Amor Profundo Como el Mar

Capítulo 12: Desaparición

Narración normal

Guren despertó, parecía algo agitado, y con razón, al voltear a todos lados de la habitación, no estaba por ningún lado el omega.

Salió a toda prisa preguntando a cualquier empleado que pasara preguntaba por el chico, los cuales negaban haberlo visto.

Con el paso de los minutos y que nadie lo haiga visto, comenzó a entrar en pánico, incluso entro a la habitación de sus hijos, pero nada.

Estaba entrando aún más en pánico, cuando vio aquella puerta, salió corriendo por ella, pero, no había rastro de nada.

Corrió sin rumbo, solo esperando a que estuviera aun cerca, pero, no.

Volvió a casa, para cambiarse y salir a buscarle, debía encontrarlo.

Cuando ya estaba de nuevo por salir, sus hijos, se enteraban recién de lo que sucedía.

--Chicos, necesito que se queden aquí, Shinya desapareció, tengo que buscarlo, y ustedes deben quedarse aquí por si regresa, nos vemos- dijo el alfa mayor saliendo con la voz entrecortada, pero tratando de mantener la cordura.

Los adolescentes se hallaban sin palabras, no sabían que hacer, no querían quedarse en ese lugar, sin hacer nada.

Shinoa corrió a su habitación, y se encerró, para salir algunos minutos después, estaba empapada y su respiración era aún agitada, pero le tendió una bolsa color negro a su hermano de ojos verdes.

--Es para que salgamos, o más bien, yo me quedare aquí, mi celo empezó, así que no es de mucha ayuda si salgo, Mikaela, cuídalo, ya que también se acerca el suyo, ahí hay un medicamento para eso, no hagan nada, solo búsquenlo- dijo la chica dejando a los jóvenes con la palara en la boca, ya que se volvió a encerrar en su habitación.

Ambos hermanos se fueron sin olvidar lo que dijo la chica, dando la orden de que nadie se acercara a su habitación.

Caminaron por los alrededores, para no encontrar nada.

Luego salieron de aquella colonia millonaria, y se dirigieron a puntos específicos de la ciudad.

Fueron incluso al supermercado pero no había nadie, intentaron pedir información con una foto de su madre, pero nada.

Ya estaba atardeciendo, y no habían encontrado nada, nadie lo había visto.

Ya cansados de caminar, se adentraron a lo que parecía ser su última alternativa, un centro comercial casi abandonado, pero estaba vacío, lo recorrieron pero nada.

Mikaela miraba lo agitado que estaba su pareja, pero, no podían regresar, su madre estaba ahí afuera, sin tener idea de lo que pasaba en su alrededor, debían encontrarlo.

Yuichiro, no tuvo mucho que hacer, sin que Mikaela se diera cuenta, se inyecto un supresor, pues su celo se había adelantado, y eso hacia la búsqueda más difícil.

Mika miraba a los alrededores esperando que esa persona estuviera ahí, pero nada.

--Mika, debemos seguir no podemos regresar, aunque sea peligroso, estoy contigo, nada pasara- dijo el omega con la mirada llena de desesperación, comenzaba a perder las esperanzas de encontrar a su madre ese día.

--Yuu-chan, debemos regresar, estas por tener el celo, y estando aquí, no podremos hacer mucho, además, ya no hay mucho que hacer, vamos...Mañana seguiremos buscando- dijo el rubio, estirando su brazo para su novio.

Pero cuando el chico de cabello oscuro estaba por agarrarlo, se calló, sus pies al parecer perdieron el equilibrio.

Rápidamente Mikaela fue a levantarlo y revisar que no estuviera lastimado, sin esperar respuesta, cargo como una princesa a su amante, y así comenzó el enorme recorrido que les faltaba.