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Sienna era la favorita de la tía March. Era a ella a la que siempre llamaba para que le leyera libros antes de dormir, a la que le regalaba todo lo que ella quisiera y a la que le tenía más simpatía. La tía March no lo diría nunca en voz alta, pero la razón no era porque ella era la más sensata o la más bonita; si, esas eran algunas de las razones, pero no la principal. La tía March quería tanto a Sienna porque ella se parecía demasiado a su madre, madre también del padre de la chica y de todas sus hermanas.

Ella era delicada, con una voz muy parecida a la persona en cuestión, y habia algunos de los rasgos de ella que compartía con su abuela. A veces, cuando se ponía de perfil, la Tía March parecía ver a su madre en vez de a su sobrina. Además, ella tenía la misma paciencia. No importaba cuantos comentarios hirientes la Tía March dijera sobre su familia, Sienna no se enojaba ni entristecía, sino que seguía haciendo lo que ella le había encargado de la misma manera. Para colmo, volvía todas las semanas para ayudarla, con la paciencia completamente renovada. "Para ahí Sienna, necesito hablarte de algo" la chica marcó con un pedazo de tela por donde estaba leyendo y cerró el libro. Despues, ella levantó la cabeza y le dio toda su atención a su tía, que estaba sentada en el sillón en frente de ella. "Sienna, debes tener una vida mejor que la de tu madre" eso  descolocó por completo a la muchacha March.

"Pero, perdón Tía March, pero Marnee ama su vida" dijo ella sin levantar la voz, con una expresión seria en el rostro. "Tu no sabes lo que ella ama querida" Sienna no deseaba seguir peleando con su tía, así que se quedó callada, aunque no estuviera de acuerdo con lo que ella estaba diciendo. "Querida Sienna, tu eres la única esperanza para tu familia, cuando seas más grande y tengas la edad apropiada vendrás conmigo a Europa, yo necesito una acompañante y tu la educación que mereces" la idea de ver Europa sonaba espectacular en los oídos de Sienna, casi como un sueño hecho realidad. Podría aprender más sobre medicina, y quiza así poder trabajar de eso y darle plata a su familia para que todos pudieran tener una vida mejor. En su cabeza ella sabia que no era tan simple como eso, pero Sienna estaba dispuesta a hacer los esfuerzos necesarios para que eso se haga realidad. 

Laurie se estaba aburriendo demasiado en su clase de Latín, tanto que no tuvo la mejor idea de pararse en una silla y mirar hacia afuera por la ventana. Su tutor, ya cansado de su alumno, le pidió por favor si podía bajar de su silla, su empleo estaba en juego, pero Laurie no le prestó atención "Hay una chica ahí afuera". El tutor creyó que solo era una forma del chico de distraerlo y perder tiempo de lección, así que no le creyó, pero Laurie insistió con la misma idea "Hay una chica ahí afuera". Cuando su tutor lo volvió a decir que no podía ser, Laurie tomo otra silla y le explicó a su profesor que se parara e hiciera lo mismo . Solo cuando este copió  a su alumno pudo ver que en serio había una chica, mas específicamente Amy March, llorando al lado de la ventana, en el rango de vista que tenían desde la habitación.

"Hey! ¿Estas lasimada?¿Necesitas ayuda? Me llamo Laurie" Dijo Laurie después de abrir la ventana y sacar su cabeza por ella. Obviamente esto llamo la atención de Amy, que mientras lloraba le respondió "Lo se, tú trajiste a mi hermana del baile, yo nunca me hubiera doblado el tobillo, tengo pies chiquitos, los mejores en la familia, ¡¡Pero ahora no puedo volver a casa porque estoy en problemas!!¡¡Miren!!" Amy les mostró la mano en donde tenía marcas, casi como si alguien la hubiera azotado. Los dos hombres se miraron entre si.

Cuando las hermanas escucharon lo que había pasado, directamente se fueron corriendo lo más rápido que pudieron hacia la casa del señor Lauren. Cuando Sienna entró, Laurie se levantó de su silla y la siguió, tratando de llamar su atención diciendo su nombre "Sienna". Pero por mas interesada que estaba ella por el chico, Amy tenia ahora toda la atención de Sienna, y casi como una doctora a su paciente, ella se sentó a su lado y le examino la herida en detenimiento. "¿Que paso?" Dijo ella, y Amy le contestó que había sido su maestro que la había castigado injustamente por hacer un dibujo durante la clase. Cuando le bendó bien la herida y su madre llegó al rescate de Amy, Sienna pudo liberar su preocupación por su hermana y se dispuso a, por primera vez, examinar la habitación. Toda su atención fue puesta en la gran biblioteca que la rodeaba, y ella caminó hacia esta, totalmente sorprendida. Laurie, que había notado la fascinación que tenía ella por la biblioteca, la siguió desde cerca con una sonrisa. 

"¿Te gusta alguno?"dijo Laurie poniéndose al lado de Sienna. Ella admiraba la biblioteca con un brillo especial en los ojos, y Laurie miraba de la misma forma a Sienna. "No, no podría" pero Laurie se conocía por ser muy persuasivo. "Por favor, insisto, llévate el que quieras" despues de insistir un poco más, Sienna terminó por tomar un libro de esta con el nombre de Orgullo y prejuicio. "Ah, eres más de clásicos" Sienna miraba con amor el libro, acariciando la tapa roja con letras en dorado. "Es hermoso, en serio, gracias Teddy, eres muy generoso" y sin más ella se acercó a él, se puso de puntita de pie, y le dio un rapido beso en la mejilla.

El señor Laurence, que había llegado hace poco por las noticias, nunca había visto a su nieto tan rojo, cosa que lo hizo carcajear, debía conocer a la chica que podía hacer que su nieto se volviera un pequeño niño en busca constante de atención. "No vas a volver a esa escuela" dijo la madre de las chicas a Amy, y Jo aclaró que nunca le había gustado ese hombre, para agregar a la situación. "Jo te enseñará" pero la segunda mayor de las March no quería, ella ya tenía a Beth, así que fue Sienna la que se voluntarió para el trabajo. "Desearia que todas las chicas se fueran de esa escuela y el se muriera" dijo Amy con los brazos cruzados y una cara de enojo en su rostro.

Todos se rieron. "Aunque tu profesor estuvo mal en pegarte tu cometiste un error y habrá consecuencias" dijo su madre ya lista para irse "¡Pero yo solo hice un dibujo!" contraatacó la menor de las March. Marnee llamó a todas indicando que era hora de irse y Sienna se separó de Laurie. "Vuelvan cuando quieran, y avísame si necesitas más libros" le dijo el chico, dirigiéndose a Sienna. Ella lo miro con ternura y una sonrisa en el rostro "En serio Teddy, eres el mejor, mil gracias, a Beth le encantará que le lea este" Otra vez, Sienna pensaba más en sus hermanas que en ella.

"¿Beth es la callada?" Dijo el señor Laurence, ganándose algunas carcajadas del público en la habitación, fue Sienna la que le contestó. "Si, ella es nuestra Beth, y hablando de ella, le encantaría este piano" dijo acercándose al instrumento de musica, pasando una mano por este. "Dile que venga cuando quiera, esta casa ha estado muy callada por ya demasiado tiempo" y las chicas se fueron haciendo ruido, pero no era uno molesto, sino al contrario. Este era uno que, como dijo el señor Laurence cuando ellas ya se habían ido, era agradable.

Sienna March 《Little Women》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora