Los buenos y los malos

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Dos malditas semanas transcurrieron y cada día vivía más asustada. Las cartas seguían llegando y acciones comenzaron a mostrarse.

Taehyung ayer no llegó al trabajo y hoy tampoco, me estaba preocupando ya que tampoco contestaba mis mensajes. No quise esperar su explicación cuando volviera al trabajo, quería escucharla ya y saber si estaba bien.

Fuí a su casa y toqué repetidas veces la puerta hasta que se dignó a abrir.
Tenía cortes en su bello rostro y heridas en su cuello. Debíamos hablar de ésto.

¿Q..quién te hizo eso?

– Sólo me caí – su mirada era nerviosa y observaba constantemente hacia la ventana. Me dí la vuelta para ver ésta, pero no había nada ni nadie.

¿Haz recibido... cartas por alguna casualidad del mundo?

– ¿C..cartas? – su respiración se notó más acelerada y sus ojos cambiaron la mirada hacia el suelo – ¿Deberían llegar cartas?

– Asi que si las recibes...

– ¿De qué cartas hablas, Tn? No tengo cartas – intentaba sonar serio.

– Sabes que sí y que son de un tal JK – se formó un silencio pesado y Tae me miró.

No digas su nombre tan fuerte... – susurró ésto y miró a su alrededor. Definitivamente estaba asustado y ya deberíamos parar ésto.

¿Pudiste ver su rostro cuando te golpeó?

– S..si

– ¿¡En serio!? – me sorprendí por su respuesta.

Si...

– ¿Podrías describirmelo o quizá mostrarme si es alguno de mis vecinos?

– N..no, lo siento – su mirada no era fija. Se levantó de su asiento y habló – deberías irte, Tn... – me levanté igualmente de mi asiento y lo tomé de los hombros pidiéndole que me ayudara, pero recibí como respuesta que me sacara de la casa y cerrara la puerta en mi cara.

Taehyung... – toqué la puerta y llamaba a su nombre, pero no recibía respuesta alguna. Estaba sola en esto.

Caminé con destino a mi casa mientras pensaba distraídamente en qué hacer con lo de las cartas y Taehyung. Era obvio que lo amenazaron o algo, él tenía miedo del exterior y por alguna razón no quería decirme quién es ése tal JK.

Estaba oscuro y las luces iluminaban mi camino a casa. Estaba silencioso y había un poco de viento. Caminaba pensativa hasta que ví una sombra frente a mí.

¿Por qué tardabas en llegar a casa?

– ¿Disculpa? – ¿a quién debía darle explicaciones sobre mi tardanza?

Estaba preocupado, porque es tarde y no deberías estar fuera a éstas horas de la noche – no podía ver su rostro, ya que él estaba en la oscuridad – eres una chica muy mala, me haces preocuparme, preciosa.

– ¿Q..quién eres? – empecé a sospechar sobre de quién se trataría.

Lamento no presentarme formalmente – dió un paso adelante dejando mostrar un poco de su rostro con ayuda de la luz – Soy JK, mi amada – comencé a temblar de miedo y enojo.

¡Eres un imbécil! ¿¡Qué quieres de mí y qué le hiciste a Taehyung!? – dí unos pasos hacia él sin pensar en lo que me podría pasar. Pésimo acto de mi parte.

¿Con esa boquita comes, linda? – tomó mi brazo fuertemente y me atrajo hacia él, mientras reía malvadamente – lo único que quiero es que seas completamente mía y ése tal Taehyung no me lo impedirá, ¿oiste? – pude ver su rostro completamente y era él, el nuevo vecino que a Jennie le gustó. Luego de lo que dijo, me soltó y se fue rápidamente. Mi brazo quedó con las marcas de su mano, pero eso fue lo de menos, ya que ésto sólo estaba comenzando.

Ya tenía miedo de salir de casa y de quedarme en ella.
Fuí a la policía a dejar aviso de lo que me estaba pasando a mí y a Tae, pero cuando fueron a hablar con él, negó todo lo que dije y quedé como mentirosa.

¿¡Por qué no dices lo que te pasó Taehyung!? Intento ayudarnos para que ésto no siga sucediendo pero no me ayudashablaba por teléfono con él.

– Estas sola en ésto, Tn. No dejaré que me metas en problemas – ahora su voz se escuchaba seria y molesta.

¿De qué hablas? ¿Meterte en problemas? – mis lágrimas comenzaron a salir y me sentía desesperada – No eres al único al que siguen y lastiman. ¡Ha pasado un mes y no estoy tranquila, estoy viviendo con miedo e inseguridad y todo por un psicópata que me quiere por alguna estúpida razón!

– Lo siento, debo colgar.

– No te atrevas Taehyung.

– Sólo te diré algo. Si no puedes con ellos, úneteles – Tae colgó la llamada y mi corazón se sentía dolido y traicionado. Si mi amigo no pensaba ayudarme, quién lo haría. Gracias a Dios, Jennie está bien.
Miré detenidamente los moretones y heridas en mis brazos y cuello. Sabía que si ésto continuaba, moriría.

Luego de un momento reaccioné a las palabras de Taehyung.
"Si no puedes con ellos, úneteles"
¿Tae era de los buenos o los malos?

Llamé a Jennie y le conté lo que me ha estado pasando por teléfono, no quería que se arriesgara a venir a mi casa y que sea otro blanco para JK.
Ella entendió y dijo que me ayudaría con lo de la policía, que no me rindiera. Ella es de esas amigas que se valoran.

Tranquila, Tn. Si quieres llorar, no te retengas. Si quieres gritar, hazlo fuerte y si quieres distraerte, llámame. Siempre estaré para tí, por ahora mantente en casa y descansa – Jennie colgó y me puse a llorar en la habitación de mi solitaria casa que ahora me daba miedo.

Pasos se escucharon abajo y sólo me levanté para cerrar rápidamente la puerta de mi habitación. Ésta no era la primera vez que pasaba esto y me asustaba que un día JK decida abrirla con todas sus fuerzas y lastimarme hasta matarme.

Veo que estás asustada – sólo me mantenía en silencio tratando de que mis sollozos fueran inaudibles para él – no quiero hacerte daño, Tn. Sólo... déjame... – y mi peor pesadilla comenzó a hacerse realidad. Intentó abrir la puerta hasta que lo logró. Desesperadamente corrí para cerrarla con llave otra vez, pero no pude, él era más grande y fuerte que yo. ¿Este sería mi final? No tenía algún escondite en mi habitación que me salvara. Estaba perdida y él era el ganador – Shh – puso uno de sus dedos sobre su boca señalándome que no hiciera ruido alguno – hoy vengo a cuidarte.

– No... por favor no...

– Oh si que si – me atrapó entre sus grandes brazos y me abrazó.

Por favor... – lloraba desconsoladamente. Nadie vendría a ayudarme.

Silencio, Tn. Confía en mí – limpió mis lágrimas y me miró dulcemente – No estoy tan loco, preciosa. Debes relajarte un poco – rió mientras acariciaba mi mejilla y yo temblaba.

Ya déjala Jk – ambos miramos hacia la puerta y vimos a un chico apoyado en el marco de ésta – la tienes más asustada que enamorada, amigo.

– Cállate, ¿quieres? – JK dirigió su mirada hacia mí nuevamente – creo que hoy no podré cuidarte, pequeña. Pero nos veremos pronto – me guiñó un ojo y se dirigió hacia el otro chico que llevaba un cubrebocas con el dibujo de una terrorífica sonrisa y su cabello cubría gran parte de sus ojos que tenían un color rojo – Cuídate, Tn. Nos vemos mañana – JK se despidió con su mano y una sonrisa, luego tomó una máscara blanca con un dibujo de un conejo y se fue junto con el chico.

Ahora si tenía mucho miedo, habían dos como él y si se enteraban de mis llamadas a la policía me matarían sin pensarlo.

Diablos, era chica muerta.

𝑷𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐 - (𝖙𝖊𝖗𝖒𝖎𝖓𝖆𝖉𝖆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora