en la ducha de su habitación, se había ido del bosque hace aproximadamente 1 hora y todo ese tiempo en que llegó a su hogar no pudo dejar de sonreír.

Si, para YoonGi tener en sus mano lo que anhelaba con ahínco durante casi toda su vida había sido como una meta a largo plazo.

Meta que se esforzó mucho en llegar, que le dedico tiempo, dinero, esfuerzo, lágrimas y sudor pero a pesar de que literalmente se dedicó casi toda su vida a la búsqueda e investigación sobre donde estaba ese híbrido de pelos rosas... el mismísimo destino los había unido.

YoonGi, no se había imaginado que en una de sus tantas cenas de sus padres tuviera al menor en sus narices y por supuesto, JiMin nunca pensó que Min YoonGi era el hijo de unos de los personajes más importantes donde lo habían internado.

No era su intención encontrarse sin embargo, lo habían hecho.

Por eso, Min en todo el camino y parte de su estancia en su habitación, estaba casi brincando de alegría, lo vio, lo tocó, le olió... todo en una noche.

¿Que podrá salir mal ahora? 

Y todo eso lo pensó mientras se daba una ducha que jamás había disfrutado tanto, era como de esas duchas que te tardas más de lo acordado, disfrutando de el agua casi hirviendo pero sintiendo como tus músculos se destensan con el pasar de tiempo, te das el honor de hasta saber que tipo de jabón o que olor estas usando, de las que sabes que es una pérdida de tiempo pero aún así te estaba encantando sentir cada gota caer por tu espalda.

Saliendo de su habitación, bañado y perfumado, jamás se sintió tan libre... tan feliz, tan capaz.

Pues a pesar de que le dio un poco de pena quitarse el olor a fresas con crema que se había impregnado en sus ropas, había descansado sin siquiera pegar un ojo en toda la noche.

Acababa de encontrar a Minie... no necesitaba dormir ahora.

Carraspeo tragándose la emoción para sí mismo y bajo de las escaleras a su tiempo, tenía humor para al menos aguantar el desayuno que tanto había insistido su madre.

Lo movimientos en la casa se escuchaban a cada segundo, platos chocando, cubiertos cortando, sirvientas trabajando, parecía que en esa casa no había ni un segundo en silencio más que en las noches cuando todos descansaban.

Sin embargo, toda esa parsimonia y calma que había tenido todo ese tiempo, se fue en un precipicio al escuchar esas risas y voces tan familiares pero tan lejanas. 

Con el corazón queriendo salir, se dirigió a su comedor de la derecha y visualizo a gente y sonrisas que nunca deseó ni deseara.

Allí estaban sus padres, elegantes y formales como siempre, pero lo que más le dio escalofríos fue la segunda familia que conviven con sus progenitores.

La familia Choi.

Paró su caminata al ver que había llegado al comedor, queriendo desaparecer en ese instante, ya habían solucionado las cosas... ellos no deberían estar aquí. 

- ¡Oh! Hijo..- su madre le llamó la atención haciendo que todos los invitados le vieran.- Por fin bajaste a desayunar... no seas descortés y saluda, amor...- Termino de decir su madre con una gran sonrisa sosteniendo su vino blanco en una copa y señalando a los invitados con toda su palma. 

Ok... definitivamente no pensó que este sería la sorpresa.

Pero ya estaba ahí, ya no podía darse la media vuelta como cuando tenía 15 años y hacer berrinches silenciosos en su cuarto.

SAKURA-M.YG~P.JM-(omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora