Capítulo 1: Uniéndose

564 42 0
                                    

Narración normal


Shinya estaba viendo en silencio el enorme jardín que tenía debajo, ese jardín en donde horas después se realizaría una ceremonia de compromiso para la prensa.

Los Ichinose estaban en un salón tomando el té.

Guren estaba confundido, pues aunque sabía lo que quería no quería defraudar, ni dejar en vergüenza a su padre, ni a su familia entera.

Se disculpó en silencio con su padre y la familia al completo para ausentarse.

Salió de aquella sala, para tratar de encontrar a ese chico que no deja de rondar en su cabeza.

Cuando lo encontró, este estaba en su mundo, un silencio se formó, ninguno sabía que pensaba el otro, pues su mente era un caos y no podían ni ellos mismos explicarlos.

--Hola, ¿Qué haces?- dijo finalmente el alfa, con una voz dulce para no asustar al omega.

--Hola, y no hago nada, solo ver, ser testigo de cómo mi vida terminara, porque mi pareja destinada se casara con otra persona, la única cosa que quería realmente se me está siendo arrebatada y no puedo hacer nada...Otra vez, y aunque nunca nos habíamos visto siento que no podre vivir sin ti- dijo el omega con una voz quebrada, aun de espaldas al de ojos violetas.

--Lo lamento, también me siento igual, pero, no quiero defraudar a mi familia- dijo con un tono de voz un poco seca.

Poco a poco y lentamente se fue acercando al de ojos azules para mirar más de cerca a ese chico que había robado todo de él.

--Lo sé, pero no quiero que esto sea de esa manera, ya me había resignado a ser el estorbo de esta asquerosa familia, y ahora me lo estas confirmando, si nunca nos hubiéramos conocido, ahora estarías ajeno a este sentimiento que te hago sentir- dijo triste y con la cara agachada.

No pudo evitarlo, el verlo así de frágil y vulnerable lo destrozaba.

Lo abrazo, aquel contacto, fue un grave error, pues el medicamento que ambos se habían suministrado, no era milagroso, y era consumido con una velocidad increíble cuando ambos chicos estaban cerca y en contacto el uno con el otro, los síntomas del celo estaban regresando, y ahí ambos con todo lo que habían reprimido esos días se miraron, el de ojos azules estaba bastante sonrojado y tenía su respiración agitada.

El de cabello negro estaba perdido en el dulce olor a chocolate del chico frente a él.

Mientras que este, soltaba un olor a madera.

Ambos olores comenzaron a fusionarse, dando como resultado un olor algo extraño para todos, y desagradable, pero para ellos lo más maravilloso que pueden oler.

La poca conciencia que ambos trataban de mantener estaba olvidándose, todo el mundo había desaparecido, nada importaba, solo ellos dos.

Shinya comenzó a jadear y se mostró en exceso sumiso ante su alfa.

Mientras este, había perdido en su totalidad la cordura y solo quería satisfacer sus instintos.

El de cabello oscuro invadió los labios del omega de manera salvaje y un poco violenta, mientras el de ojos azules estaba gustoso de recibirle en su boca.

Ambos se acariciaban y desafortunadamente la ropa de ambos termino hecha trizas, ya que literalmente la arrancaron del cuerpo del otro.

Al estar en la habitación del rubio se dirigieron a la cama de este, una enorme, en donde el de cabello negro coloco algo brusco al de ojos azules, que ahora estaban algo llorosos por la excitación, ya ninguno tenía prenda alguna.

Shinya estaba recostado, con las piernas un poco abiertas y Guren estaba chupando su miembro, haciendo que todo su cuerpo se retorciera de placer.

Las manos del chico de ojos azulados estaban enredadas en aquellos de color azabache, así estuvieron hasta que el omega se corrió, sin siquiera poder hablar.

Los gemidos eran callados con besos, o el cuerpo del otro.

Shinya tenía la respiración agitada por el reciente orgasmo que había tenido, pero Guren no tardó mucho en acomodarse entre las piernas del omega para darle un apasionado beso e introducir su miembro en él, lo hizo un poco brusco, que si no estuviera lubricado por el celo le hubiera dolido demasiado.

Comenzó a moverse de manera rápida y frenética haciendo que el joven de ojos azulados enterrara sus uñas en las blancas sabanas de aquella cama.

La voz de ambos estaba entrecortada, agitada, no podían articular palabra en buenas condiciones para que fuera considerada como tal, solo se escuchaban sus respiraciones agitadas, y jadeos, los gemidos del omega comenzaban a salirse de control, y aquello solo aumentaba la excitación del alfa.

Ambos tuvieron sus orgasmos casi al mismo tiempo.

Guren movió de manera torpe con las manos la posición en la que estaba su omega, y lo coloco encima de él, comenzando de nuevo, el omega se movía de manera torpe y lenta.

De esa manera y viendo la cada de excitación por causa del orgasmo del Shinya el alfa se vino dentro de este por segunda vez.

Sin siquiera nivelar la respiración, Guren volvió a recostar en la cama al omega de ojos azules y volvió a penetrarlo con fuerza, haciendo que un grito muy sonoro se escuchaba en todo el lugar.

Cuando estaba a punto de correrse por tercera vez, se acercó al rostro del joven de cabellos claros y lo beso, un beso lleno de lujuria.

Antes de correrse salió del chico debajo de él, y lo tomo de las caderas para ponerlo en una posición algo incómoda para el omega, pero, de esa manera viendo la espalda del chico comenzó a penetrarlo de nuevo, y con el orgasmo más cerca trato inútilmente de quitar aquel collar que llevaba el omega, pero se rindió, y al correrse mordió fuertemente el hombro derecho de este, dejando sangre en esa zona.

Luego de algunos minutos salió del chico de azules ojos y lo miro, estaba cubierto de semen, tanto de él como del omega, ambos estaban mirándose con amor, un amor que se tenían desde siempre, y descubrieron aquel día.

Sin mucho que hacer, el omega callo rendido por el cansancio y se durmió, mientras el alfa lo miraba con ternura.

Ahí el tiempo se detuvo, o avanzaba muy, muy lento, que parecía que se había detenido.

Pero aquella atmósfera fue rota, por un sonido muy fuerte en la puerta.

--SHINYA.... SAL AHORA, YA ES HORA, Y NECESITO TU AYUDA- gritaba la chica desesperada del otro lado de la puerta mientras la golpeaba con fuerza.

El pelinegro se vistió de manera rápida, y dio un último vistazo a ese chico, para abrir la puerta.

--Lo lamento, él está dormido, sucedió algo y tuve que quedarme, ahora mismo está descansando- dijo con una mirada altanera, una que muchas veces utilizaba.

--Y ¿Por qué estás tú aquí, y qué paso?- dijo la chica de cabello purpura.

--Solo lo ayude, estaba mal, no es necesario que pienses algo que no es- dijo mirando a la chica, que a la vez miraba a su "amigo", el cual dormía ya vestido; Guren lo vistió antes de abrir la puerta.

Una sirvienta llego a interrumpir para que la pareja fuera al gran jardín, pues el evento comenzaría.

Todo paso con normalidad, Shinya no despertó en toda la celebración, y los reporteros hacían preguntas que ellos contestaban como profesionales, muy sonrientes.

Amor Profundo Como el MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora