❁行かないで❁

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Su respiración era errónea y agrietada, jadeos de cansancio abandonaba sus labios cada vez que sus piernas no daban para más.

Pero él nunca se detenía.

Sus zapatos que aunque rebotaban en ese asfalto, no los escuchaba pues iba demasiado rápido como para detenerse a pensar si estaba haciendo demasiado ruido en la madrugada.

Y su pecho volvió a doler..

Su vista se nubló en algún punto que solo veía luces difuminadas y un poco del camino.

Las heridas rozaban entre sus prendas pero no dolía, lo que en verdad le torturaba era el tiempo y la distancia que no le dejaban ir más rápido.

Quería llegar ya, quería que en un segundo ya estuviera frente a su casa, a su hogar. Quería romper esa puerta y volar hasta donde el omega estaba.

" Joven Min... despierte."

Apenas abrió los ojos cuando el contrato ya lo tenía en frente traído por la empleada.

" Son los papeles que me pidió, apenas pude entrar a la oficina" 

Horas... Horas faltaban para que ese contrato empezará a circular.

Tenía solamente los minutos contados para que el amor de su vida no se vaya para siempre de él, para que no se aleje como lo había hecho antes.

Y no le importó que eran las cuatro de la madrugada, que su auto estuviera aparcado lejos o que le tomará más tiempo ir a pie.

El corrió, corrió sin detenerse nunca.

El solo le hizo caso a sus instintos cuando apenas pudo entender las letras y salió de su casa sin nisiquiera pensarlo dos veces.

Park JiMin, estaba a punto de desaparecer del mapa.

Cuando dio vuelta en la última esquina, sentía como sus rodillas quemaban por dentro del cansancio y su corazón se salía de su pecho, la respiración empezó a fallar más mientras más se iba acercando. Parece que su garganta había perdido fuerza para exhalar e inhalar así como perdió la voz.

Se sentía tan indefenso, se sentía débil con solo pensar en JiMin y su despedida. Su lobo chillaba con desespero y también arañaba su interior queriendo desahogar su impotencia.

Porque aunque ya nada le importaba unas horas antes, aunque ya todo había perdido color y emociones casi toda su vida. JiMin tuvo el pecado de hacerlo tan dependiente y necesitar de él... que estaba dispuesto a dejar todo por él.

Absolutamente todo.

Y aunque ese sentimiento de necesidad y apego fuera un tortuoso placer, que le hacía daño y lo curaba al mismo tiempo, no pensó dos veces en ir tras él, en perseguirlo, porque se hizo adicto al calor del omega. Park, se había convertido en el talón de aquiles de YoonGi, y el alfa... estaba tan feliz por eso; que no le veía ningún inconveniente.

Pero justo ahora, sentía como si su alma fuera arrancada en dos, como si le arrebataran media vida y solamente con pensar en que si no actúa ahora, el omega que más a amado en su vida desaparecerá de ella.

Casi choca con la pared cuando llegó a la puerta principal y no le importó nada más que querer arrancar la madera si fuera posible.

Entonces, azotó sus puños con ansiedad y brusquedad en la blanca puerta mientras reunía fuerza en su estómago y pecho para gritar su nombre.

- ¡JiMin!... ¡JiMin abre la puerta! 

Fue lo único que pudo decir con un poco de esfuerzo mientras los segundos pasaban, y cada momento detrás de la puerta, era como si YoonGi sintiera miles de agujas enterrarse en su corazón por la tardanza.

SAKURA-M.YG~P.JM-(omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora