Las noches en el pueblo donde vivía eran frías. Algunos insectos y animales que salen a estas horas no callan, me calma pero en ocasiones ¡escucho ruidos fuera de lo común!
¡Es espeluznante!
Una noche de estas intentaba dormir, los ronquidos de mi abuela siempre eran molestos para dormir pero cuando menos lo esperaba me quedaba dormido, aquella noche no contaba con mis sábanas pues mi abuela las mandó a lavar ¡mi protección más preciada había desaparecido!
Pequeños pasos en el techo retumbaban y una que otra carcajada aguda, tenía miedo y mi abuela no roncaba, sin mi cobija me sentía indefenso.A la mañana siguiente mi abuela tenía listo el desayuno y por miedo nunca le conte de los perros muertos en el techo.
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Cuentos Para No Leer
RandomAlguna vez has sentido esa sensación de vacío cuando terminas de leer un libro? Como un vaso de cristal que se encuentra al borde de una mesa. qué tal si tú en medio de la noche Tratando de buscar consuelo después de una pesadilla, caminas por el p...