Capítulo 10: De nuevo ¿Juntos?

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Narración normal


Paso tiempo; exactamente 6 meses más, en los que tanto Guren como Mahiru no habían tenido contacto de ningún tipo, Mikaela y Yuichiro eran inseparables, realmente se amaban, Shinoa estaba feliz, aunque en ocasiones hacia preguntas fuera de lugar, que ponía tanto al padre como a la joven pareja en un incómodo momento.

Esa mañana en particular, el alfa mayor de aquella casa, estaba algo inquieto pues por la madrugada había recibido un mensaje que espero todo ese tiempo, finalmente luego de años, volvería a ver a su omega.

Luego de un desayuno "normal", los adolescentes fueron al colegio, lo cual noto perfectamente al rubio alfa incómodo, y sabia la razón, el celo del omega se acercaba y eso hacía que el alfa estuviera más Celoso con su amante, y en el caso de Mikaela era algo ya enfermizo...No quería que nadie o nada le mirara o tocara.

En el colegio, llegaron, y el rubio no se despegó de su pareja en ningún momento, solo cuando fue el momento de ir a clases, lamentablemente, el aquel colegio, los alfas estaban en otro edificio, y los omegas en otro, los betas, en otro, por precaución.

--Bien, vete, estará bien, de eso me encargo yo- dijo la pequeña mega de cabellos lilas con una sonrisa juguetona.

--No es que no confié en ti, solo que...No confió en ti, ni en nadie- dijo el alfa, aun tomando la mano de su amado omega.

--Deja de decir estupideces, estará bien, además aquí solo hay omegas, si lo llevas contigo, tendrá una manada de alfas, lo cual será más peligroso- dijo la chica con malicia y burla en su vos.

Muy a su pesar el joven rubio beso a su pareja y se fue.

Los omegas, se miraron, y con una sonrisa salieron de aquel pasillo, y se dirigieron a su aula, donde ya estaban sus amigos.

Una chica de cabellos rubios y ojos violetas, era realmente alguien de carácter fuerte, y siempre defendía a quien ella consideraba era digno de eso, su nombre Mitsuba Sangu.

Un chico de cabello castaño, y ojos verdosos, este era bastante tierno, y a pesar de su corta edad, no ha tenido una vida fácil, a muy corta edad encontró a su pareja destinada, y lo marcaron, su nombre Yoichi Saotome.

Los cuatro chicos conversaron cosas sin importancia, hasta que apareció el profesor, y la clase comenzó.

Mientras con el alfa rubio, su aula estaba llena de alfas, a los cuales no les hablaba, prefería mantener la distancia, no quería nada de relación con ellos, ni una amistad.

En la clase de este, estaba el chico que era pareja de uno de los amigos de su adorado Yuu-chan; como solía decirle.

Este era de cabello algo rosado, usaba gafas, y tenía un carácter algo explosivo, sobre todo cuando se trataba de su pareja, su nombre Shiho Kimizuki.

Las clases comenzaron de manera normal.

Mientras en aquella mansión, un alfa esperaba con impaciencia a la persona que más ha amado en todo el mundo, por un momento olvido todo lo relacionado con él, pero ahora había un rayo de esperanza.

La puerta fue abierta por una mujer mayor, que iba acompañada de una "enfermera" la cual llevaba una silla de ruedas, en donde estaba aquel chico, su omega.

El joven de cabellos rubios blanquecinos estaba "dormido" pero se podía ver con ojeras y los ojos hinchados, estaba muy delgado, en pocas palabras se miraba realmente mal.

--El paciente ha sido dado de alta, aunque el tratamiento tuvo complicaciones, y al ser un omega, ha sufrido bastante, el joven debido a medicamentos suministrados hace años, ha quedado estéril, y no volverá a presentar un ciclo de celo, la esquizofrenia que presentaba desde hace ya varios años ha sio erradicada, pero, ha dejado secuelas, ya que ha sido atendido bastante tarde- dijo la mujer de manera de diagnóstico final.

Guren solo escucho aquello, pero su corazón se detuvo, el ver a ese chico de esa manera, nunca pensó verlo así.

--Bien, ahí está, era lo que querías, por ahora te dejo disfrutar de su compañía, aunque no sé si lo harás, de mi sabrás muy pronto- dijo Mahiru nada más entro y se fue.

Shinya comenzó a moverse de manera lenta, en aquella silla, y al verse en un lugar desconocido se comenzó a alterar.

--Amor, cálmate, ya estás conmigo, estas a salvo, nada ni nadie te volverá a dañar...Lo prometo- dijo el alfa de cabellos negros, abrazando a su omega de manera protectora.

--...-Shinya solo lo miro, con aquellos ojos azules que hacía años no mostraban vida, solo miraba, sin siquiera entender del todo lo que pasaba.

El alfa para que el omega pudiera tranquilizarse comenzó a desprender feromonas algo suaves para no alterarlo.

Shinya sin cambiar mucho su expresión comenzó a derramar lágrimas, que rápidamente fueron limpiadas con amor por parte del alfa.

Muy en su interior aquel omega entendía lo que pasaba, pero su cerebro ahora estaba muy dañado para dejar que pasara a lo consiente.

Por la tarde los adolescentes llegaron y se quedaron sorprendidos con aquel joven.

Yuichiro no entendía del todo que pasaba, pero el ver a ese joven le traía una nostalgia lejana, pero a la vez cercana, algo extraño de explicar.

Mikaela entendía todo lo que pasaba y el ver a su madre en ese estado, lo destrozo solo pudo llorar.

Shinoa estaba impactada, aquel joven estaba realmente mal, y al parecer era alguien importante para todos ahí.

Shinya solo los miraba, y Guren estaba a su lado, abrazándolo para que no se alterara. 

Amor Profundo Como el MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora