Daniel era un chico normal, no contaba con muchos amigos, pero se divertía con ellos. Después de ir a la escuela, tomaba el camino más corto hacia su casa, atravesando un baldío entre dos edificios: uno era azul y el otro naranja.
Siempre que Daniel pasaba por ahí, alguien asomaba su mirada por una ventana. Si no era del edificio azul, podía ser del naranja.
Sentirse observado para Daniel no era la gran cosa, pues ya se había acostumbrado. Las primeras veces le daba un poco de miedo, pero tampoco quería llegar muy tarde a su casa. La luz del atardecer siempre chocaba a mitad de ambos edificios y, si no pasaba por ese camino, Daniel tenía que darle toda la vuelta a la manzana.
Al llegar a su casa, liberado y ya a punto de anochecer, se preparaba un cereal y miraba la televisión un rato. Luego, tomaba una ducha y se acostaba a dormir, una rutina vaga pero agradable para él.
Una de tantas tardes de regreso a su casa, no sólo lo observaban por una ventana, sino dos. Y a medida que pasaban los días, se hicieron tres, luego cinco, siete, ¡doce! Ventanas en las que se podía ver a alguien observándole.
Daniel empezó a sentir amargura y pesadez. Ya no conversaba tanto con sus amigos y, en vez de preparar su cena, se acostaba directamente. Algunos compañeros suyos le decían que lucía más delgado, pero él solo se limitaba a expresar desinterés.
Una tarde, Daniel cayó rendido en el baldío y todas las luces de los edificios que lo miraban destellaron por un momento, para apagarse después.
Personas de este pueblo mencionaban que estos edificios abandonados albergaban almas perdidas en busca de la vida que no tuvieron. Quien entraba ya no salía siendo el mismo, y nadie se atrevía a construir entre ellos, pues algo había ocurrido hace muchos años en aquel lugar.
Daniel fue internado en un hospital, diagnosticado con anemia, y murió de una pulmonía a las pocas semanas.
Las noticias de PortvilleNews publicaron el caso de Daniel Lewis: uno más para los folders sin explicación.

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Cuentos Para No Leer
AcakAlguna vez has sentido esa sensación de vacío cuando terminas de leer un libro? Como un vaso de cristal que se encuentra al borde de una mesa. qué tal si tú en medio de la noche Tratando de buscar consuelo después de una pesadilla, caminas por el p...