"Las cosas pasan en momentos inesperados" Sienna nunca había creído en esa frase, que completa ironia. Nunca había sentido el sentimiento de que todo tu mundo, que hace un día estaba perfectamente estable, bajo control, en unos segundos se empieza a derrumbar y no se puede hacer nada para salvarlo, pero en estos momentos era lo único que la identificaba. No había llorado, de sus ojos no caía una sola gota, no todavía. El dolor que ella estaba sintiendo iba mucho más allá de simples lágrimas o para expresarlo con llanto. Su hermana querida, la más pequeñita y tierna de todas, con la que se entendían mejor, su querida Beth había fallecido. La mejor de las March no estaba ya con ellas.Al principio sintió tristeza, dolor. Todos los momentos hermosos que había pasado con su hermana vinieron a su cabeza de golpe, y aunque antes ella los recordaba con amor y alegria, con humor tal vez, ahora todos producían un dolor insoportable, más doloroso que si tuviera un brazo roto o un puñal clavado. No podría ver a Beth nunca más, bailar al ritmo de su música, sentir su olor a vainilla, nunca más. Ahí fue cuando el enojo empezó a surgir. Sienna ahora ardía en furia, estaba enojada con Jo y con su madre por no haberle dicho nada, por haberle dicho que se quedara, que todas estaban bien cuando en realidad Beth no lo estaba. Estaba enojada con la tía March, que le había dicho que se quedara aunque ella sabia que algo andaba mal. Pero en realidad, con quien estaba más enojada era con ella misma.
No pudo y nunca podría despedirse de su hermana, darle un beso, así de un día para el otro, ella ya no estaba y lo único que quedaba eran sus cosas y los recuerdos vividos con ellas, si tan solo le hubieran avisado antes......
Si tan solo ella no les hubiera hecho caso. Ella conocía a su hermana y a su madre, conocía a Beth en general, nunca dejaría que ella volviera de su viaje y lujos por ella. Pero muy bien sabían Amy y Sienna, Amy de hecho lo había comentado, que algo les sonaba fuera de lugar cuando su madre no dijo nada sobre su hermana más pequeña.Cada uno tiene su propia forma de velar a alguien. La tía March simplemente se quedaba callada. Ella no mostraba ningún signo de dolor, shock o remordimiento por las incontables veces que le había hecho comentarios hirientes a la menor de las March, solo seguía su rutina, más no decía ni un comentario hiriente sobre nadie, menos sobre la difunta. Eso también podia ser porque ella había contraído una enfermedad, y estaba muy débil. Amy no podía dejar de llorar. Era como el cuarto pañuelo que usaba, dejando el resto completamente empapados, y todavía iba por más. Y Sienna, Sienna estaba en un estado de shock. No hablaba, no lloraba, estaba perdida en otro mundo, un mundo donde Beth seguía viva. La única persona que podía hacer que Sienna saliera de su shock y pudiera empezar a sanar además de Beth estaba en Londres, lejos de ella. Al menos eso era lo que todos creían.
Amy y la tía March lo vieron primero. Estaba caminando, todo vestido de negro, colina abajo, hacia donde ellas estaban, pero Sienna, que estaba de espaldas a las escaleras y miraba el paisaje, no le veía. Las dos se miraron entre si y subieron al carruaje, quedándose ahí adentro. Sabian que después de todo lo que había pasado, ellos dos necesitaban tiempo a solas para arreglarse. Por otro lado, la rubia seguía mirando al horizonte, al atardecer, perdida en sus propios pensamientos, cuando sintió una presencia al lado suyo. Fue como si esta la llamara a darse vuelta, así que lo hizo.
Nunca pensó que Theodore Laurence estaría ahí, al lado suyo, mirándola con el mismo dolor que ella portaba en sus ojos. No había que decir nada, no al menos en ese insante, los dos se inclinaron y se fundieron en un abrazo. No había duda de que los dos lo necesitaban. Los dos se habían aferrado uno al otro como si sus vidas dependieran de ello. Laurie sabía lo mucho que Sienna amaba a Beth, ella se lo había dicho incontables veces cuando eran más chicos, y el nunca se olvidaba de ni de una palabra de lo que ella le decía. Pero el también necesitaba de ella, entonces no solo dejó que ella se aferrara de él, sino que el hizo lo mismo.
"No podía dejar que ustedes viajaran solas, no con la Tía March así de enferma, aunque me odies" Sienna se permitió por fin dejar que las lágrimas y todo lo que tenía adentro empezara a salir. Su inconsciente la obligó a hablar, sabia que esta era su última oportunidad y no hablar no era una opción, ya lo había echo una vez y había salido mal "yo no te odio Teddy, al contrario". Más lagrimas salieron "Beth era la mejor entre todas". Después de eso, los dos decidieron separarse uno del otro en el mismo momento y volvieron a mirar hacia el paisaje. La rubia tomó una bocanada de aire y lo soltó "no me voy a casar con Harry, rechacé su propuesta". Después de eso, ella bajó su cabeza hacia el piso. "Si, lo oí" dijo Laurie, cuidando sus palabras. Sienna se movió para que su cuerpo mirara a Laurie, pero su cabeza seguía baja "Y no tienes obligación de decir o hacer nada, era solo que no lo amaba como debía". Ella soltó un poco de aire y siguió "No tenemos que hablar de esto, no tenemos que decir nada....".
Esta vez fue al revés, esta vez fue él el que la besó para callarla. La agarró rápidamente de las mejillas y la besó, haciendo que su cara dejara la vista del piso. Sienna correspondió al instante y se dejó derretir en el beso de su amado. Los dos necesitaban ese beso, necesitaban arreglar todo de una forma que las palabras no podían hacerlo, necesitaban el calor que solo el otro podía brindar. Ninguno de los dos quería separarse del otro, ya que el beso les hizo recordar todo el tiempo que habían perdido, y era así como pensaban recompensar todos los que no se habían dado en esos seis meses en los que habían estado separados.
El viaje desde Europa hacia "casa", como diría Sienna, fue largo, pero pasaron tantas cosas en el que no pudo no disfrutarlo, aunque el dolor de perder a Beth estuviera todavía demasiado fresco. Sienna y Laurie se casaron. Ninguno de los dos quería esperar mucho tiempo, habían estado suficiente tiempo separados que no íban a derrochar más. Su boda fue una pequeña, en la parte más alta del barco en donde viajaban, con el capitán como sacerdote y el atardecer resplandeciendo detrás de los novios. La tía March no había estado del todo de acuerdo, pero ninguno de los dos lo hubiera querido de otra manera. Con lo de Beth muy reciente, no fue la boda más feliz de todas, pero tanto Sienna como Laurie se amaban incondicionalmente el uno al otro, así que dentro de todo si lo fue.
Fue en la noche de bodas, viendo hacia el horizonte del mar, que Sienna supo en su corazón que había sido Beth la que le habia traído a Laurie de vuelta con ella. Beth lo sabía desde el primer momento que los dos estaban destinados el uno para el otro, y le llevó a Laurie de vuelta porque sabía que sin el Sienna no soportaría los primeros días sin ella. Dolia mucho no poder ver a Beth nunca más, y ese dolor permanecería ahí por un largo tiempo, mas la rubia sabia muy bien que su hermana estaba en un lugar mejor, en paz, y eso le traía un poco de paz a ella misma.
Sienna se dio cuenta de lo tanto que ella había cambiado mientras miraba por la ventana del carruaje que llevaba a Laurie, Amy y a ella a la casa donde las últimas dos habían crecido. La tía March estaba bastante enferma, así que optó por quedarse en su casa a descansar y no ir a lo de los March. El lugar no habia cambiado nada, más ella si, y eso hacia que lo mirara con otros ojos, diferentes a con los que lo hacía cuando era niña. Fue Laurie, que tomándole la mano que estaba más cerca de el, la sacó de sus propios pensamientos "¿Estas bien amor?". Ella cambió su vista hacia su reciente esposo y le sonrió "Si, solo.....contenta de volver a ver a todos, aunque Beth ya no esté".
A lo último la sonrisa de la rubia se volvió un poco triste. Laurie la tomó por los hombros y la apegó contra el, dándole un beso en la coronilla y dándole su apoyo. Amy, con la misma sonrisa que ella en el rostro, le tomo la mano, y Sienna le sonrió. Tenia que recordarse que Beth estaba descansando en un lugar mejor, y que su hermana querría que ella fuera feliz.
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Sienna March 《Little Women》
FanfictionEntre todas las mujeres March, Sienna siempre fue la más madura. La tía March decía que era la única que tenia un futuro por delante, y era por eso que ella era su favorita. Ella había sacado la paciencia, bondad y tranquilidad de su padre, pero eso...