Sienna March 《Little Women》

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Sienna estaba acostumbrada a que nadie la molestara cuando lloraba. Todos en su familia sabían que ella lo hacía para descargar toda la presión y que le gustaba estar sola para hacerlo, entonces nadie la molestaba. Ella se iba a un lugar lejos, muy muy lejos de su casa, se sentaba abrazando sus piernas y lloraba. Claramente, esta vez, cuando sintió unos brazos rodeando la se asustó. Sienna se levantó y alejó a Laurie de ella "Dejame en paz Laurie, necesito estar sola". Aunque a Laurie le dolió un poco como su intima amiga lo había llamado, sabia que ella no estaba bien y no la iba a dejar sola; nunca. El se acercó un poco más "No importa lo que digas Si, o como me llames, yo no pienso moverme de acá, porque vos no tenes que estar sola. No importa cuanto pienses que lo necesitas, nadie que está sufriendo debería hacerlo solo".

Solo bastó ese comentario para que Sienna se derritiera en los brazos de Laurie y escondiera su cara en su pecho. El rápidamente pasó sus brazos alrededor de ella y la contuvo contra su cuerpo. A Laurie se le partía el corazón al verla así, pero al menos, si el estaba para ayudarla y podía contenerla, todo estaría bien. Así estuvieron por un rato, en silencio, hasta que ella se separó y lo miró con sus ojos hinchados y rastros de lágrimas en ellos. Laurie levantó las manos y le secó las lágrimas, una por una, para después agarrar su carita entre sus manos "Vamos a tu casa, debes estar cansada y tenes que descansar". Sienna nego la cabeza, no pensaba lo mismo "no, tengo que todavia ver como esta Beth y.......".

Pero Laurie era igual de terco que ella "No, Sienna, no. Tus hermanas y yo nos encargaremos de Beth por unas horas mientras tu descansas, vamos". En vez de empezar a caminar, Laurie agarró a Sienna y la alzó al estilo nupcial. Solo entonces empezó a avanzar "Teddy, soy muy pesada y estamos lejos, te voy a lastimar" pero esta vez era Laurie el que no iba a dar su brazo a torcer "tonterías, pesas igual que una pluma, deberías comer más Si, además, no estamos tan lejos, mira, ya casi llegamos". Ella solo entonces se dejó llevar y apoyo su cabeza en su pecho, rodeando sus brazos alrededor del cuello de su amigo. 

Laurie no la bajó cuando entraron a la casa, sino que subió las escaleras con ella todavía en sus brazos, entró al cuarto y la depósito en su cama, sacándole los zapatos y tapando la hasta el torso "Tu solo descansa, yo estaré abajo y si necesitas algo me llamas, ¿Okey? Ahora duerme" y con un beso en la frente Sienna cayo rendida al sueño. No se había dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que su cuerpo se relajó entre las sabanas sobre el colchón.

Laurie bajó las escaleras y encontró a Hannah y a las hermanas March en la cocina. Meg siempre supo que Sienna era la favorita de Laurie, de eso no había duda, pero cuando vio la cara tiesa y llena de preocupación que tenía el chico al entrar, supo que realmente era porque la amaba.

"Esto no puede pasar, no pueden dejar que ella se lastime a sí misma de esta forma" Laurie todavía estaba preocupado, pero ahora también había enojo en su voz. No era exactamente con el resto de las hermanas March, aunque lo estaba desquitando en ellas en ese momento, sino más consigo mismo por no haberse dado cuenta de como se sentía Sienna sobre todo lo que le había pasado y poder prevenirlo. El se acercó a la cocina y empezó a preparar un té, Hannah vino a asistirlo al instante.

"Puedo yo hacerle el té señor, no es necesidad....." a Laurie se le había ido el tono amable "No es para mi, es para Sienna, quiero que tome algo caliente y coma cuando despierte". Hannah, sin palabras, se echó para atrás quedando al lado de Jo. Ninguna de las tres personas en la cocina habían visto a Theodore Laurence ponerse de esa forma. Jo fue la que tuvo el valor de enfrentarse a el "Laurie, ojalá pudiéramos hacer algo para convencerla de que no haga esto, pero no es tan fácil. Marnee podía hacerla parar, Beth con un poco de esfuerzo también, pero una no esta y la otra es la causa del problema. A nosotras no nos escucha".

El resto del tiempo se paso en silencio hasta que Laurie agarró todo lo que necesitaba y salió de la cocina. Justo cuando este se fue, Jo exclamó con una sonrisa "Apuesto lo que quieran a que estos dos terminan casados". Meg le contestó al instante "Esa es una apuesta fácil Jo, pense que ya te habías dado cuenta hace rato, yo creo que me di cuenta fuimos al teatro, es obvio que esos dos están destinados a estar juntos". A las hermanas les sorprendió el comentario de Hannah que vino después "La noche del baile, cuando ella le fue a dar los panecillos de agradecimiento, yo estaba viendo por la ventana y vi como se miraban, las sonrisas que tenían en los rostros. Se acababan de conocer, pero yo supe desde ese instante que los dos se habían enamorado uno del otro".

Cuando Sienna despertó, lo primero que vió fue la cara de Laurie, que estaba sentado en una silla al lado de su cama, y eso le sacó una sonrisa. El la estaba viendo, así que supo al insante que ella se había despertado "buenos días bella durmiente, ¿Dormiste bien?¿Estas mejor?". La rubia movió la cabeza de arriba a abajo mostrando que lo estaba, después se estiró y subió su almohada para quedar sentada de forma más alta "Te hice un té y acá también hay un poco de pan con mermelada, tienes que comer algo".

Sienna no se negó y aceptó el té y el pan con gusto. Cuando los probó recordó como disfrutaba la comida "Esta muy bueno Teddy, en serio, gracias por todo". Laurie sonrió y busco la mano libre de Sienna para tomarla con la de el "Cualquier cosa por Sienna March". Tiempo después Sienna ya estaba suficientemente bien como para acompañar a Laurie hasta la puerta y saludarlo. Cuando la chica cerró la puerta de la casa su hermana Jo llegó a su encuentro y le dijo a su hermana con ironía "si no te casas con el estoy segura de que cuando le cuente lo que el hizo a Amy, ella lo hará".

Beth seguía sin mejorar mucho y las hermanas March decidieron que era hora de aceptar que ellas no podían con todo y llamar a su madre. Marnee llegó lo más rápido posible, preocupada por su hija una semana después. El padre de las March se había quedado con el señor Brooke, y aunque le hubiera servido mucho la ayuda de Marnee, el también pensaba que ella tenía que volver a cuidar de su hija. La madre de las March era una buena enfermera, porque a penas una semana de vuelta y Beth ya estaba mejorando consideradamente.

Aunque Beth estuviera mejorando, Sienna no podía no preocuparse por su hermana. Así que ella se quedó toda la noche cuidándola. Como era de esperarse, el sueño le ganó y ella se durmió en su lugar. La rubia se despertó recién a la mañana. Lo que la llenó de preocupación fue que cuando se despertó, Beth no estaba en su cama. Bajo las escaleras lo más rápido que pudo y corrió hacia la cocina para avisarle a su madre, pero cuando llego se llevó una grata sorpresa. Beth estaba ahí, desayunando, ya visiblemente mejor.
Ahi fue cuando Sienna supo que su hermana pequeña se recuperaría por completo.

Beth justo se mejoró para navidad, y para su hermanas, esto era el único regalo de navidad que querían. Esta navidad lo pasarían en su casa, como siempre, pero el señor Laurence, Laurie y el señor Brooke estaban invitados. Todas las hermanas March, Marnee, el señor Lauren y Hannah estaban poniendo las decoraciones cuando Laurie entró diciendo que tenía otro regalo de navidad. Ninguna de las hermanas se esperaba lo que venía cuando vieron a su padre entrar por la puerta principal. Todas dejaron de hacer lo que estaban haciendo dramáticamente y se abalanzaron al mismo tiempo a abrazar a su padre.

La mesa de navidad de los March nunca se había visto más concurrida, pero tampoco más contenta. Todos reian y contaban anécdotas de otras navidades. Meg y el señor Brooke hablaban muy secretamente con las manos entrelazadas por debajo de la mesa. El señor Lauren se alegraba de ver a Beth mucho mejor, casi recuperada. El padre de las March trataba de ponerse al día con cada una de sus hijas y ellas exigían anécdotas de él. Laurie se había sentado al lado de Sienna y le contaba un poco de cómo era Alemania.

Se podía decir que esa navidad fue una que quedaría para el recuerdo.