Capítulo 9: Pistas que destrozan un corazón

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Narración normal


A la mañana la joven pareja estaba aún dormida, mientras el padre de ambos, trataba de todas las maneras serenarse, aunque ambos fueran sus hijos, se sabe que los omegas son más protegidos por sus padres; en la mayoría de los casos, también está el tema de que ambos son hermanos, aunque eso no es del todo extraño, pero es algo inusual que sean parientes tan cercanos, pero ya no hay nada que se pueda hacer, él no sería el causante de la infelicidad de sus hijos.

Shinoa estaba emocionada porque su familia iba en aumento, y aunque se le hizo extraño fue sola al colegio.

Casi a medio día aquel par despertó, y ambos bajaron ya cambiados y bañados al comedor, en donde no esperaban encontrarse con su padre, el cual los miraba con severidad. Eso hizo que el joven omega bajara la vista, y comenzara a temblar esperando lo peor de parte de su padre.

--Quiero hablar con ustedes, ambos están ahora ligados por algo incluso más poderoso que su voluntad misma, y si alguno decide que no podrán estar juntos, morirán, ambos son muy jóvenes, además que no se conocen del todo, saben que son hermanos, y ahora son pareja destinados, pero, necesitan conocerse de todo, no me opondré, no seré como mi padre, y no quiero que tengan el mismo destino que su madre y yo...Hablando de eso, Mikaela mencionaste que recordabas algo referente a él- dijo el alfa de cabello oscuro y ojos violeta, mirando a sus hijos.

Yuichiro estaba feliz, al escuchar aquellas palabras fue lo mejor que le paso.

Miro a Mikaela ilusionado de finalmente escuchar algo de su madre.

--Si, recuerdo cuando nos separaron, y días antes, estaba realmente débil, parecía que sufría y dormía mucho, los últimos días que estuvo con nosotros, jugaba, y reía, aunque estaba apagada aquella sonrisa, Shinoa fue cuidada algún tiempo por él, estábamos siempre en un nido de omega, en donde estaba amarrado, débil, y en ocasiones deliraba, pero siempre parecía dispuesto a cuidar de nosotros, cuando nos apartaron de su lado, fueron alfas, luego uno ya anciano que decía ser su padre, fue quien nos entregó a esos sujetos que nos llevaron lejos de mamá- dijo el rubio, mientras su padre trataba de asimilar lo dicho.

La familia Hiragi había sido la culpable de todo.

Y quien sabe todo en Mahiru, ella es una cómplice en eso.

No quería ni imaginarse lo que su omega ha sufrido.

Sin saber cómo, comenzó a llorar, de solo imaginar aquel infierno en que estuvo su amado omega y sus cachorros, inclusive lo usaron para cuidar de su hija, eso daba pauta para que el omega supiera de la existencia de su hija, y aun así cuidaba de ella...Tenia un corazón tan noble.

Guren sin decir nada, salió de aquella casa, no quería cometer tonterías, así que no tuvo alternativa que ir a su empresa, en ese lugar encontraría la manera de acomodar sus pensamientos.

Ya había pasado más de una hora, después de eso, a la mansión llego una llamada la cual atendió una de las sirvientas, la cual recibió una orden, que tuvo que cumplir, le llevo la merienda a la pareja recién formada.

En la del omega tenia anticonceptivos, pues esa fue la orden, ya que no podían ocuparse de algo como eso a esa edad.

En la oficina de aquel edificio en el centro de la ciudad, una omega de cabello lila y ojos marrones, entraba de manera despampanante, fue recibida en el último piso en donde se hallaba su ex esposo.

Abrió la puerta encontrándolo, demasiado alterado aun, y al verla fue la gota que derramo el vaso, se abalanzó sobre ella tratando de estrangularla, hasta que entro uno de los guardias y los separo, ella tenía una sonrisa muy poco usual en alguien.

--Déjanos solos necesitamos hablar- dijo el alfa a su subordinado para que se fuera.

--Sabes, no esperaba esa reacción, solo no sé gritos, lo normal, pero tratar de matarme, debes estar muy mal de la cabeza...Pero, no haré nada en tu contra- dijo la mujer de manera directa, tomando asiento en una de las sillas de cuero frente a al escritorio de la oficina.

--¿Dónde está?, no intentes hacerte la tonta, sé que sabes su ubicación, ¡¡¡tu maldita familia fue la culpable!!!...Sabes perfectamente que ninguno quería ese matrimonio te hice un favor al dejarte libre- dijo con rabia y frustración en sus palabras.

--Eres más inteligente de lo que pensé, tienes razón, cuando mi padre se enteró que ese engendro estaba embarazado de quien era el esposo de su hija, lo encerró, y ahí en el sótano de la casa donde estuviste mil veces estaba ese tonto, pero cuando él murió, lo mate- dijo la mujer con una sonrisa de maldad pura.

--No eres capaz de hacer eso, sabias que él cuido de tu hija cuando era muy pequeña, mientras tú estabas ocupada- dijo el alfa tratando de mantener la poca paciencia que tenía.

--Aja, pero, eso no importa, igual esa niña ni siquiera me quiere, es igual a ti, y lo que digo es verdad, y dime ¿Qué harías a cambio de que estuviera vivo?- dijo la mujer con malicia colocando de manera delicada sus dedos de la mano derecha en su mentón.

--Cualquier cosa, con solo verlo bien, pero, como dices él murió, lo cual es extraño, ya que yo sigo con vida...O es una mentira- dijo el alfa acercándose de manera brusca con la chica.

--Digamos, que posiblemente, sepa en donde esta ese sujeto, pero, si te lo entrego, harás exactamente lo que yo diga, de lo contrario morirá, y no se te ocurra hacer algo por tu cuenta ya que si lo haces realmente morirá- dijo la mujer, colocándose de pie y las manos sobre el escritorio de manera decidida.

--Solo si cumples primero con traérmelo hare todo lo que quieras- dijo el alfa, aunque en su interior sentía que de nuevo cometía un error.

La mujer salió con una sonrisa, y se fue a casa, en donde rápidamente bajo al sótano, Shinya estaba como hacía ya semanas, inconsciente.

Con un gigante balde de agua fría lo despertó, pero, los ojos del joven le pesaban no era capaz de abrirlos, pero escuchaba al menos algo.

--Escucha escoria, pronto saldrás de aquí, iras con tus bastardos, pero antes, sufrirás lo más insoportable- dijo la mujer comenzando a limpiarlo, y vestirlo.

Lo llevo en su camioneta, y llegaron a una construcción blanca en su totalidad, solo tenía pequeñas ventanas, y muy pocas salidas.

Entraron a ese "psiquiátrico", y lo interno con un diagnóstico inicial de esquizofrenia, pero hablo con uno de los "psiquiatras" y por dinero acepto darle el tratamiento del TEC (terapia electrocompulsiva/ electroshock) solo por dinero, pero este tratamiento lo haría hasta que el "paciente" perdiera el razonamiento, es decir hasta la locura.

Y lo hizo.

A partir de ese momento Shinya recibiría dosis diarias de tres sesiones de 20 minutos cada una aumentando el voltaje, a diario, hasta conseguir el efecto necesario. 

Amor Profundo Como el MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora